La semana pasada hablábamos de la dimensión programática y la necesidad que la política cuente con una.
Convocatoria Seregnista – Progresistas (CSP), surge como un agrupamiento de sectores frenteamplistas que busca superar la dispersión de una de las sensibilidades fundadoras de nuestra fuerza política.
Comprometidos con los ideales de libertad, igualdad y solidaridad, expresados y afirmados conjuntamente, orientados a construir mejor calidad de vida y felicidad para todas las personas con especial prioridad en las más débiles y vulneradas.
La democracia política, el pluralismo y la transparencia son valores esenciales. Defendemos y promovemos los derechos humanos en su más amplia acepción, la igualdad de oportunidades al inicio de la vida, la equidad de género, la igualdad entre personas independientemente de su edad, su lugar de nacimiento, su origen étnico o su orientación sexual.
A partir una mirada contemporánea sobre la realidad, pretendemos seguir transformando el país con valores humanistas, cuidando nuestra casa común y siendo parte de la comunidad latinoamericana y mundial que promueven la Carta de Derechos Humanos de ONU, la agenda de los Objetivos del Desarrollo Sostenible y los acuerdos por el cambio climático, asumiendo las responsabilidades que ello implica.
Por ello, salimos al encuentro de todas y todos los que, como lo proclamara Tabaré Vázquez, quieran construir “un Uruguay donde nacer no sea un problema, donde ser joven no sea sospechoso, donde envejecer no sea una condena”.
Conceptos que están en la matriz ideológica y cultural de los uruguayos. Artigas lo planteaba en “que los más infelices sean los más privilegiados” y en la misma línea el “Estado escudo de los pobres” de Batlle y Ordoñez y el “dignidad arriba y regocijo abajo” de Aparicio Saravia.
Es así que planteamos algunas prioridades que confiamos orientarán un nuevo ciclo de transformaciones progresistas liderado por el Frente Amplio.
El bienestar de la población requiere de una economía en crecimiento, con redistribución del ingreso y cuidado del ambiente.
Un Estado moderno y fuerte, empresas privadas potentes y trabajadores organizados son necesarios en una estrategia de desarrollo sostenible.
El crecimiento de la economía es clave tanto para la generación de empleo de calidad y mejores salarios como para la ampliación de la recaudación y del espacio fiscal con fines de potenciar y mejorar el gasto social. Será necesario incrementar los niveles de inversión y de capital humano, al tiempo de mejorar la productividad de la economía en general.
Esto obligará a promover la innovación, con una apuesta muy grande al desarrollo científico y tecnológico que enriquezca los diferentes procesos productivos y sus cadenas de valor, pero con especial énfasis hacia aquellos que signifiquen oportunidades sostenibles.
Hacer lo que sabemos hacer, producir alimentos, energías renovables, desarrollo de tecnologías de la información y la comunicación, turismo, producción de bienes culturales, para citar algunos ejemplos de lo que hacemos en Salto, pero incorporarle conocimiento e inteligencia para lograr productos con más valor.
Esa es la orientación que queremos darle a la generación de trabajo, un derecho, que tendrá que estar disponible para todas las personas, con niveles de ingreso adecuados, permanencia y con la formalidad necesaria. El trabajo informal no es sostenible.
En definitiva, generación de trabajo de calidad, que obligará a los trabajadores a recalificarse e ingresar en procesos de formación continua.
Esto se asocia con la necesidad de mejorar la inserción económica internacional, profundizar la integración regional y lograr una inserción internacional que mejore el acceso a mercados con mayores niveles de competitividad de nuestra producción de bienes y servicios. Es imprescindible potenciar y preparar a las Pymes para su ingreso al mercado internacional.
El cooperativismo y otras formas de economía social son actores claves por lo que deberán adquirir un nuevo impulso en la producción sostenible de bienes y servicios.
Para esto, es fundamental la planificación a mediano y largo plazo que oriente las políticas de corto plazo y las asignaciones presupuestales en el sector público, y sean factores indicativos de rumbo para mejores decisiones del sector privado.
Esa planificación, deberá ser realizada en forma participativa, incorporando mecanismos de diálogo permanente, pero también deberá considerar las distintas condiciones y características de los territorios en las diferentes regiones del país
Nuestro pre-candidato, Mario Bergara aprendió con Astori en la gestión de gobierno participando en el equipo que condujo la economía durante los gobiernos del Frente Amplio. Equipo que dio reiteradas muestras de probidad.
Danilo y su equipo pusieron siempre el manejo de la economía y la política al servicio de la gente, con responsabilidad, porque como decía el General Seregni «importa la decisión que tomamos, pero importa por sobre todas las cosas la mañana siguiente.»
