
Será un año especial para el fútbol salteño. Sin la presencia de los seleccionados «naranjeros» en el Campeonato del Interior. La chance de la «B» comenzando en abril y finalizando en julio, para transformarse en un ineludible eje de polémica. Para algunos delegados de clubes de la «B», «la intención de los neutrales pretendiendo ajustar fechas para acumulación de torneos en una misma fecha, fue sin dudas buena, pero la coordinación de lo previo, inexistente».Para esos mismos delegados, «faltó reconocer el pensamiento de la «B», antes de establecerse el calendario total». El hecho es que si la «B» empieza en abril y termina en julio, «tan solo cuatro de los doce meses para jugar al fútbol. A una institución como Progreso, por ejemplo, le hablas de un torneo de solo cuatro meses y la matas. Parece que no se entiende que el fútbol también es un movilizador social»
Será un año especial para el fútbol salteño. Sin la presencia de los seleccionados «naranjeros» en el Campeonato del Interior. La chance de la «B» comenzando en abril y finalizando en julio, para transformarse en un ineludible eje de polémica. Para algunos delegados de clubes de la «B», «la intención de los neutrales pretendiendo ajustar fechas para acumulación de torneos en una misma fecha, fue sin dudas buena, pero la coordinación de lo previo, inexistente».Para esos mismos delegados, «faltó reconocer el pensamiento de la «B», antes de establecerse el calendario total». El hecho es que si la «B» empieza en abril y termina en julio, «tan solo cuatro de los doce meses para jugar al fútbol. A una institución como Progreso, por ejemplo, le hablas de un torneo de solo cuatro meses y la matas. Parece que no se entiende que el fútbol también es un movilizador social»
