El Servicio Central de Inclusión y Bienestar Universitario (SCIBU) de la Universidad de la República abre el período de solicitudes de becas 2026, dirigido a estudiantes de todo el país comprendidos en la categoría “Primera vez cursando” .El período de solicitud estará habilitado del 13 al 27 de octubre de 2025, ofreciendo ocho tipos de becas: Apoyo Económico, Alimentación, Transporte, Alojamiento, Descuento en pasajes interdepartamentales, Materiales de estudio, Guardería, y Laptop.
La Licenciada en Nutrición Agustina Palacios, integra el equipo de Bienestar en Salto. En su visita por radio La Regional, comentó sobre esta nueva convocatoria; además de informar sobre el trabajo que desempeña como encargada del servicio de comedor que en este 2025 está cumpliendo 20 años de funcionamiento en Salto.
“Comentarles para comenzar que este llamado es para chiquilines que pueden estar en segundo, tercero, cuarto de la carrera, que nunca han solicitado beca de Bienestar; y que ahora pueden hacerlo informándose de todos los requisitos en nuestra página web. En nuestro caso decirles que el llamado ofrece bonificación de pasajes, apoyo a través de una beca económica, de alimentación, de transporte, y para materiales de estudio, como también laptop.
En cuanto a los dos década de funcionamiento del servicio de comedor para estudiantes de nuestra sede universitaria, la nutricionista expresó que son “20 años habiendo convivido o trabajado con diferentes concesionarios, y actualmente en convenio con la Intendencia de Salto, funcionando en el comedor que el gobierno local cuenta en la esquina de calles Piedras y Artigas, a unas pocas cuadras de nuestro edificio central. Actualmente funciona de lunes a viernes en el horario de 11.30 a 14 horas , y en la noche de 19.30 a 21.30 horas. El menú que allí brindamos es un menú balanceado, cada menú en almuerzo debe aportar mil calorías, en un menú completo con macronutrientes, micronutrientes, y planificado. Si bien pueden haber algunas situaciones que se nos escapan, que no podamos cumplir el menú de ese día por un motivo excepcional; en realidad hay una planificación detrás, y hay acuerdos con la otra parte para poder cumplirlo”.
“La alimentación es mucho más que un plato de comida, porque allí les ofrecemos un lugar seguro, cómodo, limpio, donde los chiquilines pueden socializar con compañeros de su carrera o compañeros de otras carreras; conocen gente, intercambian, y planifican actividades. Es muy lindo verlos de repente en grupos de siete u ocho chiquilines viviendo lo que decimos es una experiencia universitaria. Porque también forma parte de vivir la universidad, más allá de que brindamos un servicio de alimentación”, agregó.
En la actualidad entre 90 y 100 estudiantes acuden a diario al comedor a la hora del almuerzo; y unas 60, 70, a la hora de la cena. “Destacamos también que se encuentra en un punto muy cercano, cerca de los edificios donde se dictan clases, en una zona céntrica, muy accesible también para la población estudiantil. También les comento que contamos con algunas dietas vegetarianas; y si tuviéramos casos de dietas por diabetes, gastritis, o por algún tiempo de intolerancia, por ejemplo; perfectamente se adecúa la dieta que se ofrece para cumplir con ese requerimiento nutricional. Todos los días, por ejemplo, de postre se ofrecen frutas o un postre de leche como puede ser un budín o una crema, un mousse de frutilla. También dos frutas que ellos llevan para la merienda de la tarde”, agregó.
Palacios se encuentra en contacto con el servicio de alimentación que se brinda en la estación de Facultad de Agronomía en Paysandú; y también con el equipo administrativo de la sede Paysandú. “En el caso de la EEMAC, la estación de Agronomía; el director manifestó el interés de que pudieran allí contar con becas de alimentación para que el perfil de estudiantes también sea inclusivo, para considerar el servicio para quienes se alojan durante un tiempo prolongado allí o para quienes no pueden trasladarse a la ciudad todos los días. El concesionario que trabaja allí lo está haciendo muy bien; y si bien no tenemos un convenio con esa institución, estamos a disposición para poder apoyarlos técnicamente. En cuanto al contacto con el equipo de la sede Paysandú, decirles que trabajamos el mismo plan de alimentación para unificar los criterios, más allá de que allí no hay técnico nutricionista”.
Para finalizar la charla, Palacios compartió algunas anécdotas que alientan a seguir con la tarea, con mensajes muy positivos de lo que sucede con un servicio de comedor. “Cuando conversas con los chiquilines y te dicen que al comenzar a ir al comedor no le gustaban las verduras, no se llevaban la fruta, o la llevaban y la regalaban; y que tiempo después comenzaron a pedir sopa de verduras cuando iban a sus casas; ahí también está implícita la educación nutricional que atraviesa la experiencia universitaria . No es que nosotros estemos alentando todos los días, pero sí lo ofrecemos a diario, y eso a la larga o a la corta se empieza a incorporar y a convertir en un hábito. Porque muchas veces no es que no nos guste; es que no tengo el hábito, y ese hábito se forma porque nace de la repetición de una pauta conductual”, concluyó.
Bienestar Universitario presente con su servicio de comedor desde hace 20 años en Salto, acompañando la trayectoria de decenas de generaciones que han encontrado en este servicio, en esta beca de apoyo en la alimentación; una herramienta clave para hacer posible su formación en la Universidad de la República.
