¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad degenerativa en la que se alteran las propiedades mecánicas del cartílago articular y del hueso sub condral (hueso debajo del cartílago) y que a su vez es la expresión de un grupo heterogéneo de enfermedades de causa multifactorial, con manifestaciones biológicas, morfológicas y clínicas similares.
Es la enfermedad articular más frecuente y es la causa de discapacidad más importante en las personas mayores.
En el desarrollo de la enfermedad intervienen factores bioquímicos, biomecánicas, inmunológicos e inflamatorios. El resultado final es la destrucción de la matriz extracelular.
Coadyuvan en su mayor expresión diversos factores: genética, sexo femenino, mayor edad, obesidad, actividad laboral, deporte profesional, alteraciones en la alineación articular, traumatismos o artritis previas, etc.
¿Cómo se manifiesta?
Su expresión clínica es: dolor de tipo mecánico en relación al uso articular, en general intermitente y auto limitado, más
persistente cuando avanza la enfermedad; rigidez luego del reposo; limitación de la función articular e inestabilidad; deformidad y aumento del tamaño articular; grados variables de inflamación local, etc.
Las localizaciones más frecuentes de la artrosis primaria son: manos (interfalángicas proximales y distales y base del pulgar), rodillas, caderas, columna cervical y lumbar, y pies.
El examen muestra zonas de sensibilidad y dolor a la presión y movimiento, crepitación, deformidad, limitación de movimientos, atrofia muscular, etc.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico es clínico y radiológico. El 60 a 70% de las personas mayores de 60 años presentan artrosis radiológica, pero sólo el 20% tienen síntomas de la enfermedad.
La ecografía y la RMN generalmente se usan para descartar otras enfermedades asociadas.
La artroscopia permite ver la articulación por dentro y puede utilizarse como posibilidad terapéutica en lesiones asociadas.
No existen pruebas de laboratorio específicas para la artrosis.
¿Cuál es su tratamiento?
Sus objetivos son: educación, aliviar el dolor, mantener o mejorar la función articular y retrasar su progresión.
El tratamiento debe ser individualizado e interdisciplinario y puede ser: no farmacológico, farmacológico y quirúrgico.
a) Tratamiento no farmacológico.-
Educación, utilizar adecuadamente las articulaciones, evitando la sobrecarga, corregir posturas, evitar el sobrepeso, fortalecer musculatura, analgesia con aparatos de fisioterapia, uso de ortesis, etc.
b) Tratamiento farmacológico.-
Analgésicos: Paracetamol, Ibuprofeno, etc.
Antiinflamatorios no esteroide os: hay una amplia gama, pero se debe tener cuidado con los efectos secundarios, deben ser recomendados por médico y controlado su uso.
Medicamentos de uso local: hay una amplia gama de analgésicos y antiinflamatorios en forma de gel, sin las dificultades de los efectos secundarios de los usados por otras vías.
Infiltraciones intraarticulares con corticoides: se utiliza en casos de gran inflamación y con los cuidados necesarios.
Antiartróscios: existe un grupo de medicamentos que si bien no son curativos, pretenden fortalecer el cartílago dañado: glucosa mina, condroitín sulfato, diacereína, extracto de palta y soja.
Acido hialurónico: es de uso intrarticular una vez a la semana, por varias semanas, lubrica la articulación y regenera el cartílago.
c) Tratamiento quirúrgico.-
Cuando el paciente no responde al tratamiento médico, el dolor es persistente, con limitación importante en los movimientos articulares, impidiendo las actividades de la vida diaria, se debe plantear la posibilidad quirúrgica.
En rodilla y cadera se utilizan la artroplastia total (prótesis) que son efectivas.
En la base del pulgar (articulación trapezometacarpiana) pueden utilizarse diferentes procedimientos quirúrgicos: artroplastia, osteotomía o artrodesis.
Las articulaciones interfalángicas proximales y distales de las manos no tienen hasta el momento solución quirúrgica.
En próximos encuentros estaremos desarrollando distintos temas de artrosis en diferentes partes del cuerpo.
ARTROSIS: muy rara antes de los 40 y muy frecuente después de los 60
No a la obesidad y al sedentarismo
El doctor Nelson Cambrilla, tuvo la gentileza de elaborar un interesante informe sobre el tema de la Artrosis, sus síntomas tempranos y la forma de disminuir el riesgo de contraer la enfermedad. Hoy compartimos con nuestros lectores, algunos puntos claves, para el conocimiento de la enfermedad sobre todo por parte de aquellas personas que hoy padecen de Artrosis.
Aunque en nuestro medio es una enfermedad muy común la Artrosis es una patología muy rara de verse, antes de los cuarenta años y muy común después de los sesenta.
Por ser un tema con tratamientos muchas veces muy extenso, existen distintas patologías en pacientes también de distintas edades y es más común verla en mujeres
¿QUÉ ES LA ARTROSIS?
La artrosis es una enfermedad, que posee cartílagos y una bolsa llena de líquido llamado sinovial.
Dicha enfermedad causa la degeneración de dicho cartílago, que es quien protege las articulaciones. Esta es la región, donde existe una relación entre dos o más huesos.
CARTÍLAGO: Es un tejido adherido a las extremidades de los huesos, ligados por las articulaciones.
Cuando realizamos movimientos de una o más articulaciones, los huesos se deslizan entre sí con la mínima fricción, debido a la existencia del cartílago, y el líquido sinovial.
Por lo tanto los movimientos son normales.
La Artrosis es una, llamémosle, alteración del cartílago, en el cual se produce una degeneración, tornándose mas áspero, con el aumento de la fricción, causando distintos signos, y síntomas. que dependiendo de la etapa de la enfermedad, nos lleva a consultar por la intensidad del síntoma de dolor.
INFLAMACION: la inflamación en una articulación, se la puede notar en una hinchazón. Esto sumado al dolor, causa una disminución de la movilidad y una impotencia funcional, que caracterizan a la Artrosis.
De acuerdo a la etapa en que se encuentre el paciente, debe recibir un tratamiento médico adecuado.
Como ya lo mencionamos, es una patología muy rara de verse antes de los cuarenta pero muy frecuente después de los sesenta años, ya que es un proceso natural del envejecimiento.
Es mucho más frecuente de verlo en el sexo femenino, y en aquellas personas que sufren de sobrepeso, sedentarismo, predisposición, entre otros muchos factores.
La Artrosis, es primaria, cuando no existe una causa aparente. Secundaria cuando es debido a traumatismos anteriores:
fracturas, diabetes, deformidades óseas, enfermedades musculares, predisposición genética, actividad laboral, actividades deportivas de alto impacto, entre otros.
DOLOR: Es el síntoma principal. Se comienza a iniciar en forma mínima, para transformarse con una intensidad máxima.
Mejora con el reposo y aumenta con el movimiento, por el cual, puede llegar a ser mayor en las últimas horas de la noche.
La variación del clima, viajes extensos y posturas incorrectas, van de la mano con la patología.
El calor en la articulación afectada es frecuente, así como la hinchazón, agregándose una rigidez articular en la zona, sumándose la impotencia funcional.
La Artrosis, puede hacer surgir dolores en las zonas vecinas.
También es muy común ver la disminución en las masas musculares, por esa razón, hay que evitar adoptar posiciones inadecuadas, que muchas veces son contraproducentes para el mejoramiento clínico.
En próximas ediciones seguiremos desarrollando: diagnóstico y tratamiento.
