¿DEMAGÓGICO? Y bueno, tal vez se sea cuando se hace algún tipo de reclamo sabiendo que nada se tiene que ver con quien debe dar la solución, por fácil o difícil que ésta sea. Pero decir algo al mejor estilo de la conocida frase de “llovido sobre mojado”, no escapa a la demagogia, pero tampoco a la realidad.
Concretamente y sin más vueltas, continúan los anuncios de olas de calor que llegan sin descanso a la región, porque estas intensas como altas temperaturas no solo las padecemos en Salto o en el resto del país, es más bien regional. Es decir, estamos todos en la misma, y particularmente en la jornada de hoy se anuncian que las mismas podrían superar fácilmente los 40 grados (ni hablar de las sensaciones térmicas).
El viento o brisa que puede llegar a haber, viene caliente. Ya el ventilador solo no sirve. En cambio, al menos por lo que he podido hablar con amigos que uno tiene por los distintos rincones del país, han tenido que llegar a la misma solución que lo que hacemos muchos acá, porque como tampoco alcanza solo el aire acondicionado, ahora debemos poner un ventilador al lado para que nos tire a la cara o al cuerpo el aire fresco que sale del Split. Uno trata de controlarse y no bajar de los 24°, que según los técnicos, el consumo de energía no es gastador, pero que por debajo de esa temperatura, el consumo de la energía se dispara y luego tenemos que encomendarnos a algún santo esperando la factura a fin de mes.
Les aviso que ni bajando la temperatura del Split a 17° mejoramos la situación, no se nota la diferencia, lo que sí hace la diferencia es el ventilador junto al Split. Sumemos a esto que para ahorrar uno puede inscribirse en los horarios de consumo inteligente de UTE, pero llega la hora de la franja en la que uno tiene que consumir lo mínimo, pero no puede apagar el Split porque se derrite. He hecho la prueba de apagarlo, salir por unas horas de casa y al volver, cada mueble o cosa que uno toca está caliente. Pero además, ola de calor de por medio, ya a las 9 de la mañana tenemos 29° con sensaciones térmicas muy por encima de los 30°. Se hace un gran esfuerzo, se aguanta lo que se puede pero ya al mediodía no le queda otra que encender el aire, y así hasta la mañana siguiente.
Los reclamos que en solitario han realizado algunos vecinos a la UTE pidiendo un tratamiento diferencial por lo que implica vivir en el norte por las altas temperaturas reinantes, son de recibo para todos menos para la UTE. Pero hoy bien podríamos decir que no discriminen (porque ese es el mejor argumento que tienen para mirar para otro lado), y bajen la tarifa de consumo de energía eléctrica a todo el país, al menos, cuando INUMET anuncie formalmente la llegada de una nueva ola de calor o cuando las temperaturas promedio superen los 30°, porque convengamos que los 30° de hoy nada tienen que ver con los 30° de hace diez años, el sol realmente quema y evapora a una velocidad nunca vista el agua que hay en los ríos, arroyos, bañados, pozos, etcétera. Más cuando hay seca, porque no hay forma de reponer lo que se evapora.
En los últimos años nuestro país ha trabajado en cambiar nuestra matriz energética con total éxito. Se ha dejado de depender de la vieja y costosísima Central Batlle y Ordóñez a cambio de energía hidroeléctrica, eólica y fotovoltaica (y lástima que no se pudo encontrar ni el gas ni el petróleo de Sendic), pero no logramos visualizar ese cambio en la baja de los altos costos de consumo en nuestras facturas. Los únicos que se han beneficiado con ese cambio son las empresas que siguen cobrando del Estado importantes sumas de dinero por concepto de subsidios, lo que salen de nuestros bolsillos, obviamente. No quieran saber quiénes están asociados a esas empresas que se hacen ricas por el sudor de nuestra frente y cuerpo, debido a esta ola de calor.
Hasta la semana que viene…