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sábado, marzo 1, 2025
Columnas De Opinión
Ana Jerozolimski
Ana Jerozolimskihttps://semanariohebreojai.com
Columnista especial para EL PORTAL digital desde Israel. Periodista uruguaya-israelí, como ella misma se define. Nació en Montevideo en 1961 y se radicó en Jerusalén en 1979. Es B.A. de Relaciones Internacionales de la Universidad Hebrea de Jerusalén y cursó estudios de Islam e Historia del Medio Oriente.

AUDIO: Entre el horror del cautiverio y un canto a la vida: Informe desde Israel a cargo de Ana Jerozolimski

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/ntua

Este audio publicó Ana Jerozolimski el pasado 3 de febrero, lo compartimos con Ud. con permiso de la periodista en exclusivo para EL PORTAL digital de EL PUEBLO.

Amigos todos, hoy lunes 3 de febrero. Quiero compartir con ustedes, ante todo, algo de las noticias de las últimas horas, tanto revelaciones de la familia de Keith Siegel, liberado el sábado último, como una declaración de Ofri Bibas, la hermana de Yarden, sobre la situación en la que se halla su hermano tras su liberación. Empezando por esto último, Ofrí dijo que la familia exige a las autoridades que den elementos claros sobre la situación de Shiri y los niños.

Ariel y Kfir, como bien sabemos, Hamas le dijo hace tiempo a Yarden Bibas en cautiverio que están muertos, pero nunca presentó pruebas al respecto. Evidentemente, Yarden, lo primero que preguntó al llegar, lo reveló su familia, fue sobre Shiri y los niños.

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Y la familia trágicamente no tenía una respuesta clara para darles. Pues la familia ahora exige que quiere saber. La pregunta es si acaso el Estado realmente tiene algo nuevo para decir. Shiri, una de las hijas de Keith Seagal, el civil de 65 años, liberado el sábado tras 484 días de cautiverio.

Keith del Kibutz Kfar Aza contó que él fue víctima, en realidad, como todos, de diferentes tipos de terrorismo físico, mental, emocional, psicológico. Además de haber pasado épocas de extrema hambre, fue mantenido en aislamiento, en oscuridad total. Al ser liberado o antes de ser liberado, le obligaron a escribir una carta de agradecimiento a Izz a -Din al Qassam, la brigada armada de Hamas, por el “trato recibido”. Es increíble, realmente el cinismo de los terroristas.

Y eso es solo una pequeña parte de las monstruosidades que cuentan los secuestrados. Hay que escribir al respecto por separado. Lo haré y lo compartiré a través del portal Semanario Hebreo Jai. Ahora quiero compartir con ustedes dos historias que acabo de escuchar. No son cosas que yo grabé, son dos historias de entrevistas que acaban de hacer en la Radio Pública Israelí, en reshet bet, ese es el punto del dial. Dos entrevistas con dos habitantes del sur de Israel.

Uno es Tsaji Gad del  Kibbutz Beri, que tiene casi 70 años. Ya en mayo volvió con su esposa a vivir en Beerí.  Él y su esposa se salvaron por milagro el 7 de octubre. Terroristas se instalaron en el techo de la estructura en uno de  cuyos pisos está su casa. Por eso no la incendiaron totalmente. Luego, al final, sí se incendió por un proyectil que cayó ahí. Cuando dispararon los terroristas a policías, mataron nueve y uno de los proyectiles cayó sobre el jardín y quemó todo. Pero el centro de la casa no se quemó totalmente. 

Ellos lograron salvarse por esa situación porque los terroristas habían instalado una posición de disparo de fuego en el techo de su casa. Tzaji Gad  y su esposa tienen a dos hijos y seis nietos viviendo en el Kibutz. Una de sus hijas, Miri, con cuatro  de sus nietos, o sea, cuatro de los hijos de Miri y su esposo vivían en el segundo piso de un edificio dentro del kibutz.  Ellos en la parte de arriba, había otra familia abajo. Desde la casa del segundo piso oyeron a los terroristas cómo entraron a la casa de abajo donde vivía un hombre de casi 80 años que sabe árabe, cómo él les trató de hablarles en árabe, que les da lo que ellos quieran, que no lo maten. Y cómo no solo que lo mataron, sino que lo torturaron.

Los gritos desesperados que oyeron Miri, o sea, la hija de Tzaji Gad  y su esposo y sus hijos, desesperados e impotentes, fueron por  lo que le estaban haciendo al vecino de 80 años en el piso de abajo. Al final, Miri y su esposo saltaron de la ventana de un segundo piso, justo una vecina de la casa de enfrente los vio, logró que lleguen a su casa, aunque su esposo ahí se quebró el pie. Así se salvaron realmente de milagro. 

Otra historia que contaron en esta transmisión, una entrevista con un señor Eli Sadé de um moshav en el sur. 

Eli y su esposa tienen un emprendimiento de condimentos y hierbas especiales que es ahora uno de los proyectos presentados en el marco de lo que se llama el Festival de las Anémonas. Siempre cuando se acerca la primavera, hay en el sur lo que siempre se llamó Darom Adom, el sur rojo, por el color de las anémonas. Ahora, evidentemente, no se quiere usar ese nombre porque recordemos que la alarma en el sur es Tseva Adom, color rojo, color rojo, repite una voz, y eso constituye la alarma. Ahora se llama Adóm Balév, o sea rojo en el corazón, y hay muchas iniciativas que atraen a la gente, invitan a la población a visitar. 

Eli Sadé perdió a un nieto en la guerra, Itái Saadón. 

Itay era un comandante de tanque. El 7 de octubre era su último sábado  en las Fuerzas de Defensa de Israel. Decidió quedarse en la base con sus compañeros para pasar el último sábado con ellos, y ahí murió. 

Y sus abuelos tienen que seguir adelante. Invitan ahora a la gente a poder disfrutar de las cualidades de las hierbas especiales que él y su esposa cultivan. Un canto a la vida.

Publicado en el Semanario Hebreo Jai

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