En el marco de la jornada anual «Genética Productiva» de la familia Silva Leggire, desarrollada en El Amanecer, el doctor Fernando Cunha compartió la experiencia que vienen acumulando en el uso de biogarrapaticidas a base de hongos nativos como alternativa para el control de la garrapata.
Cunha recordó que el Ministerio de Ganadería declaró la emergencia parasitaria en Uruguay, ante el aumento de la prevalencia de la garrapata y los altos niveles de resistencia a los compuestos químicos tradicionales. “Los químicos en muchos casos no están funcionando, y eso nos lleva a buscar nuevas alternativas”, sostuvo.
La herramienta biológica que están utilizando consiste en hongos seleccionados y aislados en el país, producidos por un laboratorio en Tacuarembó, a cargo de la Ing. Alda Rodríguez. “Son hongos que están en nuestros suelos, que se aplican por contacto y que actúan no solo sobre la garrapata adulta, sino también sobre huevos y larvas, además de colonizar los campos y generar un efecto acumulativo en el tiempo”, explicó Cunha.
Entre las formas de aplicación, el baño por aspersión resulta el más económico, con un costo estimado de 80 centavos de dólar por animal en promedio. También se puede recurrir a baños de inmersión o aplicaciones directas en el suelo, estas últimas de mayor costo (alrededor de 40 dólares por hectárea), aunque útiles para áreas estratégicas con alta infestación.
Una de las principales ventajas de esta tecnología es que no deja residuos en carne ni genera resistencia, permitiendo rotar con los químicos sin riesgo de pérdida de eficacia. “Podés bañar el ganado y al otro día embarcarlo, lo que acelera los procesos. Además, la garrapata muere en un lapso de 8 a 10 días tras el tratamiento”, señaló.
El técnico advirtió que es fundamental respetar los períodos de espera entre tratamientos químicos y biológicos, dado que los productos convencionales inactivan a los hongos.
“Soy de los que piensan que a químicos no le vamos a ganar a la garrapata y, de hecho, creo que le estamos perdiendo. Por eso, esta herramienta encaja muy bien dentro de la rotación de principios activos, no solo en predios multirresistentes, sino también en aquellos donde aún funcionan los químicos”, concluyó Cunha.









