DESCANSO. Aparecen muchas imágenes graciosas en las redes sociales llamadas memes o videos en el formato de tik tok y cosas más modernas que aún no alcanzo a comprender por formar parte de la generación analógica, aunque puedo jactarme que dentro de todo he sabido adaptarme bastante bien a estos tiempos, aunque al lento ritmo de alguien de mi edad que ya pasó la barrera de los 50 hace algunos picos.
Pero esta semana, fue algo en lo que todos estuvimos de acuerdo, al ver la foto de un ventilador con la frase “te has ganado un merecido descanso”, y a la siguiente imagen, el mismo ventilador acostado a la sombra de dos árboles en una hamaca paraguaya. La misma gracia podría haberse hecho con los Split o aires acondicionados, pero sobre todo, de nuestros bolsillos, pensando en la factura de UTE a pagar el próximo mes.
Y como se ve, seguimos hablando del clima, pese a lo que escribimos en esta misma columna la semana pasada, pero en este caso, se trata de otro tono del mismo tema y con un enorme BIENVENIDO OTOÑO. Más que extrañarte, te necesitábamos, lluvia incluida.
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INTERPRETACIÓN. Hace unas semanas se me terminó de destartalar mi biblioteca que logró soportar varias mudanzas durante cerca de 30 años, alguna de ellas por varios kilómetros. O sea que podemos decir con orgullo que cumplió su ciclo con honores, pese a ser de un material bastante endeble, como alguno de los muebles que se consiguen ahora, baratos y frágiles, para decirlo de manera educada.
Lo cierto es que ayer me tomé gran parte del día para terminar de ordenar la nueva biblioteca. El tener que hacer esta tarea me ha permitido reencontrarme con parte de mi historia de joven gremialista estudiantil promediando los 80, y algunos textos que he quedado fascinado al reencontrarlos y con el compromiso asumido de volver a leerlos.
Algunos de ellos tienen que ver con los Cuadernos de Marcha y algunos suplementos políticos entre los que encontré una “recopilación de documentos artiguistas”, en tiempos en los que muchos reivindican su pensamiento revolucionario pero que cuesta creerles a quienes se declaran herederos del legado del Jefe de los Orientales.
No debe existir hoy nada más revolucionario que leer a Artigas a secas, sin necesidad de intermediarios que intenten interpretarlo 200 años fuera de su época, como diciendo, si Artigas viviera hoy y conociendo lo que pensaba, hoy diría otra cosa sobre tal tema. No se puede, no se debe adaptar tan groseramente el pensamiento de Artigas ni de nadie con su propia forma de ver el mundo, porque más que adaptarlo, terminará deformándolo.
Está bueno volver a las fuentes y leer directamente los escritos artiguistas que reflejan parte de su pensamiento, y hasta nos sorprenderemos de algunas cosas que le hicieron decir al pobre Artigas con estos intérpretes apurados del presente.
A modo de ejemplo, si nos detenemos solo unos minutos en volver a leer el Reglamento de Tierras dictado en 1815, muchos de los políticos de hoy que se jactan de ser artiguistas, serían de los primeros que el mismo Artigas mandaría al calabozo confiscándoles las cientos de hectáreas que han venido usufructuando como terratenientes o colonos, abusando de las bondades del Estado como los “peores americanos” que son.
Hasta la semana que viene…