En el capítulo de hoy no podemos dejar pasar la oportunidad de anunciar algo que celebramos todos los salteños que pensamos en el bienestar turístico del departamento y que queremos volver a ver brillar las termas de Dayman. Las cuales de a poco comienzan a tomar vida nuevamente:
Parece que, lentamente, vamos dejando atrás aquellos tiempos oscuros en los que veíamos con pesar cómo nuestra principal atracción turística cerraba los días miércoles, dejando sin actividad a todo un sector que observaba con preocupación cómo se les acortaba la semana, cómo los números no cerraban y cómo se perdía competitividad frente a nuestros vecinos de Federación.
Pero todo eso parece haber quedado atrás gracias a la resolución adoptada por el intendente de Salto y su equipo, entre quienes corresponde destacar a Walker Vargas. En cada visita que hemos hecho a las termas, lo hemos visto trabajando y ocupándose de levantar este sector. La decisión de volver a abrir los miércoles no solo apunta a atraer turistas y reactivar la economía de hoteles y comercios; también envía una señal clara: aquí no habrá días de descanso. La única forma de cambiarle la cara al departamento (y a un sector olvidado y ninguneado por la administración anterior, como lo fue el turístico) es trabajando incansablemente los siete días de la semana.
Los motores se encendieron para funcionar sin interrupciones los miércoles, y a partir de allí comenzaron a llegar noticias alentadoras y señales claras para la ciudadanía. Una de ellas fue la posibilidad de pagar en efectivo en portería, además de con tarjeta. Era un reclamo de muchos turistas que manifestaron su malestar, al que luego se sumó un pedido generalizado de los salteños, que entendían esa medida como algo contraproducente para el sector.
Este trabajo incansable no solo se ha reflejado en decisiones administrativas, sino también en la organización de eventos. Hacía muchos años que no se veían las termas tan colmadas de turistas y salteños disfrutando de espectáculos musicales con distintas bandas. Entre ellas, para los nostálgicos, la presentación en vivo de Los Fatales, porque (como todos sabemos) antes de ir al baile hay que comer una buena pizza muzzarella.
La frutilla de la torta fue, sin duda, la inauguración del techo de las piscinas, una promesa realizada hace un par de años que finalmente se concretó con esta administración. Y hay que decirlo, quedó hermoso. Los cambios se han hecho notar, y se ha llegado a tiempo para afrontar una temporada de termas que ojalá sea la elegida por miles de turistas que comienzan a escuchar cómo el departamento de Salto resurge de las cenizas, como el ave fénix.
Todo esto forma parte de un proceso cuyo objetivo final es volver a sentir orgullo de ser salteño. Orgullo de llevar a la familia a las Termas de Daymán. Y, mientras tanto, esperamos con ansias la aprobación de un presupuesto que, sin dudas, será un antes y un después en la vida de todos nosotros.





