En este capítulo abordamos un tema clave para nuestra sociedad como lo son las oportunidades de nuestros jóvenes en un mundo que cambia constantemente. Como debemos preparar a la sociedad para afrontar los nuevos desafíos y, sobre todo, aprender a reconocer las oportunidades que surgen.
Uruguay ha logrado un avance enorme en conectividad. Hoy casi todos los jóvenes pueden acceder a internet, sin importar dónde vivan. Esa ventaja se trasladó a la educación. Durante la pandemia, nos vimos obligados a adaptarnos al aprendizaje digital, usando plataformas como Zoom o Meet. Esa experiencia demostró que, con una computadora o un celular, cualquier joven puede estudiar desde su casa, superando las barreras económicas que antes frenaban su formación.
Sin embargo, en el norte del país persiste una brecha entre la educación y el empleo. Muchos jóvenes se forman, pero luego deben emigrar para encontrar trabajo. Talento hay, lo que faltan son oportunidades. Y eso plantea la interrogante ¿cómo logramos cerrar esa brecha entre formación y trabajo?
El futuro laboral exige repensar la educación. No alcanza con tener profesionales si luego no pueden desarrollarse en lo que estudiaron. Debemos crear un entorno que vincule la formación con las necesidades reales del mercado laboral. Hay que diseñar una estrategia que permita que los jóvenes talentos se queden, que encuentren aquí el lugar donde crecer.
Así como somos un país referente en desarrollo de software, debemos fortalecer los centros de innovación y formación como pilares del desarrollo regional. El norte no puede seguir siendo visto como una utopía. El desarrollo es posible si hay verdadera descentralización y oportunidades equivalentes a las de la capital.
Las últimas señales desde el Ejecutivo nacional, tras escuchar al ministro Oddone sobre educación en el norte, dejaron más dudas que certezas. Por eso insisto en que invertir en el interior no es un gasto. Apostar recursos al desarrollo del departamento no es un gasto. Es creer en el equilibrio territorial, en la igualdad de oportunidades y en un país verdaderamente integrado.





