Solo basta relojear la tabla de posiciones en la Divisional «A». Es todo un testimonio de la grieta tantas veces esgrimida. La fecha que pasó, décima del Campeonato Apertura, marcó de hecho algo más que una señal desde el momento que los cuatro primeros volvieron a vencer: Universitario a River Plate, Ferro Carril a Salto Nuevo, Gladiador a Progreso y Nacional a Ceibal.
Una manera de ratificar el dominio de los cuatro, partiendo a fuego la clasificación general. Sucede que los ocho restantes equipos, irradian una manifiesta ausencia de regularidad, más una carencia de gol que no se disimula e impacta también como factor esencial. Como contrapartida, el gol se emparenta con los cuatro de arriba y son quienes ganaron más: Ferro Carril y Universitario 8 partidos. Gladiador y Nacional 7.
En tanto por primera vez desde el inicio de la temporada en la «A», Salto Uruguay alcanza la quinta colocación, y se filtra en zona de avance a la tercera rueda, aunque claro que dista aún el tiempo de las decisiones en esa dirección.
ESOS NÚMEROS
La inapelable verdad de los números. Y una conclusión por sobre todas: casi el 70% de los equipos que militan en la Primera División del fútbol de Salto, registran menos del 50% de los puntos disputados. Desde Salto Uruguay hasta Paso del Bote, menos de 15 puntos. Las excepciones por cuatro: los 25 puntos de Universitario y Ferro Carril, los 22 de Gladiador, los 21 de Nacional. En tanto, de 30 puntos disputados, Salto Uruguay con 14, River Plate 13, Salto Nuevo 12, Saladero y Progreso 11, Hindú 10, Ceibal 4 y Paso del Bote 0. Los 8 equipos mencionados, por debajo de un registro básico: ganar algo más del 50% de los puntos disputados.
En tanto, surge otro aspecto a tener en cuenta: ninguno de los 8 equipos establece 2 goles a favor de promedio por partido. Salto Uruguay 16, River Plate 16, Salto Nuevo 13, Saladero 11, Progreso 13, Hindú 10, Ceibal 12 y Paso del Bote 9. La realidad contraria en el caso de los cuatro vanguardistas. Al fin de cuentas, más allá de los conceptos, la irreversibilidad de los números.
Ahí están: escriben su propia historia.