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sábado, noviembre 29, 2025

Bi y Tri trenes

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Diario EL PUEBLO digital

Transportistas en lucha contra propuesta del MGAP,“quieren concentrar la riqueza en pocas manos y dejar a 100 mil familias sin trabajo”

Las declaraciones del ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca sobre la implementación de camiones de 30 metros —los llamados bi y tri-trenes— encendieron la alarma entre los trabajadores del transporte de carga.

Desde la Cámara de Transportistas de Granos y Afines del Uruguay (CATGADU), su referente Julio Zednicek fue afirmó que de aprobarse esta iniciativa, el país se enfrenta a un verdadero desastre social y económico.

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«Estamos hablando de más de 100.000 puestos de trabajo en riesgo directo”,sentenció.

Zednicek recordó que los camioneros han sido históricamente el engranaje que conecta la producción nacional con los puertos. “Somos los responsables de llevar los granos, la carne, la madera y toda la producción que hace mover al Uruguay. Pero en lugar de reconocer nuestro esfuerzo, ahora se pretende sustituirnos con vehículos gigantes que ni siquiera el país está en condiciones de soportar”, afirmó.

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El dirigente denunció que Uruguay no tiene infraestructura vial preparada para este tipo de equipos. “Hoy ya es difícil para la gente sobrepasar camiones de 20 metros. Imagínese tres camiones de 30 metros circulando juntos en rutas sin doble vía y con puentes viejos. El riesgo de accidentes fatales es enorme. Se está jugando con la vida de la gente”, advirtió.

Además, rechazó de plano el argumento del gobierno de que esta medida abarataría los costos del flete en un 30%. “El flete ya está deprimido a un punto que no cubre ni los costos. Invertir 300.000 dólares en estas unidades es inviable para cualquier transportista. ¿Quién lo va a hacer? ¿Quién arriesgaría semejante capital para cobrar aún menos? Solo alguien que busque lavar dinero, porque rentable no es”, enfatizó.

Desde CATGADU remarcan que no están en contra de la modernización del transporte, pero aclaran que no existen condiciones para aplicar estas tipologías en el Uruguay de hoy. “Cuando se construyeron las rutas para UPM, con miles de millones de dólares, ahí sí se habilitó este tipo de camiones. Pero fueron obras pensadas para las multinacionales, no para el pueblo. Hoy seguimos con rutas deterioradas y sin soluciones estructurales. Los beneficios siempre se concentran en pocos, mientras que la mayoría apenas sobrevive”, señaló Zednicek.

La crítica a la teoría del derrame

El transportista también cuestionó la visión política detrás de la propuesta. “Esto es la famosa teoría del derrame. Nos dicen que si los grandes ganan más, después nos va a llegar a todos. Pero los trabajadores sabemos que del derrame no llega ni la humedad. Esta medida concentra la riqueza en pocas manos y condena a miles de familias a la desocupación”, sostuvo.

CATGADU advierte que detrás de cada camión trabajan entre 12 y 15 personas de forma directa e indirecta: mecánicos, gomeros, tapiceros, estacioneros, herreros, electricistas, proveedores de viandas. “Cuando decimos que son 100 mil puestos de trabajo en juego no estamos inflando cifras. Están bien sacadas las cuentas. Si hoy hay 15 o 18 mil camiones de 45 toneladas, y se sustituyen por unidades que cargan el doble, quedarán apenas 7 mil en circulación. Eso es menos trabajo, menos consumo, menos vida para el interior del país”, subrayó.

Propuestas alternativas

En ese sentido, planteó alternativas para abaratar los costos de producción sin destruir al transporte. “Queremos que el productor pague menos, claro que sí, porque de eso vivimos todos. Pero hay otras formas como bajar el precio del gasoil, eliminar los fideicomisos que encarecen el litro en ocho pesos, mejorar la eficiencia del Estado. No podemos aceptar que la solución sea dejarnos sin trabajo. La balanza no puede inclinarse siempre hacia un solo lado”, remarcó.

Zednicek insistió en que el transporte atraviesa una situación crítica, con precios irrisorios y exceso de oferta. “Hoy el Ministerio fija tarifas que después nadie respeta. Si vos no aceptás un flete miserable, atrás hay veinte camiones esperando. Y muchos que entran al rubro ni siquiera conocen los costos reales porque miran lo que gasta en gasoil, pero no contemplan cubiertas, motor, electricidad, carrocería. El día que tienen que renovar el camión no tienen con qué. Eso es lo que está pasando”.

Un llamado al sistema político

Finalmente, hizo un llamado directo a la clase política. “Queremos que nos atiendan, que nos escuchen. No estamos en contra del desarrollo, pero exigimos un país más justo y equitativo. Que piensen en el camionero, en el estacionero, en el gomero, en todos los que vivimos de este trabajo. Gobernar no puede ser favorecer a las multinacionales mientras el pueblo se queda afuera. Si se imponen los camiones de 30 metros, será el fin de miles de familias. Y eso no lo vamos a aceptar en silencio”.

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