back to top
20.1 C
Salto
lunes, noviembre 17, 2025
Columnas De Opinión
Jesus Grasso
Jesus Grasso
Edil de la Coalición Republicana por la lista 434.

Capítulo 14: Empatía en tiempos de convivencia

Mucho se ha hablado en los últimos días de la medida adoptada por el intendente de Salto, en la que se desafectan algunas plazas de la ciudad liberándolas del humo de tabaco, de marihuana y del consumo de alcohol. Una decisión celebrada por muchos y cuestionada por otros. Sin embargo, creo que es necesario emitir una opinión clara: es una medida que merece respaldo.

De respaldo porque busca recuperar espacios que durante años dejaron de ser atractivos para las familias que desean disfrutar del aire libre y compartir tiempo de calidad con sus seres queridos. Las plazas habían pasado a ser percibidas como lugares peligrosos, poco apropiados para niños y abuelos. Esta resolución no solo intenta devolverle dignidad al espacio público, sino que envía una señal clara de cuál es la prioridad del gobierno departamental: que las plazas vuelvan a ser para las familias.

Me pongo en el lugar de una madre que quiere llevar a sus hijos a jugar a un lugar seguro, y que además necesita pedir permiso a los padres de los amigos de sus hijos para que los acompañen. ¿Cómo garantizar su bienestar si, al llegar, encuentra personas consumiendo sustancias que alteran su estado mental y pueden volver el ambiente más tenso o incluso más violento? Esa madre carga con la responsabilidad de devolver a esos niños sanos y salvos. Imaginar esa situación ya genera angustia; vivirla, mucho más.

- espacio publicitario -SOL - Calidez en compañía

Lo mismo ocurre con los abuelos que tienen como salida de fin de semana llevar a sus nietos a andar en bicicleta. En lugar de disfrutar una tarde tranquila, terminan preocupándose por dónde se mueven los niños, a qué zona no deben acercarse o qué personas están en el entorno inmediato. No es libertad si tienes que estar vigilando cada paso.

Por eso, devolverle la libertad a las familias no implica privar de derechos a nadie; es exactamente lo contrario. Porque afirmar que consumir sustancias en las plazas es un derecho atenta directamente contra el sentido más profundo que tienen estos espacios: el encuentro, el disfrute y la convivencia familiar. Recuperar ese valor social es esencial para fortalecer nuestra comunidad.

- Advertisement -Salto Grande es energía, talento y desarrollo

Además, esta medida impacta en otro frente: limita la venta y circulación de sustancias prohibidas que muchas veces encontraba en las plazas un punto de apoyo. No es una solución definitiva, pero sí un paso firme para reducir un problema que afecta a todos.

Y hay otro beneficiado directo: el comercio local, especialmente el gastronómico. Con plazas más seguras y ordenadas, las familias se van a animar a quedarse más tiempo, a compartir un mate, a ver jugar a sus hijos y nietos, y cuando caiga la tarde será natural bajar a cenar a una pizzería o pasar por una heladería. Se genera un círculo virtuoso donde gana la familia, gana la comunidad y gana el comercio.

La Plaza Artigas (y todas nuestras plazas) deben volver a ser lo que siempre fueron: un bien social recuperado, un símbolo del Salto que queremos construir y un punto de encuentro que une generaciones.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/1o73