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jueves, agosto 14, 2025

Qué nada te impida estudiar

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Diario EL PUEBLO digital
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El poder estudiar es un derecho que tiene cualquier persona, pero en la realidad sabemos que existen situaciones que llevan a no poder realizarlo en una etapa determinada de la vida.
Muchos jóvenes han dejado su formación en los liceos porque la necesidad de un trabajo es mayor, otras veces al comenzar a trabajar los tiempos se acotan y hacen que prime el sustento diario.
Pero las oportunidades existen, conllevan el esfuerzo de redoblar la voluntad dejando horas de descanso, compartir menos momentos con la familia o amigos, para obtener una meta que sin duda deja ese enorme sabor de la satisfacción por cumplir un sueño.

Empezó el Nocturno a los 33 años; sostiene que «la constancia vence a la inteligencia, yo lo he comprobado»

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Daniel García, docente de Música egresado de la UDELAR:

Cuando pensamos en entrevistar como parte de este informe a una persona que haya cursado estudios en el nocturno, pensamos enseguida en Daniel García, actualmente docente del Conservatorio Departamental de Música. Por un lado porque se trata de alguien que cursó toda la formación de Ciclo Básico, e incluso 4to. año allí; por otro lado, porque su espíritu de superación y su excelencia académica fueron rasgos que siempre despertaron admiración de sus compañeros de estudio y profesores. Así conversaba con EL PUEBLO:

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-¿Cuándo empezaste Educación Secundaria?
Comienzo en el año 2004, a la edad de 33 años en el Liceo Nocturno, en el Nº 5…
-¿Antes habías cursado y abandonado?
No, directamente no había estudiado en el liceo anteriormente. Comienzo el liceo en 2004 y en ese mismo año, en el mes de diciembre doy la mitad de las materias de segundo como examen libre en calidad de adelanto de estudio, y en Febrero de 2005 rindo la otra mitad, por lo que de primero paso a tercero. Al finalizar Tercero rindo nuevamente por adelanto de estudio más de la mitad de las materias de cuarto, por lo que concurro a pocas materias para terminar cuarto. Luego, al comenzar a trabajar en la Intendencia de Salto, en el sector de Contralor, como sereno, solicito un permiso a la Dirección del Liceo para hacer 5º y 6º pero en el turno diurno, y lo hago en el Liceo Nº 1.
-¿Cuál es tu opinión en general sobre el Nocturno?
Tengo recuerdos muy gratos de profesores que veían mi voluntad de estudiar y me ayudaban, me daban ánimo. También era responsable por mi parte en estudiar y ser respetuoso con los profes. La Dirección de la institución me apreciaba por mi desempeño como estudiante, también los adscriptos y funcionarios administrativos sentían cierta condescendencia hacia mí. Recuerdo de la pasión que el Profesor Pignataro, que ahora me hace esta entrevista, le ponía a la materia de Literatura, realmente era contagiante. También los funcionarios del liceo nocturno me facilitaban el piano que estaba en el Salón de Actos para estudiar en momentos libres que tenía.
-Hablanos de cómo fue tu rendimiento, tus calificaciones…
Tuve un rendimiento que me siento satisfecho conmigo mismo, por dar lo mejor que podía. Las calificaciones normalmente eran altas, hasta ahora conservo los Boletines que durante el año se nos entregaba, cada entrega siempre tenía palabras de elogio y de ánimo que los profes acordaban ponerlo. Me enteraba que en las reuniones de Sala de los Profesores se hablaba bien de mí como estudiante.
-¿Algunas dificultades al empezar el liceo a los 33 años?
El haber pasado tanto tiempo sin tomar en serio el estudio diario, pero una vez que le «tomas el gusto» no quieres dejarlo más.
-Tu formación no terminó con el liceo, ¿qué estudiaste posteriormente?
Actualmente y desde hace varios años trabajo en el Conservatorio Departamental de Música como Profesor de Piano y Lectoescritura Musical. Posteriormente al liceo, en la Universidad hice la carrera de Técnico en Interpretación, Opción Piano. Hoy ya egresado de la UDELAR sigo tomando clases particulares con mi Profesor Miguel Lecueder en Montevideo tocando obras con más dificultades técnicas e interpretativas. Agrego también que tengo varios cursos hechos durante estos años y en lo que va del 2020 aprovechando el tiempo, estos tiempos de pandemia y la posibilidad de formación on line es que continúo capacitándome en mi especialidad. Curso de música de verano en el IPA de Montevideo, cursos con la Escuela Universitaria de Música de Montevideo, curso de Programación Neurolenguística, Música para niños Autistas, Musicoterapia, cursos de Neurociencias y de Educación en general, Dislexia, Dificultades de Aprendizaje, etc.
-Si te pedimos un mensaje final para quien no terminó el liceo y ya es adulto, ¿qué dirías?
Me gusta dar ánimo a toda aquella persona que aún no tiene o no ha terminado el liceo para que lo haga, y se dé a sí mismo la satisfacción de decirse en su interior: «lo logré». Hay un dicho japonés que dice que la constancia vence a la inteligencia, yo lo he comprobado por eso lo creo. Y quiero seguir estudiando, no prefiero conformarme con lo ya hecho, principalmente seguir estudiando Música.

«En este país no hay edad para estudiar o para iniciar una carrera, y el Liceo Nocturno te da la posibilidad y las herramientas para que puedas hacerlo»

Para Horacio Pérez, periodista y estudiante de Magisterio

Horacio Pérez es periodista, pero además, hoy es estudiante de 3° año de Magisterio porque hace poco más de cuatro años tomó la decisión de culminar sus estudios en Secundaria en el Liceo Nocturno. EL PUEBLO conversó con él para conocer su experiencia.

  • ¿Por qué después de haber pasado los 30 años decidió culminar sus estudios de Secundaria?
  • Había cortado los estudios cuando inicié el periodismo, y como nos pasa a todos, trabajar en varios medios me había llevado a definir si seguía estudiando o hacía un parate, porque recordemos que empecé muy joven en los medios de comunicación, y como de entrada tuve la posibilidad de trabajar en varios lugares, decidí abrir un paréntesis en el estudio porque se me complicaba para estudiar. Entiendo que volver a estudiar tiene que ver con un proceso de madurez, porque pasados los 30, un día iba rumbo a mi trabajo y pasé por el Liceo Nocturno del IPOLL, era en verano, en febrero, y me dije, «me voy a anotar en el Nocturno», porque me quedan unas materias para terminar. Bueno, llegué al liceo, me anoté, comencé el año y la verdad que me gustó tomar de nuevo el ritmo del estudio. Digo que debe ser una etapa de madurez porque nadie me obligó, y la verdad que estoy súper contento con haber tomado esa decisión.
  • Debe haberse encontrado con un grupo de estudios bastante heterogéneo a nivel generacional. ¿Cómo fue interactuar con estudiantes de distintas edades?
  • Cuando inicié el estudio en el Nocturno me encontré con un grupo que hasta ahora tengo amistad y contacto con ellos, feliz y contento de haberlos conocidos. Era un grupo de una diversidad de edad muy importante, había gurises jóvenes que trabajaban en la mañana y en la tarde y estudiaban de noche, como así también personas de más edad. Tengo un gran amigo que recuerdo que tenía más de 60 años y que se mezclaba sin problemas con gurises de 20, y yo con 30. Conformamos un lindo grupo de trabajo porque en la modalidad del Nocturno se apuesta mucho a la tarea grupal, entonces nos ayudamos mutuamente, y eso nos venía bien porque la mayoría, como yo, trabajábamos de mañana y de tarde. Logramos en ese grupo una buena conexión de trabajo en equipo.

Pero esa buena conexión no solo se dio entre los estudiantes, también la vimos con los docentes, donde hay un gran equipo en el Liceo Nocturno que apuesta a ayudarte, a formarte y a dejarte el mensaje que podés superarte y que es posible terminar los estudios sin importar la edad. Todos éramos tratados y valorados de la misma forma, siempre te daban ánimo, te llamaban, te daban los materiales, siempre con un mensaje en positivo, «dale que vos podés llegar a tu objetivo», y justamente muchos de los que estábamos allí nos trazábamos como objetivo terminar los estudios porque, o queríamos trabajar en tal lado o porque queríamos formarnos en tal carrera o muchos de los que pasaban los 50 o los 60 años iban para terminar el liceo porque lo veían como una superación y desafío personal que tenían, y al final, lo lograron.

  • De sus expresiones, ¿podemos inferir que el mensaje es que nunca es tarde?
  • Siempre lo destaco desde ese proceso que a mí me pasó. Tenía varios trabajos, pero sin embargo sentí en ese momento la necesidad de ir y terminar por mis propios medios el estudio. Sabía que sería sacrificado porque era bien difícil al trabajar en ese momento en la radio, en un diario y en el canal, pero arreglé mis horarios y pude ir al Liceo Nocturno. No me arrepiento de haberlo hecho, fue una etapa muy buena y como siempre cuento, luego que agarré el ritmo en el estudio me di cuenta que no quería dejar de estudiar. Así que terminé el liceo y pensé en anotarme en alguna carrera. Pensé al principio anotarme en Profesorado de Historia, que es lo que me gusta, sopesé los pro y las contra en ese momento, entonces decidí anotarme en Magisterio para no perder ese ritmo de estudios que había agarrado pensando probar y que si no me gustaba, me pasaría a profesorado, pero me encantó Magisterio, me atrapó trabajar con niños, es maravilloso, así como todo el contexto de la escuela me fascinó.

Entonces, con todo con el que me encuentro y nos ponemos a hablar, a todos les digo siempre que nunca es tarde para estudiar. El Liceo Nocturno te da la posibilidad y las herramientas para que puedas terminar el estudio, ya sea porque es un desafío personal o porque quiera hacer una carrera. Hoy destaco eso, en este país no hay edad para poder estudiar o para iniciar una carrera. Y ese tiene que ser el mensaje siempre, porque también me encontré con gente que me dijo, «¿y a esta edad te vas a poner a estudiar?». No hay que pensar en eso. Cuando la persona sienta la necesidad que tiene de estudiar o de formarse, ya sea en el liceo o en algún curso, no hay edad para hacerlo. Ese siempre tiene que ser el mensaje, para aquellos jóvenes que en algún momento se pueden perder en el sistema y más tarde deciden retomar o por la persona adulta que tiene sus propios desafíos.

«Ver a los estudiantes cuando terminan esa última prueba y salen tan felices, con mucha ilusión, realmente, es un momento muy emocionante y conmovedor»

Prof. Silvia Sevrini

En diálogo con EL PUEBLO, la Directora del Liceo N° 1, Prof. Silvia Sevrini, narró las vivencias de aquellos estudiantes que quieren y luchan por culminar sus estudios. Personas que trabajan, jefas y jefes de hogar, madres que concurren con sus hijos, y en momentos tan especiales como los de este 2020, resaltan la voluntad y el empeño, también, de todo un equipo de docentes, funcionarios y dirección, que apostaron y apuestan a dar «la más amplia posibilidad para que puedan hacerlo».

En diálogo con EL PUEBLO, la Directora del Liceo N° 1, Prof. Silvia Sevrini, narró las vivencias de aquellos estudiantes que quieren y luchan por culminar sus estudios. Personas que trabajan, jefas y jefes de hogar, madres que concurren con sus hijos, y en momentos tan especiales como los de este 2020, resaltan la voluntad y el empeño, también, de todo un equipo de docentes, funcionarios y dirección, que apostaron y apuestan a dar «la más amplia posibilidad para que puedan hacerlo».


EL NOCTURNO HOY
Es importante, primero, agradecer a este medio por su interés, por querer saber y conocer desde las fuentes, las realidades de los centros educativos.
Este fue un año muy especial, que arrancamos con los estudiantes e, inmediatamente, hubo que frenar todo. Entonces, en concreto, con la realidad del liceo nocturno, hubo un trabajo de seguimiento, de acompañamiento muy especial porque, había gente que estaba viviendo, además, otras situaciones, que nos la vive el estudiante del bachillerato común y, menos, todavía, que los de ciclo básico, porque esta gente, es adulta, que trabaja, con riesgo de perder el trabajo, y a algunos les ocurrió, que son jefes y jefas de familia que estaban viviendo situaciones complejas por parte de sus propias familias, a los que se les sumó la parte del trabajo y, todavía, a todo eso, tenían que integrar a la continuidad en el sistema educativo. Entonces, fue un trabajo que tuvimos que hacerlo de parte de los funcionarios, adscriptos, administración, secretaría, subdirección, el encargado del laboratorio de informática, el encargado de la biblioteca, y de los ayudantes de laboratorio, para tratar de encontrar a cada uno de los estudiantes y, de poder, organizarlos en grupos de trabajo. Generalmente con las comunicaciones, hoy, no fue un inconveniente, porque, todos, más o menos manejan un teléfono celular; y, el hecho de ser un estudiante adulto, manejan muchos los docentes para enviar algún material y trabajo. En ese sentido no hubo inconveniente. Hubo sí que contemplar el tiempo de adaptación a esa nueva instancia de vida que todos estábamos pasando, porque, estaban sufriendo situaciones por fuera del liceo, que nada tenían que ver con el estudio. Querían estudiar pero, tenían preocupaciones más grandes. Por ejemplo, el pagar la olla en sus casas.
Los estudiantes tuvieron diferentes reacciones. Algunos, por diferentes razones, abandonaron los cursos, luego los retomaron; otros casos, de madres, por ejemplo, que por ahí se les complicaba la asistencia, al poder hacerlo virtualmente desde la casa, les podía quedar hasta más práctico, en los casos de poder contar con los medios tecnológicos, que ese fue otro tema.
ANEP autorizó a que, cualquier vínculo de comunicación con el estudiante, era viable porque, lo importante, era mantener el vínculo; y ese vínculo se logró. Algunos lo mantuvieron permanentemente, en otros casos fue no tan a menudo. Y, luego, cuando se retomó la presencialidad, algunos prefirieron igual, continuar con la virtualidad, porque, por situaciones extra laborales, tuvieron que estar trabajando en otro lado, o estaban en las afueras. Bueno. En fin, fue un año muy especial, de mucho aprendizaje para los docentes, para la dirección, para los estudiantes, para los funcionarios del liceo, para todos, porque, tuvimos que adaptarnos a las nuevas circunstancias. Pero, lo más importante es que, pudimos salir adelante, que es lo más lindo. El liceo mantuvo el contacto, el alumno tenía la información, se pudo comunicar y mantener el vínculo con los docentes. En tiempo de pandemia, tuvimos, por suerte, un amplio porcentaje de estudiantes que continuaron asistiendo.
En la asistencia, la realidad del nocturno es muy especial. Tenemos gente que concurren hasta con sus niños, los que quedan a cuidado de alguien que viene con ellos o en el pasillo, esperando a que su madre vaya a una clase o dos que tiene ese día porque l programa es diferente, por ejemplo. Entonces, tenemos un ansia tan grande de la gente de terminar el liceo, más que nunca. Y, eso, desde la institución lo estamos apoyando. Buscamos la vía posible para que, todo estudiante que quiera terminar el bachillerato, lo pueda hacer. El que llegó a quinto año, quiere terminar.

MODALIDADES
Tenemos dos modalidades, la anual y la semestral. En la anual, el alumno se inscribe y cursa anualmente las asignaturas, rindiendo la prueba final, que es tipo un examen, según la categoría, según los niveles de la suficiencia que fue alcanzando en el año con otras evaluaciones. Y luego, está la modalidad semestral, donde el estudiante realiza determinadas asignaturas hasta mitad de año, rinde esa prueba y, en la otra mitad realiza las otras asignaturas. Para aquellos estudiantes que, por ejemplo, vienen de años anteriores, retoman y dicen, debo una de quinto y una de sexto, o, debo dos de quinto y una de sexto, pueden en un año, terminar todo, porque hacen, primero unas, terminan a mitad de año y, luego, las que les quedan, y terminan en ese año con las materias de quinto y sexto que les quedaban de años anteriores.
Eso es lo bueno que tienen este plan para la gente grande que quiere, cada vez más, lo notamos, terminar el liceo. Por eso, les damos la más amplia posibilidad para que puedan hacerlo.
Ver a los estudiantes cuando terminan esa última prueba y salen tan felices, personas adultas diciendo: terminé el liceo, con mucha ilusión, realmente, es un momento muy emocionante y conmovedor. Firmar una fórmula de egreso de un estudiante del nocturno, que pide para ir a continuar estudios en la Universidad, en el CERP, en Magisterio, realmente es una satisfacción que uno como docente siente. Es muy lindo poder estar en este lugar y acompañar a esta gente. Es una satisfacción diferente. Ellos lo valoran de una forma distinta.

La del Liceo Nocturno en Salto es «una rica historia de dedicación y compromiso», explica el profesor Silvio Previale

Con directores como Barbieri , Odriozola, Griselda Gallino…

El profesor Silvio Previale, actual Director del Liceo N° 4 «Horacio Quiroga», de Salto Nuevo, cuenta con una amplia trayectoria en distintos cargos dentro del sistema educativo (profesor, subdirector, director, etc.). Incluso, en algún momento ocupó el cargo de Subdirector Encargado del Nocturno del Liceo N°1 I.P.O.LL.
Con él conversó EL PUEBLO sobre el tema del presente informe y en su caso, fue consultado especialmente sobre la historia en Salto de la Enseñanza Secundaria Nocturna, aquella que en un principio fue solo para alumnos extra edad y a la que suele identificarse siempre, como figura pionera, con el arquitecto, profesor y político Armando Inocencia Barbieri.
«Hablar de liceo nocturno en Salto, es hablar de una rica historia de dedicación y compromiso», comenzó diciendo con entusiasmo el docente, sobre un tema que le resulta particularmente atractivo y del que se ha ocupado mucho de estudiar. Y así prosiguió el diálogo:

-¿A qué época debemos remontarnos para encontrar el primer Liceo Nocturno en Salto?
Si bien el primer liceo nocturno se oficializó en 1942, la historia se puede comenzar unos cinco o seis años antes, cuando un grupo de docentes que pertenecían al Instituto Politécnico Osimani Llerena comienza a dictar por las noches y en el mismo edificio, clases honorarias de Contabilidad, Dactilografía, Dibujo, Arte Escénico, Idiomas…El grupo de docentes, liderado por el Arq. Armando I. Barbieri, inicia las gestiones de oficialización que se concreta en 1942 y Barbieri es nombrado el primer Director.
-Durante la Dictadura Militar no funcionó, ¿verdad?
Claro, con el Gobierno de Facto, en 1974 las actividades del Liceo Nocturno son suspendidas y recién vuelve a la actividad en 1989.
-Alguna vez el Nocturno fue un liceo independiente, pero luego pasó a ser un turno más dentro de otro liceo, como es ahora. ¿Es así?
Sí, la historia se divide entre períodos de independencia del Liceo y períodos de 4to. turno en un liceo central. Es decir que en algunos años, el Liceo Nocturno tuvo su independencia y en otros, como en el presente, pasaron a ser el 4to. turno de liceos diurnos. El caso del Liceo Nocturno de Salto, vuelve a funcionar en forma independiente en el segundo lustro de los 80, el Prof. Odriozola es reintegrado a su cargo de Director y culmina allí su carrera hasta su jubilación. Finalmente, la Prof. Griselda Gallino, fue el último director efectivo de ese liceo Nocturno en forma independiente, lamentablemente falleció estando en actividad. En 1992 el Liceo recibe la denominación de «Liceo Nocturno Arq. Armando I. Barbieri» en honor a su primer director que además fue Intendente de Salto…
-Esa cuestión del nombre del liceo dio bastante que hablar en su momento…
Porque paralelamente, unos años antes en el mismo edificio se había puesto en funcionamiento el Liceo 5, sin nombre, que albergaba turnos diurnos de Bachilleratos Diversificados (5° y 6° de Educación Media Superior). Surge aquí una anécdota curiosa, ya que oficialmente la designación de Arq. Armando I, Barbieri, recae en un liceo nocturno, que fue absorbido por el Liceo 5, transformándose en el 4º turno. El Liceo 5 toma la denominación de hecho, Arq. Armando I. Barbieri, algo que fue subsanado años después a través de una Resolución del Consejo de Educación Secundaria.

-¿Cuáles son los puntos a favor y/o en contra de ser independiente o ser un turno más de otro?
Si bien las características de los Liceos Nocturnos puede verse favorecida en instituciones independientes, el hecho de constituir un 4º turno de los Liceos Diurnos, muchas veces favorece la posibilidad de contar con más opciones para los estudiantes, dado que se ha eliminado ya hace años, el requisito de la edad máxima para cursar Enseñanza Media Básica y Superior, los liceos pueden ofrecer a los adultos la posibilidad en todos los turnos, y el turno nocturno, 4º turno, se transforma en una excelente opción para quienes trabajan. Actualmente los cursos nocturnos, tienen hasta un plan acorde a su oferta educativa destinada a favorecer la culminación de la Enseñanza Media.

«El Nocturno significa una segunda oportunidad donde la persona apuesta a mejorar su futuro, su condición laboral y personal»

Prof. Jorge Buslón – Liceo N° 5

El Director del Liceo N° 5, Prof. Jorge Buslón, en diálogo con EL PUEBLO, enfatizó en lo importante que es para el adulto que decide retomar los estudios, el tener determinada contención, respaldo, ante un verdadero «desafío» que constituye dar un paso fundamental en su vida.
Resaltó el trabajo esmerado del equipo docente y de los funcionarios del centro educativo, quienes son los que han posibilitado que el Liceo Nocturno de la institución sea un ámbito de apoyo para esas personas, lo que constituye una de las principales características del lugar.

REALIDAD
El tema de la educación de adultos ha sido siempre un tema bastante complejo. Lo puedo decir, ya que inicié mi carrera de director, siendo subdirector en el Liceo Nocturno en 1999 y, por lo tanto, al trabajar un tiempo bastante largo en dicha función, conozco de cerca, más allá que ahora sea director de un liceo que tiene el nocturno, en el caso particular de este tipo de liceos, es el único que tiene un subdirector encargado de turno, porque en los demás, por ejemplo, pueden rotar; en el nocturno, no.
Como le mencioné, por lo general, ha sido un tema bastante complejo porque, ha adolecido de algunas dificultades, por ejemplo, no existe preparación para los docentes, para trabajar con adultos, lo cual es todo un tema. Trabajar con los adultos, significa trabajar con gente que hace cinco, diez, quince, veinte años que dejó estudiar, no tiene escolarización; la discontinuidad de la gente respecto a la asistencia, la gente trabaja, el tema sumado de la noche, etc. O sea, hay toda esa temática, y, además, la no formación en nuestro sistema, de docentes en esa educación especial, así como comprende otras tantas características.

OPCIONES
El nocturno ha cambiado en lo que respecta a la franja etaria de los alumnos. Antes, el nocturno, era para gente mayor, pero que encaraba la situación de otra manera; hoy, como no tenemos liceos extra edad, y como esta se considera tres años por encima de la edad cronológica con la que debería estar concurriendo, por ejemplo, se considera que un alumno con 12 o 13 años debería estar en primero, si después tiene tres años más, o sea, 15 años, se considera extra edad. Y hoy en día, la franja ha bajado muchísimo; lo cual, también, genera otra situación a atender.
Nosotros hoy, tenemos el Liceo N° 5 de primero a cuarto, pero, desde hace un par de años, hay un plan nuevo, que es el Plan 2013, donde se han semestralizado los cursos, y esta es una muy buena opción, porque, hay materias semestrales anuales, que la cursan durante todo el año. Pero, después, hay otras que las cursan en un semestre, y si la aprueban, tiene validez por un año y eso atiende a la situación de otras de las características del nocturno, que es la deserción. También, hay un programa libre-asistido, donde a los estudiantes se los asiste para que puedan rendir los exámenes. Pero, en este momento, nosotros aplicamos el Plan 2013, que mencioné, que es., reitero, la semestralización de los cursos.
En el Liceo N° 5, el 75% de los docentes eligen nuevamente, lo cual, permite ir trabajando sobre bases que se van construyendo, y con una cultura institucional que se va formando. En el Nocturno, los docentes van variando mucho; si bien tenemos un grupo de docentes que reeligen, que son la fortaleza, se genera una dificultad en la coordinación de las propuestas metodológicas. Porque, no es lo mismo trabajar con un adulto (falta de organización, cansancio, trabajo, tiempo del que disponen, etc.) con un joven. Tantos unos como otros, tiene que salir sabiendo lo mismo, con otras estrategias.
Hoy existen otros planes como El Uruguay estudia, que con 18 o 21 años pueden hacer tres años en uno, plan que se aplica en el Liceo N° 6; pero, la gran diferencia está en que, el Liceo Nocturno, siempre ha tenido un costado bien interesante, que es el tema de la socialización.
2020 AÑO COMPLEJO
Este año ha sido bastante complejo, porque, si bien se ha trabajado muy bien por parte de la subdirección de la noche y el equipo de docentes, la tecnología y las nuevas modalidades, complicó. En los otros casos, por ejemplo, se podía trabajar por Zoom, porque los alumnos, se suponía, tenían las herramientas tecnológicas como las computadoras que se les había brindado. En el caso de los alumnos del nocturno, como muchos no tenían esas herramientas, se trabajó por Facebook, grupos de Whatsapp, etc., se les envió material, lo cual, respecto a la respuesta que recibimos, si bien hubo un muy buen trabajo de coordinación entre la subdirección y el equipo docente, no fue lo suficiente como para no tener un alto grado de abandono, que tiene que ver, también y en buena medida, con todo lo que contrajo la pandemia. Ahora estamos retomando los lineamientos de las autoridades.
SEGUNDA OPORTUNIDAD
Esto se merecería un análisis bastante profundo. El adulto -partimos de la premisa de que es para adultos-, siempre tuvo una gran contención, siempre fue tratado con una gran familiaridad, lo que es una gran característica del Liceo Nocturno del Liceo N° 5 de Salto. Recordemos que, el hecho de que un adulto comience o retome el estudio, constituye todo un desafío para él. No nos olvidemos que, el primer lugar donde se le dice al alumno que no sirve para tal o cual cosa, es en la institución educativa, en el sentido literal. Porque, las instituciones educativas, son las que abalan los saberes, y, en realidad, los saberes son muchos. Por eso, el fracaso escolar, por ejemplo, incide en la persona; y esas personas, las que por diferentes razones vuelven a estudiar, es importante que reciban esa familiaridad de la que le hablaba, de esa atención en un grado mayor, donde juega mucho la experiencia de los docentes, los funcionarios, que hacen años que están y conocen esta realidad. El apoyo es fundamental. El trabajar durante el día y, después, entrar a las 20 horas y salir a las 23:45 y al otro día volver a trabajar, es todo un desafío.
Significa una segunda oportunidad, porque, la persona, apuesta a mejorar su futuro, su condición laboral y personal.

«Uno de los regalos de la vida como docente, fue
compartir durante todos esos años, la formación con miles de esos jóvenes y adultos, que en su mayoría trabajaban»

Para Silvia Inés Jaureche Ifran

a profesora Silvia Jaureche Ifrán fue docente del turno nocturno en Secundaria durante 29 años, hoy ejerce la Subdirección del Instituto de Formación Docente de Salto. Compartió parte de su rica experiencia en diálogo con EL PUEBLO.

«Trabajé en el turno nocturno –comenzó recordando- de los liceos Nº 1 y Nº 5 desde el año 1983 hasta el año 2012, como docente de Matemática y como Subdirectora del turno. Ya el Liceo Nocturno había perdido su calidad de tal y se había convertido en el turno nocturno de cada uno de esos liceos. Afortunadamente el turno nocturno mantenía la marca fundacional que animó a los visionarios, que como Armando Barbieri, pensaron, creyeron y confiaron en la educación para jóvenes y adultos que trabajaban y a la vez cursaban sus estudios».

«Uno de los regalos de la vida como profesional docente, fue compartir durante todos esos años, la formación con miles de esos jóvenes y adultos, que en su mayoría trabajaban, y habían decidido continuar su trayectoria educativa en el único turno que su edad, o su condición familiar o laboral le permitían. Y digo decidido, pues así era. No era por un mandato externo, era una decisión personal, con una carga emocional y afectiva muy fuerte, que como docentes teníamos que tener muy en cuenta, para guiar nuestra tarea y esfuerzos. Estaban allí porque querían, porque lo necesitaban interiormente, porque algo en su vida los había hecho vencer múltiples obstáculos y finalmente habían logrado estar en ese banco».

«Constituíamos un núcleo docente permanente que compartía el amor por el Nocturno, que no consideraba sus clases como las finales del día, sino que las emprendía como el inicio de una nueva y gran oportunidad para construir con otros. En este sentido, recuerdo el profundo compromiso de los equipos directivos, los funcionarios y demás colegas que compartían la pasión de la educación en el Nocturno, quienes con amabilidad y entrega generosa desarrollaban tareas que excedían a las de su función, para cubrir las necesidades de los estudiantes, y para que éstos se sintieran a gusto, escuchados, comprendidos y apoyados».

POBLACIÓN ESTUDIANTIL HETEROGÉNEA
«La población estudiantil era sumamente heterogénea, desde el que tenía la posibilidad de compartir talentos, destrezas, conocimientos, enfoques, desde cuyo intercambio surge el enriquecimiento mutuo, no solamente entre estudiantes, sino entre estudiantes y docentes. Asimismo, se caracterizaba por la buena disposición y apertura a las propuestas docentes, por la receptividad ante los planteos didácticos, por la riqueza de experiencias tan disímiles, por las ganas, el entusiasmo, el compromiso, el respeto a los acuerdos de convivencia, por la excelente actitud frente a la asignatura y por un excelente clima de interrelaciones, donde no había problemas de comportamiento o de conducta. Todo ello a pesar del cansancio, de las horas sin dormir, del salir del liceo y tener que entrar a trabajar, y miles de circunstancias más».

«Como docentes, nos animó siempre el profundo respeto por la condición del estudiante que trabaja y estudia, desde la consideración del derecho a la educación como proceso permanente, desde la mirada de la inclusión educativa y del derecho a la educación como derecho humano fundamental para su realización personal y como habilitante de los demás derechos. En la misma línea, el enfoque de la tarea educativa partiendo del reconocimiento de las fortalezas de los estudiantes, así como las altas expectativas en los aprendizajes que podrían lograr, el convencimiento de que acompañamos personas y no solamente estudiantes, el considerar que la tarea educativa es un proceso compartido, dialógico por excelencia, en el cual la tarea docente es valorar cada paso, cada avance, estimular mediante el planteo de escenarios educativos pertinentes y significativos, que respondan a cada situación, necesidad o desafío».

«Compartimos la tarea con rostros muy diversos, igualmente valiosos y singularmente ricos. Unos que ya habían educado a sus hijos y ahora se daban la oportunidad de hacerlo consigo, otros que no habían aprovechado la oportunidad en su momento y hoy la valoraban y se decidían a intentarlo, otros que nunca habían soñado poder hacerlo y ahora les llegaba la hora, otros que venían con pase de otro liceo, por extraedad, menores que tenían que trabajar y contaban con permiso del INAU para hacerlo y cursaban de noche, algunos porque necesitaban la acreditación del Ciclo Básico o del Bachillerato lo antes posible, y tantas realidades más. Por eso compartían la propuesta jóvenes de 15 años con adultos de hasta 70. Intercambiando miradas, experiencias de vida, formas de pensar, de resolver, aprendiendo del otro».

ANECDOTARIO
«Anécdotas, muchas, tantas como estudiantes. Desde el alumno que cuando le hablaba de volúmenes en Geometría me dijo que el único volumen que conocía era el de la radio, desde la alumna que me gritaba de una punta a la otra en un ómnibus repleto en Montevideo, si me acordaba de ella, y me contaba que se había recibido y cuántos hijos tenía y me ofrecía su casa para quedarme, hasta la instrumentista que en el quirófano me dijo ‘usted fue mi profesora’, se imaginará. Desde padres e hijos cursando juntos en la misma clase, pasando por reencontrarme con estudiantes cursando carreras terciarias y universitarias, recordando los hermosos tiempos del nocturno, a estudiantes actuales que me traen los saludos de sus padres o madres que fueron mis alumnos, desde presentarme hijos o nietos por la calle, a la promesa de invitación a festejar cuando se recibiera de Licenciada en Trabajo Social, invitación al asado que llegó, no sin lágrimas mediante, y se disfrutó enormemente».

«Si tuviera que sintetizar mi experiencia de tantos años como docente de Matemática en el turno nocturno, diría que inicié cada clase con el firme propósito de que ese encuentro, algo de especial tuviera para cada uno de nosotros, y que sintiéramos que no había sido lo mismo si no hubiésemos estado y que no éramos la misma persona luego de haberla compartido. Algo en nosotros se debía ver de otra manera, mejor, porque algo habíamos dado y algo habíamos recibido».

«Se puede trabajar y estudiar, nunca es tarde, siempre se está a tiempo, y siempre hay instituciones y educadores dispuestos a compartir esa tarea, que confían en el potencial humano y en su desarrollo, y encuentran que participar de la misma le da sentido a su vida y la enriquece, como pocas cosas logran hacerlo».

«Un saludo a todos los compañeros directores, docentes y funcionarios que hicieron posible que el «Nocturno» de Salto tuviera una identidad y un sentir únicos, merecido y valorado por los estudiantes. Un agradecimiento especial a cada uno de los estudiantes con quien la vida me permitió compartir un momento del camino y crecer juntos en la hermosa experiencia de trabajar Matemática en el Nocturno», concluyó.

“Los alumnos me hacen ser mejor persona y docente”

José Pablo Molina Toriani – Su experiencia con los adultos que deciden terminar el ciclo escolar

Jorge Pablo Molina Toriani es maestro con varios años de experiencia y se dedica a la enseñanza de los alumnos adultos que no tuvieron la oportunidad – cuando niños – de culminar el ciclo escolar.
El «alumno adulto» es especial, porque no tiene las presiones de cuando es niño o adolescente.


“El alumno adulto está y va a clase porque quiere, o lo necesita, pero más que nada porque tiene una deuda con su yo del pasado.
Tal vez fue porque tuvo que salir a trabajar para ayudar a su familia desde pequeño, o porque era considerado burro y el sistema lo fue marginando, son variadas las razones …
Pero todas confluyeron para que se alejara.
El alumno adulto se esfuerza y trabaja… quiere aprender…. quiere terminar el ciclo primario porque sabe que ya no tiene el mismo tiempo que tenía cuando era un niño.
Las ganas que ponen nos incentivan a los docentes a querer ser mejores docentes.
Pero, no todo es color de rosas, muchas veces el ser adulto y no haber terminado la escuela o no saber leer ni escribir se lo vive como una carga muy pesada. Lo que hace que ese adulto sienta vergüenza de acercarse a alguno de los espacios de Educación de Adultos y prefiera mantener su situación antes que verse expuesto ante su entorno” reflexiona el docente.

  • ¿Qué particularidades tiene el Programa de Educación de Jóvenes y Adultos?
    -”El programa de Educación de Jóvenes y Adultos de CODICEN es muy amplio y abierto. Se nutre de los temas actuales sin perder de rumbo el trabajo con lo básico de las grandes áreas del conocimiento: Lenguaje y Matemática.
    A partir de los 14 años se puede interesar a alguno de los espacios existentes en todo el país y no tiene límites de edad.
    Es de resaltar, que , para dar la prueba de acreditación (mediante la aprobación de la misma se da por terminado el ciclo primario) no es necesario concurrir a los espacios mencionados y además se puede comenzar en estos en cualquier época y fecha del año.
    En nuestro departamento existen los siguientes espacios: en el Instituto de De Formación Docente, en barrio Calafi, en centro ASIMSA, en barrio Horacio Quiroga, en la Escuela 126 y en INR dónde cada uno de ellos cuenta con un maestro alfabetizador; pero también existen talleres como tejido, huerta, soldadura, informática”.

-¿Cómo describiría su experiencia?
-”Personalmente, he pasado por prácticamente todos los espacios y este año mi cargo está en ASIMSA (Asociación de Impedidos de Salto) dónde el alumnado comprende a jóvenes y adultos con discapacidad mayoritariamente intelectual.
Aquí se conjugan dos grandes pasiones personales como son la docencia y el trabajo con la discapacidad, puesto que soy maestro hace 22 años y 13 de esos estos los desarrollé en la Escuela Especial 97.
Me gusta mi trabajo con el alumnado adulto porque este se compromete y se apasiona.
Le gusta y quiere aprender, no está en clase para perder el tiempo …quiere estar allí.
Esas ganas, esa actitud hacia el aprendizaje me motivan e incentivan a mejorar.
Me contagian su entusiasmo a la hora de dar la clase. Me hacen ser mejor docente y persona, o por lo menos así lo siento”.

  • ¿Cuáles son las motivaciones del alumnado?
    Me ha tocado formar parte de mesas en las pruebas de acreditación y cuando llega el examen oral es cuando uno tiene la posibilidad de conocer las motivaciones que llevan a los alumnos a estar allí.
    Puedo asegurar que las historias de vida que he escuchado tocan el corazón y emocionan.
    Una vez tuvimos la experiencia de tener como participantes de la prueba a una abuela y a su nieta.
    Ambas aprobaron y la señora de más de sesenta años nos contó sus planes de seguir estudiando ahora que había terminado la escuela.
    Quería seguir UTU. Y su nieta emocionada seguía sus pasos. Creo que en ellas estaba resumido el espíritu de la educación de jóvenes y adultos …no hay edad para aprender y superarse , no hay edad para seguir nuestras metas y sueños”.
    En ASIMSA, el maestro tiene a su catgo quince alumnos.” Pero espacio varía… por ejemplo en la cárcel el número es mayor…son unos 20.
    En Salto habrían alrededor de 50 personas.
    Se trabajó igual que en escuelas y liceos.
    Se empezó en marzo de forma presencial, luego , en pandemia se hacía vía zoom y por WhatsApp.
    Hoy en día ya se volvió a lo presencial, tomando las medidas del caso como ser : tapabocas, alcohol en gel y distancia social”.
    PARA INFORMARSE…
    La educación de adultos reconoce como marco jurídico general la Constitución de la República y la Ley General de Educación 15.739. Se inscribe en el escenario que se crea a partir de la consideración de que el país sólo tiene un 4,3% de analfabetismo absoluto, pues la casi totalidad de niños de 6 a 14 años está en la escuela y se cuenta con una cultura relativamente homogénea y con una población predominantemente urbana.
    Hasta 1991 la Educación de Adultos funcionó dentro del Consejo de Educación Primaria, atendiendo fundamentalmente lo que se denomina educación alfabetizadora.
    Advertida la importancia de renovarla y como respuesta a la necesidad de autodesarrollo permanente del ser humano, entendiendo que ésta no puede ser considerada en sí misma sino como subconjunto integrado en un proyecto general de educación permanente, el Consejo Directivo Central de la ANEP creó en febrero de 1992, la Dirección General de Educación de Adultos, como órgano rector de esta área educativa.

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