CREDIBILIDAD. No hay valor más importante para un medio de comunicación y para un periodista que su credibilidad, lo que debemos poner en un mismo escalón con la honestidad. Los periodistas somos personas, que podemos equivocarnos en nuestro trabajo, como cualquiera. No deberíamos equivocarnos, pero pasa.
Y cuando pasa, se debe tener la suficiente honestidad en reconocerlo, más allá de las situaciones que pudieron haber inducido en el error al periodista, o incluso cuando una fuente trató de manipular lo que se informa para sus propios intereses, aprovechándose de la confianza, ingenuidad o buena fe del periodista, lo mismo da. Y estará luego en el periodista señalar quien fue la “fuente” de su error involuntario, si lo entiende necesario.
En lo personal, en 25 años de trabajo como periodista, nunca di el nombre de ninguna fuente que intentó manipular mi trabajo. Uno asume riesgos permanentemente en este oficio, y por tanto, debe asumir su responsabilidad por haber dado una información equivocada y decirlo cuando se falla a la hora de informar con veracidad.
Quien siga al periodista podrá reconocer ese valor de honestidad y credibilidad cada vez que reconozca cuando se equivoca, con la humildad de no saberse perfecto. Esa será la forma de mantener la confianza en ese trabajador en los medios de comunicación. Esa ha sido nuestra conducta en estos 25 años, que casualmente cumplimos a comienzos de este mes.
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HISTORIA. En lo personal, si hace 25 años y un día me hubiesen preguntado si me veía trabajando como periodista me hubiese reído en la cara de quien me lo preguntase, porque en verdad nunca pasó por mi mente algo parecido. Y sin embargo, aquí estamos.
Si bien hice radio en 1990 comentando noticias en Del Lago FM, lo tomé como un hobby. Sería recién el 1° de julio de 1998 que participo de un primer programa de radio dando noticias políticas y analizándolas durante la mañana en Turística. En noviembre de ese mismo año comienzo a hacer lo propio por Canal 5 de CVS junto a los amigos Urtarán y Lira. En 2005 me pica el bichito de escribir, y tiro algunas líneas en un semanario independiente que por aquel tiempo tiraba el amigo Wilson de los Santos. Al año siguiente, y de la mano de Wilson y del Ruso Giovanoni me hago cargo de una columna periodística en “La República de Salto” que en EL PUEBLO se conoce bien, pues el 8 de abril de 2007 se empezó a publicar aquí, cada domingo. Casualmente la génesis de esa columna fue otro programa de radio, que el 20 de mayo de 2001 debutó en radio Libertadores, “Mentiras Verdaderas”.
Además de la radio, la televisión y el periódico papel, también he trabajado en el periodismo digital, comenzando en Diario Salto, donde en una columna que tenía por título “El Aljibe”, surgió aquella frase conocida de “tilo pa’la barra” con la que terminaba cada columna. Luego seguimos en 10 Minutos y en el portal que hoy es un programa de televisión en Canal 4 Flow, “Palabras Cruzadas” que desde 2018 hacemos con la producción del canal.
Ha sido un largo recorrido, y espero que lo siga siendo por unos cuantos años más. Pero eso no solo depende del trabajo que hagamos sino fundamentalmente de ustedes, queridos amigos lectores que están del otro lado y que siempre han estado ahí, para estar de acuerdo con lo que hacemos o para disentir, pero siempre están. Y porque siempre están, aquí seguimos. Por tantos años de trabajo periodístico, gracias a ustedes!
Capítulo aparte ha sido la eterna paciencia que la dirección de EL PUEBLO ha tenido conmigo, y que luego de 16 años, ya siento como parte de mi familia. Pero eso, como dije, es otra historia.
Hasta la semana que viene…