La sociedad salteña enfrenta este 11 de mayo una instancia decisiva que marcará nuestro destino por los próximos cinco años.
No importa a qué nos dediquemos ni cuál sea nuestra situación: los resultados serán inapelables y cada uno deberá hacerse cargo de su elección.
Ya pasó en el año 2020, cuando Andrés Lima fue electo intendente en absoluta minoría, y las consecuencias están a la vista: una gestión deslucida, marcada por la desidia, el autoritarismo y el deterioro general del departamento. Para muchos de nosotros, la peor administración desde el retorno de la democracia.
Algunos dirigentes que, por intereses personales, permitieron aquel resultado, parecen haber aprendido. Hoy han dado un paso adelante y conformaron un nuevo espacio: un partido que nuclea a todas las corrientes republicanas con un objetivo claro y urgente: poner fin al “limismo”, que ha causado un daño profundo y prolongado a nuestra comunidad.
Pero la gran pregunta sigue en pie: ¿los ciudadanos también aprendimos la lección?
Es tiempo de poner las cosas en su lugar. De decir basta al clientelismo, a la militancia forzada por necesidad, al voto condicionado por promesas huecas y favores sin escrúpulos.
Los candidatos de la Coalición Republicana (CORE) comparten una visión común: frenar la decadencia de Salto y comenzar una recuperación seria, con compromiso y trabajo conjunto.
Este es un llamado a todos los salteños que han sufrido el desgaste de estos años. Sabemos lo que ha pasado. Sabemos de los atropellos, de las decisiones que rozan —y a veces cruzan— los límites de la legalidad.
Nuestra historia nos exige reflexionar. No tan atrás, Salto era ejemplo: una ciudad limpia, ordenada, con turismo en auge, empleo digno y oportunidades reales de desarrollo. Hoy vivimos otra realidad: desprolijidad, abandono, turismo en picada, más asentamientos, precariedad creciente, especialmente entre niños y adolescentes, y una desocupación que no para de crecer.
Durante esta década de gobiernos frenteamplistas, no se ha hecho nada para revertir el rumbo. Al contrario: se ha profundizado el estancamiento.
Salto no necesita un simple cambio. Necesita un nuevo liderazgo, una nueva visión. Necesita dejar atrás una ideología que ha igualado para abajo y abrir paso a gobernantes con vocación de servicio, como el Dr. Carlos Albisu o como el Sr. Marcelo Malaquina.
Si realmente aprendimos la lección, este 11 de mayo, elegiremos a quienes pueden devolvernos el Salto que merecemos. Nuestra agrupación Cabildantes Unidos acompaña a estas dos opciones con una lista de ediles con vocación para acompañar a estos candidatos y a Salto en su recuperación.
Vamos por la recuperación de Salto. Vamos por la victoria.
COALICIÓN REPUBLICANA – COALICIÓN SALTO
LISTAS 7000 Y 7001 – CABILDANTES UNIDOS

