AGUAS. Claramente las medidas anunciadas por el Poder Ejecutivo para la frontera litoral con Argentina separaron aguas en nuestra sociedad, lo que nunca pensamos es que lo mismo ocurriría en la misma coalición de gobierno. Es así que hemos visto una postura al borde del misticismo dogmático que trata de defender lo indefendible, pero claramente no puede hacer otra cosa por ser parte de él, asumiendo el desgaste que le ocasionará.
Una segunda línea de pensamiento aún siendo parte del gobierno, trata de distanciarse con un prematuro perfilamiento distinto al marcado por el oficialismo del gobierno nacional, poniéndose del otro lado del mostrador con algo de sentido común.
Es así que la coalición del gobierno nacional en Salto mantiene perfiles distintos. Y ni siquiera alcanzamos a mencionar la postura de la oposición y de algunos empresarios y comerciantes que se encuentran por afuera y desde la interna misma del Centro Comercial, donde hay socios que insisten en marcar diferencias con una conducción embretada por compromisos asumidos desde el lejano referéndum por la LUC.
Lo cierto es que aún es pronto para conocer si las medidas anunciadas el miércoles 10 de mayo se han trasladado en materia de precios. A razón de poner solo un ejemplo, hablaré del precio de la yerba que consumo. El mes pasado en los comercios de grandes superficies (tanto el local como el otro), variaba su precio, $ 215 el kilo en uno y $ 214 en el otro. Antes del anuncio de las medidas, en el supermercado que no es de acá, de pronto bajó el precio del kilo a $ 185, ahí aproveché porque sabía que no me vería en otra y compré varios kilos. El precio se mantuvo un par de semanas, por lo que seguí comprando y ya tengo para dos meses, TA. Ayer fui de nuevo a ese supermercado, con las medidas anunciadas por el gobierno y el kilo de la misma yerba había subido a $ 209, TA.
Por más que el relato de algunos sea uno, la terca realidad sigue demostrando lo contrario. Pero claro, ahora tendré la chance de probar con algunos artículos en las farmacias, donde supuestamente ahora también tenemos beneficios algunos días de la semana (sic).
AGUA-DOS. Pero como alguien ya ha mencionado, la imaginación no tiene límites. Eso ha permitido la aparición dentro del mismo gobierno nacional de una tercera línea de pensamiento en Salto, que trata de llevarnos a lo que algunos llaman la política de fango, tratando de sacar algún tipo de ventaja en esta situación.
En ese sentido, no se escatima en argumentos que llaman la atención porque nos trae el recuerdo de tiempos pasados que no queremos repetir, sosteniendo que todos los políticos son iguales, que nadie hace nada y que en definitiva, son unos inservibles e incapaces, apuntando directamente a nuestros diputados.
Ese argumento demuestra una intencionalidad peligrosa que busca desprestigiar a la clase política en general y sin medir posibles consecuencias. Pero es doblemente peligrosa cuando ese tipo de argumentos vienen de un abogado que se supone debió salvar Derecho Constitucional, donde entre otras cosas se enseña cuáles son las cosas que pueden hacer y qué no pueden hacer los legisladores, y claramente una de las cosas de lo que no pueden legislar es en aquellos temas que la Constitución reserva privativamente al Poder Ejecutivo, como por ejemplo, lo que tiene que ver con el manejo de la Economía y Finanzas del Estado. Los legisladores ya hicieron lo que podían hacer, hace ya casi dos años presentaron varios proyectos de ley sobre políticas de frontera que enviaron al Poder Ejecutivo para que los tomase para hacerlos propios y reenviarlos al Parlamento para su tratamiento formal, y no lo ha hecho. Ergo, la responsabilidad no está en los legisladores.
Diría un amigo, eso está en la tapa del libro, por lo que no dudo que este leguleyo que integra la coalición de gobierno sepa esto, y si aún así afirma otra cosa, más que definir el trabajo de nuestros diputados en el Parlamento, no hace otra cosa que autodefinirse, mostrando las patas de la sota. El fin no justifica los medios, quien eso no entienda, hace agua en reiteración real y con total dolo.
Hasta la semana que viene…