Desde el Centro Unión de Taximetristas impulsan Taxi Naranja como marca formal, buscan ordenar el sector y recuperar la confianza de usuarios y turistas.
Durante años nadie se encargó de actualizar ni de exhibir correctamente las tarifas oficiales. Eso generó desconfianza y miedo en la gente, que muchas veces no sabía cuánto le iban a cobrar
Alberto Brizuela
En un escenario atravesado por años de desorden, escasa fiscalización y reiteradas quejas de los usuarios, un grupo de permisarios decidió organizarse para dar una respuesta concreta a una problemática que, aseguran, fue postergada durante demasiado tiempo. Así nació Taxi Naranja, una marca creada por integrantes del Centro Unión de Taximetristas de Salto, gremial histórica que fue retomada y reactivada en el año dos mil veintidós con el objetivo de profesionalizar la actividad, transparentar las tarifas y devolverle credibilidad al servicio.
En entrevista con EL PUEBLO, Mónica Viera y Alberto Brizuela, secretaria y presidente del Centro Unión de Taximetristas, explicaron que Taxi Naranja surge como una reacción directa ante la falta de controles y la inexistencia de un criterio unificado en el cobro del servicio. “Durante años nadie se encargó de actualizar ni de exhibir correctamente las tarifas oficiales. Eso generó desconfianza y miedo en la gente, que muchas veces no sabía cuánto le iban a cobrar”, explicó Brizuela.
Ambos aclararon que la tarifa del taxi no es fijada por la gremial, sino por el Ministerio de Economía y Finanzas, que establece valores diferenciados según cada departamento. Una vez publicada en el Diario Oficial, el Centro Unión de Taximetristas asume una tarea que, hasta ahora, ningún organismo realizaba de forma sistemática: presentar esa información ante la Intendencia de Salto para su homologación y colocar en cada vehículo las tablas oficiales con los precios vigentes, debidamente selladas y firmadas por la Dirección de Tránsito.
El usuario tiene derecho a saber qué paga. El reloj marca fichas, la tarifa debe estar a la vista y el chofer tiene que entregar ticket si se lo solicitan
La actualización más reciente comenzó a aplicarse tras cumplir todo el proceso administrativo y técnico correspondiente. El reajuste ronda el cinco por ciento y se implementó luego de que los relojes fueran nuevamente calibrados y homologados por el LATU. “El usuario tiene derecho a saber qué paga. El reloj marca fichas, la tarifa debe estar a la vista y el chofer tiene que entregar ticket si se lo solicitan”, señaló Viera.
Actualmente rige una tarifa diurna entre las seis de la mañana y las veintidós horas. Fuera de ese horario, así como los domingos y feriados, se aplica una tarifa diferencial con un incremento del veinte por ciento. Sin embargo, uno de los principales problemas continúa siendo la falta de fiscalización efectiva. “Muchas quejas que llegan a nosotros corresponden a taxis que no trabajan con la tarifa oficial y no integran Taxi Naranja. Eso genera confusión y termina afectando a todo el sector”, indicó la secretaria.
Brizuela reconoció que incluso dentro del propio rubro existen prácticas irregulares. “Hay choferes que buscan la manera de cobrar de más. Nosotros defendemos nuestra fuente laboral, pero también defendemos al pasajero. Por eso apostamos a la formalidad y a dar la cara”, afirmó. En ese sentido, destacaron la importancia de que los usuarios identifiquen correctamente los vehículos de Taxi Naranja, que cuentan con logo y matrícula visibles, y utilicen los canales de contacto para realizar reclamos.
Desde la gremial insistieron en la necesidad de mayor control por parte de la Intendencia. Si bien valoraron las instancias de diálogo mantenidas con el área de Movilidad Urbana, admitieron que aún no han obtenido las respuestas esperadas. “No estamos en contra de la Intendencia; trabajamos en conjunto, pero la fiscalización está faltando desde hace años”, remarcaron.
Finalmente, subrayaron el rol del taxi como una de las primeras imágenes que recibe quien llega a la ciudad. “El turista se baja del ómnibus o del avión y se sube a un taxi. Queremos que se lleve una buena impresión de Salto, que sepa que si elige Taxi Naranja va a pagar lo que corresponde y va a tener a quién reclamar”, concluyó Viera.











