La raza volvió a destacarse en la Exposición Rural con un alto nivel de competencia y ejemplares de gran proyección genética. Bellamar Estancias y La Morocha se quedaron con los grandes campeones.

Con 175 animales de 45 cabañas, la raza Brangus volvió a ser protagonista en la pista central de la Exposición Rural de Palermo 2025. Fue la segunda en número de ejemplares presentados y evidenció, tanto en machos como en hembras, un nivel que ratifica su presente consolidado y su proyección internacional.
Durante la mañana del martes se llevó a cabo la jura de hembras, que culminó alrededor del mediodía. El premio a la Gran Campeona Hembra fue para la cabaña Corral de Guardia, de Bellamar Estancias (Villa Valeria, Córdoba). Se trata de una vaca mayor con cría, que ya había sido vendida en un 50% durante 2024 a la firma Vertoli Barroni, reflejando su alto valor genético.
La cabaña Los Guasunchos (Gregorio, Numo y Noel Werthein S.A.), se coronó como Reservada Gran Campeona, y un animal de Pozo de la Carreta (Gilotauxa Agropecuaria), como Tercera Mejor Hembra.
Por la tarde, en una pista más pesada, se realizó la jura de los machos. El Gran Campeón Macho fue de la cabaña La Morocha, de Ovidio Otero S.A., un toro que se destacó por su volumen, estructura, circunferencia escrotal y calidad carnicera.
El Reservado Gran Campeón Macho fue para El Porvenir (Walter Orodá), mientras que el Tercer Mejor Macho fue de San Marcos (Luis Ángel Cuadrado), criado por Quilpo Norte.

La jura estuvo a cargo de Alejandro Lauret, criador catamarqueño, quien expresó su satisfacción por el nivel general de la muestra.
“Encontramos un Brangus bien argentino, productivo y funcional. La Gran Campeona tenía su segunda cría y ya estaba preñada nuevamente. La Reservada, incluso, parió a las tres de la mañana y se presentó en pista en perfectas condiciones”, señaló.
Respecto a los machos, Lauret agregó que la fila final estuvo compuesta por “toros padres” y destacó especialmente al ejemplar consagrado como Gran Campeón por su equilibrio general y su potencial genético.
También subrayó el desplazamiento de los toros más pesados, que superaban los 900 kilos: “Se movían con agilidad pese al peso, lo que habla muy bien de la genética y del trabajo que realizan los criadores. El Brangus argentino está entre los mejores del mundo y puede cumplir con los estándares de cualquier mercado”.
La jornada dejó en claro que la raza atraviesa un momento de consolidación, con una fuerte base genética, capacidad de adaptación, funcionalidad y eficiencia productiva. Palermo volvió a ser la vidriera ideal para mostrar al mundo el potencial del Brangus argentino.