El ataque perpetrado este domingo contra la vivienda de la Dra. Mónica Ferrero, Fiscal de Corte, constituye un hecho gravísimo que trasciende lo personal: es un atentado directo al Estado de Derecho. Cuando se agrede a la máxima representante del Ministerio Público, se atenta contra la institucionalidad misma y contra las bases de la convivencia democrática.
La defensa de la Dra. Ferrero es, en definitiva, la defensa de la Democracia. Estos hechos no pueden quedar relativizados ni minimizados: se debe dar un mensaje claro, firme y unánime en rechazo a toda forma de violencia e intimidación contra quienes ejercen funciones esenciales para la República.
El Artículo 7 de nuestra Constitución establece que “los habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida, honor, libertad, seguridad y propiedad”. Cuando se vulnera la seguridad de nuestras autoridades, se compromete también la seguridad de todos los uruguayos.
Asimismo, el Artículo 72 reconoce que los derechos inherentes a la persona humana, aunque no estén expresamente enumerados en la Constitución, gozan de igual protección. Entre ellos, la vigencia plena de la Democracia y de la institucionalidad republicana.
Debemos ser todos contestes en señalar que esta acción afecta la seguridad nacional, pues busca sembrar miedo en quienes tienen la misión de aplicar la Justicia y garantizar la legalidad. La defensa de nuestras instituciones requiere unidad y la reafirmación de que en Uruguay la Democracia se respeta y se protege.GECS.
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