A todos los socialistas les deseo: La abundancia de Venezuela, el salario de Cuba, la justicia de China y la libertad de Corea del Norte.
Mario Vargas Llosa.
El ESTADO DE BIENESTAR es un engaño muy bien concebido por los pseudo intelectuales y lógicamente por la clase política y sindicalistas que se nutre de él, y que ofician de administradores del reparto de lo que se le quita por la fuerza a unos para entregar por donación a otros y en ese pasaje de dinero “de bienestar” el único que se enriquece es el intermediario, mientras que el resto de la sociedad se vuelve cada vez más pobre.
En el socialismo pagas con tu propia miseria y tu propia ruina los lujos y confort de la clase política, porque la riqueza que arrebata el Estado vía impuestos, luego se destina a pagar sueldos y subsidios.


En las sociedades socialistas la distinción es entre los que tiene el poder de quitar y los sometidos a dar, entre amos y eslavos, entre los que sufren confiscaciones de su propiedad y quienes se reparten el botín confiscado.
El honrado se arruina a costa del enriquecimiento de quienes solo consumen y que viven en el lujo y el confort con dinero ajeno. Esa es la base del socialismo. Engañar a las masas con un relato emocional a favor del pobre, del trabajador, de los más vulnerables, para luego convertirse en privilegios de pocos, donde el único beneficiado es el administrador socialista.
El administrador socialista necesita dinero, cuanto más dinero más se enriquece y entonces nos dirá que es necesario un Estado presente y paternalista, claro está, bajo esta consigna el socialista lo único que busca, su interés prioritario, es recaudar cada vez más, de manera de tener más dinero para administrar y con ello aumentan sus posibilidades de hacerse cada vez más rico, mientras que los pobres permanecen huérfanos del Estado.
Aumentan el gasto público, los impuestos, etc, no para ayudar a los más necesitados como dice su propaganda sino para tener más poder y ayudarse a ellos mismos. Como dijo en forma brillante Paulo Coelho: “cuando el político habla de terminar con la pobreza, se refiere a la suya propia”.
El socialismo financia la política – diputados, senadores, funcionarios públicos, burócratas – con el dinero del sector privado, de aquellos que generan riqueza genuina en la sociedad y entonces el dinero pasa de un sector productivo a uno improductivo, que solo se dedica a consumir.
Esto lo que demuestra es que el socialismo es una estafa y una inmoralidad.
Y es por esto que el Estado de Bienestar causa malestar, ese malestar de saber que el dinero se administra mal y es a causa de esta deficitaria e ineficiente administración que todo lo del Estado es un verdadero desastre, todos sus servicios son de pésima calidad y todos somos más pobres.
El sector privado esta fundido por mantener una casta política que solo subsiste con recursos ajenos y que debería sobrevivir con recursos voluntarios, que sean proveídos del sector privado, no a la fuerza, sino en forma libre y voluntaria en retribución por el buen trabajo del político. Si el político piensa que hace un trabajo brillante que ponga a evaluar su salario con aportes voluntario de la gente.
En un Estado socialista los únicos que progresan son los políticos.
El tamaño de la política está en estricta relación con la miseria o riqueza de una sociedad.
Faucoult decía: hace falta menos política, porque al haber menos política, eso fomenta la individualidad y la acción humana, que eso es generar riqueza; el liberalismo identifica claramente el enemigo y es obvio que los estatistas socialistas no querrán leer y mucho menos enseñar a Von Mises, a Hayek, porque ellos les dicen: ustedes son el problema, no son la solución.
Es obvio que los políticos te dirán que la democracia es el mejor sistema de gobierno y que acabar con ella es por tanto el peor de los males; no es de ellos pues de quienes se puede esperar un cambio. Ningún político fruto de un arrebato ético o del proceso intelectual que fuere, dejará por sí mismo de saquear a la población porque eso va contra su personal beneficio, son los saqueados los que deben buscar y encontrar las herramientas para terminar con este Estado socialista empobrecedor, injusto e inmoral.
Esperar que los políticos cambien un sistema que altamente los beneficia es como esperar que los ladrones motu proprio devuelvan lo robado y se encierren a sí mismos en una celda, sin embargo, en 40 años de democracia eso es lo que seguimos esperando los votantes uruguayos: que los ladrones motu proprio dejen de robarnos y devuelvan lo que no les pertenece.
Y yo me pregunto, siendo tan burdo y evidente el engaño socialista: ¿cómo nos mantenemos y permanecemos impávidos ante tanta degradación y daño?
En fin, en tiempo de elecciones la sociedad uruguaya deberá decidir cuánto daño se quiere auto infligir, debiendo optar entre una fuerza política – FA – comandada y dirigida por la ultra izquierda comunista, PIT CNT y el MPP, que profundizará la herida, extendiendo aún más la degradación moral y el daño o la COALICION REPUBLICANA donde continuaremos en la mediocridad de un estado socialista atemperado, que si bien no agrandará la herida, la mantendrá, sin cicatrizar.
Se trata entonces de elegir, no ya “lo menos malo” como frecuentemente se dice, sino lo que cause menos daño, lo que atropelle menos tu libertad.
Elijamos responsablemente, nuestro futuro depende de ello.