Cuando el mundo se detuvo… y Uruguay, también.
La pandemia de COVID-19 en Uruguay comenzó oficialmente el 13 de marzo de 2020, cuando se confirmaron los primeros cuatro casos en el país. A partir de ese momento, el gobierno y la sociedad uruguaya enfrentaron distintos desafíos y estrategias para mitigar la propagación del virus.
Uruguay se destacó por su estrategia basada en la ciencia, la colaboración público-privada y el uso de tecnología para el rastreo de casos. A pesar del impacto sanitario y económico, el país logró una de las tasas de vacunación más altas de la región y un control efectivo de la pandemia en comparación con otros países.
A pesar de no imponer confinamientos estrictos, Uruguay logró mantener una de las tasas de mortalidad más bajas en la región durante la primera etapa de la pandemia.
CRONOLOGÍA DE LA PANDEMIA EN URUGUAY
2020: Primer año de la pandemia
- 13 de marzo: Se confirman los primeros casos de COVID-19 en Montevideo. El gobierno decreta la emergencia sanitaria y suspende clases, espectáculos públicos y eventos masivos.
- Marzo – abril: Se aplican medidas de distanciamiento social voluntario y cierre de fronteras. Uruguay opta por un enfoque basado en la «libertad responsable», sin cuarentenas obligatorias.
- Mayo – agosto: Se reabren gradualmente las actividades económicas y educativas, con protocolos sanitarios estrictos. Uruguay es destacado a nivel internacional por su control exitoso del virus.
- Diciembre: Se registra un aumento de casos, lo que lleva al gobierno a imponer restricciones en reuniones y movilidad nocturna.
2021: Vacunación y segunda ola
- Febrero: Llega el primer lote de vacunas (CoronaVac de Sinovac). Se inicia la vacunación masiva con un plan escalonado.
- Marzo – junio: Se alcanza el pico de la pandemia, con récords de contagios y muertes diarias. El sistema de salud entra en tensión.
- Julio – agosto: La vacunación avanza rápidamente y se comienzan a notar los efectos positivos en la reducción de casos graves.
- Noviembre: Se reabren las fronteras a turistas vacunados.
2022: Nueva normalidad y variantes
- Enero: La variante Ómicron provoca un aumento significativo de casos, aunque con menor mortalidad debido a la vacunación.
- Marzo: Se eliminan la mayoría de las restricciones y se da por finalizada la emergencia sanitaria.
MEDIDAS DEL GOBIERNO
Durante la pandemia de COVID-19, el gobierno uruguayo implementó una estrategia basada en la «libertad responsable», sin cuarentenas obligatorias, pero con recomendaciones y restricciones puntuales.
Desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, Uruguay implementó una serie de medidas sanitarias basadas en la prevención, rastreo de casos y vacunación masiva, con énfasis en la “libertad responsable” en lugar de cuarentenas obligatorias.
Emergencia sanitaria y prevención
- 13 de marzo de 2020: Declaración de la emergencia sanitaria nacional.
- Cierre de fronteras con excepciones para residentes y transporte de carga.
- Suspensión de clases presenciales, espectáculos y eventos masivos.
- Uso obligatorio de tapabocas en transporte público y espacios cerrados.
- Protocolos de higiene y aforo reducido en comercios, oficinas y restaurantes.
- Refuerzo del sistema de salud: aumento de camas de CTI, contratación de personal y compra de insumos médicos.
- Desarrollo de testeo y rastreo de contactos con la aplicación Coronavirus UY.
Testeo y control de contagios
- Implementación de testeos masivos y rastreo de contactos a través del GACH (Grupo Asesor Científico Honorario).
- Cuarentena obligatoria para positivos y contactos estrechos, con monitoreo digital.
- Apertura de centros de diagnóstico en todo el país y ampliación de laboratorios.
Plan de vacunación
- Inicio en marzo de 2021 con las vacunas CoronaVac (Sinovac) y Pfizer, luego se incorporó AstraZeneca.
- Estrategia de vacunación escalonada:
- Personal de salud y seguridad.
- Adultos mayores y personas con comorbilidades.
- Población general.
- Adolescentes y niños.
- Aplicación de dosis de refuerzo en 2021 y 2022.
Flexibilización y fin de la emergencia
- 2021: Con el avance de la vacunación, se redujeron restricciones gradualmente.
- Marzo de 2022: Se declaró el fin de la emergencia sanitaria, eliminando las restricciones.
Uruguay se destacó por su respuesta equilibrada, combinando medidas preventivas, ciencia y vacunación rápida, lo que permitió mantener un bajo impacto sanitario en comparación con otros países de la región.
EL COVID EN EL MUNDO
El COVID-19 ha tenido un impacto profundo y duradero en todo el mundo durante los últimos cinco años. Desde su aparición a fines de 2019 en China hasta el presente, la pandemia ha generado una serie de respuestas a nivel global y ha marcado cambios significativos en áreas como la salud pública, la economía, la sociedad y la ciencia. A continuación, un resumen de los principales hitos y consecuencias de los primeros cinco años del COVID-19.
Primeros casos y expansión (2019-2020)
Diciembre de 2019: Aparecen los primeros casos de una enfermedad respiratoria en Wuhan, China. La enfermedad es identificada como causada por un nuevo virus, el SARS-CoV-2.
Enero de 2020: La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara el brote como una emergencia de salud pública de preocupación internacional.
Marzo de 2020: La OMS declara oficialmente el COVID-19 como una pandemia mundial, ya que el virus se propaga rápidamente a todos los continentes, afectando a millones de personas.
Medidas iniciales: Se implementan cuarentenas, confinamientos y cierres de fronteras en muchos países, con efectos significativos sobre la economía global.
Respuesta científica: Se inician esfuerzos masivos para entender el virus, desarrollar tratamientos y crear vacunas.
Avances en la vacunación y nuevas variantes (2021-2022)
En diciembre de 2020, varias vacunas, como las de Pfizer-BioNTech y Moderna, son aprobadas para uso de emergencia, marcando un hito en la lucha contra la pandemia. A lo largo de 2021, más de seis mil millones de dosis de vacunas se distribuyen globalmente.
El virus continúa mutando, dando lugar a nuevas variantes más transmisibles, como la variante Delta (2021) y Ómicron (2021-2022), que genera una ola de infecciones a nivel mundial. Los países ricos obtienen rápidamente acceso a las vacunas, mientras que muchos países de bajos ingresos enfrentan problemas de acceso y distribución desigual.
A medida que aumentan las tasas de vacunación, algunos países comienzan a levantar las restricciones y reabrir sus economías, pero siguen surgiendo olas de contagios, lo que genera incertidumbre.
Respuesta global y desafíos económicos (2020-2022)
Crisis económica: La pandemia provocó una de las mayores recesiones económicas globales de la historia. Los gobiernos implementaron paquetes de estímulo económico para mitigar el impacto, pero las cadenas de suministro globales se vieron interrumpidas y el desempleo aumentó en muchos sectores.
Transformación digital: La digitalización y el trabajo remoto se consolidaron como tendencias clave. La educación y el comercio pasaron rápidamente a plataformas online, lo que cambió la forma en que las sociedades interactúan y funcionan.
Salud mental: La pandemia tuvo efectos negativos en la salud mental, con aumentos en la ansiedad, depresión y estrés, exacerbados por las restricciones y el aislamiento social.
Pandemia y el año 2023: Transición a la «nueva normalidad»
Vacunación masiva: Para 2023, más del 60% de la población mundial estaba vacunada, aunque la cobertura varió entre países. Los refuerzos se administraron para mantener la protección contra nuevas variantes.
Tratamientos antivirales: Se desarrollaron medicamentos antivirales como el Paxlovid (Pfizer) y el Molnupiravir (Merck) que ayudaron a reducir la gravedad de la enfermedad en personas de alto riesgo.
Fin de la emergencia sanitaria: Algunos países, como China y Estados Unidos, comenzaron a declarar el fin de las restricciones más estrictas, aunque las precauciones y el uso de mascarillas siguieron siendo comunes.
Variante Ómicron: A pesar de las nuevas variantes, se observó que la variante Ómicron producía casos menos graves debido a la alta inmunización global y los avances en tratamientos. Sin embargo, siguió siendo altamente contagiosa.
Desigualdad en la recuperación: Aunque muchos países ricos lograron recuperar niveles de actividad económica prepandemia, los países de bajos ingresos enfrentaron desafíos para superar los efectos económicos y sanitarios del COVID-19.
Lecciones y cambios a largo plazo
La pandemia del COVID-19 puso de relieve la necesidad de mejorar la preparación global ante futuras emergencias sanitarias, impulsando reformas en los sistemas de salud y la cooperación internacional. La rápida innovación en el desarrollo de vacunas, tratamientos y diagnóstico fue uno de los mayores logros. Sin embargo, las disparidades en la distribución de estos avances resaltaron la necesidad de un enfoque más equitativo.
La pandemia cambió las dinámicas laborales, sociales y de consumo, por lo que se espera que la digitalización y el trabajo remoto sigan desempeñando un papel clave, mientras que el sector sanitario experimenta un enfoque renovado en la inversión y las políticas de salud pública.
Reflexión final
Los cinco años del COVID-19 nos han dejado muchas lecciones sobre la resiliencia humana, la importancia de la cooperación global y la necesidad de estar mejor preparados para las crisis futuras. A pesar de los desafíos económicos y sociales, también hemos sido testigos de avances significativos en ciencia y tecnología, lo que ofrece un futuro más prometedor en términos de salud pública y bienestar global.
“Fue un momento muy complicado, que demostró que había equipo, por el cual se afrontó la situación positivamente”.
Dra. Selva Tafernaberry. – Hospital Regional Salto

En diálogo con EL PUEBLO, la Dra. Selva Tafernaberry, realizó un análisis de lo que fue enfrentar desde la salud pública en nuestro departamento, el momento de crisis instaurado por la pandemia en 2020.
Reconoció la labor del equipo de salud -médicos y enfermeros-, quienes estuvieron en la primera línea de combate ante una situación que tomó a todos de sorpresa y que, gracias al engranaje de los servicios, se pudo enfrentar con buenos resultados.
MOMENTOS CRÍTICOS
Cuando aparecieron los primeros casos yo estaba en la emergencia del Hospital, lo recuerdo bien. A la semana aparecieron los casos en Salto por las pacientes que habían viajado a Italia, fueron en la RAP, o sea que, esas pacientes no estuvieron ingresadas. A nosotros, el primer caso grave que nos llegó, fue el del camionero brasileño que falleció, lamentablemente, a los 34 días.
En diciembre de 2020 asumimos la dirección del Hospital, en plena pandemia, y vivimos, podríamos decir, la peor parte, cuando llegó al Uruguay y en particular a Salto, la mayoría de los casos de los que se fueron muchas vidas.
Acá en Salto, en cuanto a personal de atención directa, personal de asistencial, no tuvimos ningún fallecimiento; aunque sí muchos contagios, mucho aislamiento, en un momento en que aún no estaban las vacunas, siendo estos asilamientos más largos y complicados. Fue una tarea muy importante, también, la de epidemiología y de logística, que tuvimos que trabajar, ya que aparecían casos en el personal de salud que pertenecían a varias instituciones del departamento. Por ejemplo, en la salud es muy común que exista el multi trabajo, los colegas y personal de enfermería trabajan en diferentes instituciones, entonces, se enfermaba un auxiliar de enfermería que era usuario de ASSE, y trabajaba a su vez en ASSE, en la mutualista, en la móvil, en el sanatorio, lo que complicó un poco.
En cuanto al estado pico, el peor momento, llegó en CTI en abril y mayo de 2021, teniendo ingresos de toda la región, pero se pudo afrontar cumpliendo específicamente con todo lo indicado por el Ministerio de Salud, habiendo tenido todos los recursos, ya que tanto el Ministerio como ASSE, dieron todo para resolver la situación.
En Salto, por ejemplo, se estrenaron 12 nuevas camas de CTI con todos los recursos humanos, aparatos necesarios como los respiradores, OAS, plasmas de pacientes para el tratamiento del virus, hasta que tuvimos la llegada de la vacuna que amortiguó un poco la ola que veníamos teniendo.
UNA SITUACIÓN BIEN MANEJADA
En todos lados se reforzó el trabajo, y se cerró todo en cuanto a otras patologías, a las cirugías de coordinación, a los casos que no requerían urgencia, debiendo quedar en suspenso, para poder atender y hacer frente al virus, que era lo que nos apremiaba en ese momento. Se pudo trabajar bien, repito, reforzando todos los servicios disponibles, aún, ante situaciones que se iban planteando en el momento, como cuando se nos desarmaba un equipo de cirugía, por ejemplo, porque uno de sus miembros, el cirujano, el anestesista, etc., se contagiaban del virus; o, en emergencia, cuando se tenía que aislar a un usuario que estaba contagiado, de las demás personas que se atendían. También, tener que decirle a algún colega que estaba trabajando con algún síntoma, pero que no quería dejarnos solos, que se fuera porque era positivo. Se sufrieron muchas situaciones difíciles, pero, por suerte, pudimos sortearlas.
Lamentablemente se fueron muchas vidas. Peo en general, podemos decir que se trabajó bien. Acá en Salto, que en junio del 2021 ASSE nos otorgó la posibilidad que en el laboratorio del Hospital se pudieran realizar los PCR, se facilitó mucho la tarea, al poderse saber, a las pocas horas de realizado el tes, los resultados, siendo que en los primeros meses fue muy complicado, porque teníamos que esperar que la sangre fuese a Montevideo y esperar el resultado, teniendo que estar aislado el paciente por precaución y no contagiar en caso de ser positivo.
Creo que toda la situación fue bien manejada por el Ministerio de Salud, cumpliéndose por nuestra parte con todo lo indicado.
EL APRENDIZAJE
Todo lo sucedido nos dejó mucha experiencia y aprendizaje, al haber trabajado en equipo, en conjunto todo el personal de salud; al haber ayudado en lo referente a la afectación de la salud mental sufrida por el personal de la salud que estaba en la atención directa de los pacientes internados en CTI, etc.
Fue un trabajo mancomunado, bien dirigido por el Ministerio de Salud, donde trabajábamos todos los días, todas las noches, manteniendo reuniones diarias que iban hasta altas horas de la madrugada para organizar las tareas.
Un ejemplo fue, como ya lo mencionamos, que no hubo fallecimiento de ningún miembro del personal de atención directa al paciente; siendo que nunca se dejó de brindar atención en ningún momento.
Creo que es necesario recalcar que, en ese momento, la salud fue una sola. Trabajamos el personal de salud pública, las mutualistas, epidemiología, la Universidad de la República, que nos brindó una importantísima mano al inicio en la realización de los estudios al ser habilitado su laboratorio y hacer los diagnósticos.
A pesar de todo, tenemos la satisfacción del haber podido salir adelante, de haber dado respuesta a un momento que complicó mucho al sistema, pero que, al mismo tiempo, permitió que se demostrara que había equipo.
“El estar internado, aislado, con incertidumbre, nos toca la fibra interna, y nos hace pensar mucho”.
Carlos Lassallette

Nuestro entrevistado. Carlos Lassallette, estuvo casi 30 días de aislamiento, en los cuales, padeció varios de los síntomas del COVID – 19, habiendo quedado con secuelas con las que afirma, “convive”, hizo hincapié en reconocer la atención, compromiso y responsabilidad con la que fue asistido por el personal de salud.
Siendo una de las personas que tuvo que enfrentar la parte desagradable de la enfermedad, al encontrase internado y tener la desafortunada oportunidad de ver a otro paciente fallecer, compartió con nosotros, y revivió así, luego de cinco años, esos difíciles momentos por los que pasaron muchos uruguayos, durante la peor pandemia de los últimos 100 años.
CASI 30 DÍAS DE AISLAMIENTO
Al principio, cuando arrancó la pandemia, en marzo de 2020, me lo tomé a broma. Estaba trabajando, nos enteramos que había llegado, la gente empezó a desesperarse, pero seguimos trabajando de forma normal.
Luego de algunos meses, ya en 2021, fui al la mutualista a atenderme, nunca pensé que iba a quedar internado, porque, unos días antes habíamos llamado a la emergencia a casa, porque, supuestamente era mi señora la que estaba con Covid, incluso, estaba esperando el resultado del hisopado, y le dijeron que tenía neumonia, y a mí, el médico me vió, y me encontró bien. Eso fue un domingo a la noche. Pasó el lunes, bien, y, el martes a la mañana al despertarme, me sentí un poco mal, y le pedí a mi señora que me llevara a la emergencia, lo cual encontró raro porque, para que le pidiera eso, es que no me sentía muy bien enserio. Fuimos, quedé allí -mi señora volvió a casa por no poder quedarse por precaución-, me pasaron a la sala donde atendía a quienes podrían tener Covid, me atendieron y, de ahí, me llevaron a la zona de internación, y no volví a salir. Me avisaron que me había dado positivo el tes. Estuve -no se si fue por un tema de falta de camas disponibles- en espera, alrededor de unas ocho horas, para luego internarme definitivamente durante cinco días. Recuerdo que en un momento les dije que tenía frío y sed, mucha sed. Quedé internado en el sanatorio Panamericano, en la zona adaptada para los que tenían el virus. Éramos dos personas por habitación, estando absolutamente asilados, no incomunicados, pues podía comunicarme por medio del celular. No podía ir nadie a vernos, y el personal entraba vestidos como astronautas.
Permanentemente les decía que me quería ir; y la doctora que me atendió, de quien no recuerdo el nombre, me decía que en realidad tenía que quedarme más días, pero, me dieron el alta, porque el otro paciente que estaba a mí lado, falleció, lo cual vi, e ingresó otro paciente, con un cuadro de salud parecido, y, lo que escuché, fue cuando hablaban que me otorgaban el alta para que no volviese a presenciar una situación similar. Estábamos en el sector de los que permanecían con oxígeno, no estábamos entubados, ellos, se encontraban en el piso de arriba.
Fui a mi casa pero, con un aparato para respirar, estando más días con oxígeno, inyectables, estando, también totalmente aislado de mi familia durante veinte días. Me dejaban los alimentos en la puerta del dormitorio, y cada vez que iba al baño, se desinfectaba el mismo. En total, entre el tiempo de internación en el sanatorio y el aislamiento en mi casa, estuve casi un mes.
Durante ese tiempo, los síntomas fueron fiebre, me faltaba un poco el aire, me sentía cabizbajo, en un estado gripal fuerte. En cuanto a los síntomas que me quedaron, solamente siento un permanente zumbido en los oídos, en ambos. Ya convivimos con ellos, antes nunca los tuve.
INCERTIDUMBRE
A nosotros no nos informaban de nada respecto a nuestro estado, y no sabíamos si se lo decían a nuestros familiares afuera. Recuerdo que las dos primeras noches estuve con fiebre; también, que me atendían y me llamaban por mi nombre, y me decían: “Carlos, tenés que recuperarte”. Me cambiaban la ropa, porque sudaba mucho y empapaba las sábanas; y, cada vez que me pasaban la medicación, me decían, sí, lo que me estaban dando. Debo destacar la atención del personal todo; la atención fue excelente, permanente, comprometida, a pesar del temor lógico que había de contagiarse. En mí caso, tuve la cepa P1, la brasileña que era la más viral, totalmente contagiosa. Después, vino la otra que era más suave. Durante ese tiempo, nos carcomía la incertidumbre, ya que teníamos acceso al mundo a través de internet, y veíamos lo que ocurría en otras partes. Pero, también, por ejemplo, una amiga de mi señora, que es naturista, me enviaba ejercicios para fortalecer los pulmones; entonces, me levantaba, me paraba frente a la ventana, y hacía los ejercicios de respirar profundamente, de levantar los brazos, varias veces. Por un lado, precisamente para ejercitarme, y después, para mantener la cabeza ocupada y matar el tiempo, como se dice, porque, esos días que uno está internado, pasan muchas cosas por la cabeza. Y, sobre todo, luego que me comunicaba con mi familia, mi esposa e hijos, llegaba la parte emotiva y uno se aflojaba; no tanto por el temor a morir, sino por las cosas pendientes que dejaba en la vida.
“Que nunca más nos vuelvan a coartar la libertad”
Dr. Luis Grosso – Grupo Puente

El Dr. Luis Grosso, fue uno de los impulsores del Grupo Puente, que tuvo muchísima actividad durante la pandemia, a raíz del cierre de fronteras, en particular con la República Argentina, que dejó a varias personas de una y otra orilla del Río Uruguay, varadas sin poder retornar a su hogares, trabajos y actividades cotidianas por un largo lapso de tiempo.
En diálogo con EL PUEBLO, Grosso hizo referencia a la impotencia que genera la coerción de la libertad, y todo lo que ello contrajo para los vínculos familiares y sociales de quienes la padecieron.
SITUACIÓN ANÓMALA
Fueron momentos muy difíciles, de angustia, de indignación y de impotencia. A mí como a tantos otros nos tocó ser padecientes de una situación muy anómala, y que estamos firmemente comprometidos a que nunca más vuelva a repetirse. Que ninguna autoridad pueda volver a quitar las libertades, como se quitaron en aquel tiempo, por ningún motivo de miedo o de alarma. Además, siendo una falsedad, lo que ha quedado de manifiesto cinco años después, con toda la cantidad de manipulaciones que se hicieron para instalar algo de cuya existencia se duda, sino que también, se tienen las certezas de cuáles fueron las motivaciones. Eso es lo más grave. Esas motivaciones fueron reducir la población; hacer más millonarios a gente que controló los resortes de lo que estaba por detrás de los hilos que manejó la pandemia; generar más división en la sociedad a través de la incertidumbre, a fin de poder dominar de forma definitiva económicamente los recursos de soberanía de los países.
REESTRUCTURAR LA VIDA
Siempre tuvimos una relación binacional. Teníamos nuestra tarea como terapeuta en las dos orillas y, por lo pronto, teníamos que tener dos domicilios, uno allá y otro acá; y la realidad, nunca volvió a ser igual.
Las relaciones se ponen a prueba en muchos contextos. Los hijos sufren, de todos modos. Hubo que optar en dónde escolarizarlos; en un momento se optó por acá, y ahora uno de los hijos volvió a escolarizarse allá, generándose, como podrá ver, una discusión desde todo punto de vista. Y eso se lo debemos a la generación de algo tan distópico como es el decir que, una cosa invisible que nunca pudieron aislar, purificar y mostrárnoslo, aquí está, podía generar todos los daños que dijeron que iba a causar, cuando, en realidad, los daños los causaron las políticas que se aplicaron en base a eso, que eran el motivo original, porque estaban haciendo toda la manipulación en el fondo. Nunca ocurrió que, un virus, se manifestara en un vasto territorio como lo es el planeta a la vez, con ningún tipo de excusa, salvo que no fuera por una medida de sustento político, y una medida pseudo sanitarias, con definiciones que están en cuestión hoy en día, mediante denuncias y juicios en varios lugares.
Por lo tanto, nos modificó enormemente la vida. A nosotros como familia, y al mundo en general. Tenemos tasas de depresión y suicidio como nunca antes; tenemos casos de enfermedades cardiológicas triplicadas, cáncer triplicado, enfermedades neurodegenerativas triplicadas. Enorme cambio de vida.
LA ENSEÑANZA DEL DESCRÉDITO
Nos dejó la experiencia de que uno puede contar siempre, con los que tiene al lado, pero, no así con las autoridades, menos, cuando estas se vuelven algo autoritario y no responden a los intereses de la gente, sino que responden a los intereses de las corporaciones que mandatan estas cosas. Hoy lo tenemos clarísimo, después de cinco años; cada año nos fue quedando más claro, y más hoy en día con los movimientos que están viendo en occidente, principalmente en Estados Unidos que ha tenido un cambio radical en la revisión de todas sus políticas. Vemos cómo se financió la farsa del Covid, cómo se manejaron la fabricación de las vacunas que nos pusieron después, que generaron problemas de salud muy serios a corto, mediano y largo plazo. En Uruguay, desde marzo del 2021 a diciembre del 2022, tuvimos 15.214 muertes de más, que los 22 años anteriores, lo que todavía, está sin explicar.
En ese contexto, donde la gente estaba separada en una realidad de frontera -que eso no fue así con la de Brasil-, nos impidieron el pase total a la Argentina, donde pasaron cosas horrendas como padres muriéndose solos, sin que sus hijos pudieran alcanzarle ni un vaso de agua, sin poder sostenerle la mano en la partida; madres y padres con hijos discapacitados que tenían al cónyuge del otro lado del río. Es decir, ¿en qué mundo nos hicieron vivir? Nos hicieron creer que podíamos tener enfermedades asintomáticas; éramos enfermos asintomáticos por ponernos un tes de PCR que fue espúreo y mentiroso, dicho por el propio inventor de ese tes, y en base a eso establecían si estabas sano o enfermo. Llamaban a todos los contactos, hacían aislarse, y apretaban para eso, y resulta que, años después, cuando llegaron las vacunas que han dejado todos los problemas que estamos viendo en el mundo, nadie llama para saber si se necesita algo, para rastrear y ver si esto que nos pusieron como experimento, está causando un daño, el cual es enorme.
Entonces, la enseñanza que nos ha dejado es que no podemos confiar más en esta clase política que está de salida, que ya agotó todos sus niveles y recursos de manipulación y mentiras, de apropiación de los recursos de los trabajadores, después de sentarse y darnos órdenes de cómo debemos conducir nuestras vidas.
LA CONTINUIDAD DEL CONTACTO CON EL GRUPO PUENTE
Con la gente del Grupo Puente tenemos menos contacto por la normalización de la vida. Pero sí, nos tocó seguir, por el tema que desempeñamos en el desarrollo de la salud, vincularnos con gente de la región y del mundo, sobre el tema pandemia, generando un vínculo que parecía haberlo tenido de toda una vida. Fue unirnos ante una causa como esta, con la que pretendemos que, nunca más se vuelva a imponernos nada de lo impuesto, dejando muy expuestos a quienes lo quieran hacer.