Me parece que tenemos que hablar del bachillerato artístico, de la salida laboral, de qué significa formar una generación de estudiantes para enfrentar el campo laboral. ¿Hay campo laboral? ¿O seguiremos viendo nuestros jóvenes irse a la capital como único destino posible para desarrollar su vocación?
¿Qué te llevó a seguir el bachillerato artístico?
Y por más cliché que suene; fue la pasión. En mi caso va más por el lado del dibujo, algo que me acompaña desde chico. No fue solo que se me diera, sino que el lápiz siempre estuvo ahí, como un amigo. Tengo la certeza, porque ya lo viví, de que por más malo que sea el momento que uno pase, siempre va a haber un lápiz y ahí me aparece esa necesidad de dibujar, de crear.
Es una necesidad que siento natural, casi primigenia, como algo que viene de las raíces del ser humano: la necesidad de crear, de hacer, de aprender de lo que uno crea y aprender para seguir creando.
Además, siempre está ese espacio que uno se da porque lo necesita: crear, explorar, meterse en los pensamientos y en las ideas. A mí se me hace algo hermoso, casi una forma de conocerse a uno mismo.
¿Qué vas a hacer ahora que egresás?
Me voy a inscribir en el profesorado de dibujo del SERP. Y después, cuando ya tenga mi trabajo y un espacio económico más estable, voy a invertir la plata que haga falta y también el tiempo y los materiales, para hacer exposiciones independientes.
La idea es que, llegado el momento, eso me permita ser profesor de taller y pintura, que es lo que más me llama, sobre todo por el tema de exponer, crear, elaborar y trabajar en todo ese lado más plástico.
¿Qué opción laboral hay para los artistas que no tienen perfil para ser profesores y quieren dedicarse al ARTE de manera profesional?
Opciones hay pocas, a menos que uno tenga sus propios contactos para dar a conocer su arte. Hay trabajos más independientes, por ejemplo lo que se ha popularizado mucho en Latinoamérica, que es el manga.
Es un trabajo muy independiente y hasta hay artistas uruguayos que ya se están instalando en ese mundo y ganando relevancia.
También están las redes, que sirven para llegar a la gente mucho más fácil y, por lo menos, ganar reconocimiento. Con eso se puede construir una reputación y tener más chances de conseguir un trabajo más vinculado al arte que uno hace, sin necesidad de dedicarse a la docencia.
Sentís que hay una comprensión en Salto de la importancia del ARTE?
No, Salto tiene un concepto muy ambiguo del arte, principalmente por el tema pintura. Las pocas veces que he visto cosas más alternativas, han sido de gente con determinado poder económico. Eso es una ventaja, pero también es algo que juega en contra del propio artista, después de ahí es que se empieza a tener cierto, cómo decirlo, cierta ‘cara del artista’.
No se puede tener una cara del artista, no se puede tener una definición de artista, de arte, porque es totalmente subjetivo, tal como la opinión que estoy dando, puede ser que yo estoy opinando esto y para otra persona sea totalmente diferente la percepción.
¿Cuál es tu línea de trabajo o idea transversal que permea tu obra?
No tengo una sola línea, sino que me baso en varios referentes. Principalmente, está el tema urbano, que es lo que más me gusta, tipo algo estilizado y lo suficientemente salvaje como para impresionar a la gente, pero que, a la vez, sea armónico y forme parte del ambiente, del paisaje. Y también sería algo más psicodélico, principalmente por el tema de paletas de colores, además de añadirle un poco de minimalismo.
Depende mucho de la situación, porque en realidad el minimalismo yo lo utilizo en dadas ocasiones que se necesita representar ciertas emociones, porque justamente con el minimalismo, por ejemplo, voy a hacer una obra en donde quiera representar la soledad. Bueno, no es lo mismo, poner a una persona sola en un cuarto, que una persona muy chiquitita, chiquitita, chiquitita, puesta en la esquina de todo un espacio negro.
Es una forma de complementar la propia composición y eso es lo que yo utilizo.
Y también algo en lo que me inspiro, que es algo también que muchos artistas de mi generación se deben inspirar, es el tema obviamente manga y anime, principalmente por el estilo que maneja, por la variedad de estilos que hay, porque son muchos los que se inspiran de distintas obras, cada cual que tiene su estilo, su forma de ser, sus características, que es la diferencia de todos los demás, es algo que inspira el artista como para ir forjando su propia personalidad en su obra, en sus obras, en su estilo y que sea reconocible a ojo del espectador.
Por ejemplo, vos no vas a ver, voy a poner un ejemplo para que se pueda entender, vos no vas a ver un dibujo hecho al estilo de Dragon Ball y decir, ah claro, esto es de Nueva York, no es del estilo de Mafalda, es una forma de forjarse uno y desarrollarse como artista y a la vez a su obra misma, a su estilo, a su forma de trabajar, a la técnica misma que maneja.
También está la gran diversidad de técnicas que existen, un barullo de tantas técnicas. La que yo utilizo, porque es la que más me conviene, es el tema de lo digital, de virtualidad. Hago mis dibujos en el celular nomás, pero obviamente me tomo mi tiempo para pensar la idea, pensar el foco principal, desarrollar una composición que se pueda entender y que transmita lo que quiero comunicar.
¿Te parece que puede haber libertad sin salario?
«Libertad, esa palabra que el sueño humano alimenta, no hay nadie que la explique y no hay nadie que no la entienda». — Cecilia Meireles
Y… haber, puede. Capaz uno no gane el reconocimiento que se merece, porque claro, no hay forma de producir muchas obras y así de forma independiente si no hay algo que sirva como base para la producción de esas obras.
Obviamente, es complicado, pero que se puede, se puede. Es difícil, es difícil. También hay que tener en cuenta el tema de que uno necesita su propio sustento para establecer un estilo de vida, porque claro, sin artista no hay arte.
¿Querés decir algo que no te haya preguntado?
Un mensaje a todos los artistas independientes de Salto y es que nunca dejen el lápiz, nunca dejen de realizar su pasión, porque uno si no tiene su pasión no puede vivir, no solo limitándonos al arte, sino que cualquier cosa.
Yendo para el lado de arte, dibujo, pintura, todo es un motor que uno tiene para realizar las cosas, es una forma de libertad, una de las cosas que más se acercan a eso.
Porque, en realidad, nadie tiene una libertad absoluta, uno se limita y nuestro mundo que nos rodea también nos limita, por más que nosotros queramos o no, para cualquier idea que tengamos siempre va a haber un límite. Pero en la cabeza, en el mundo de las ideas que uno tiene, es el mundo donde podemos ser nosotros mismos, donde no hay probabilidades, no hay presupuesto que exista en la imaginación, solo un motor que tenés que hacer arrancar y empezar a crear.
