En los años cincuenta, los famosos Rolls-Royce sólo podían ser comprados por los más altos representantes políticos de los países más poderosos sólo por cuestiones de imagen. Y según los entendidos, «el mejor coche del mundo» alcanzó su máxima expresión con el inigualable «Silver Cloud». Pero la crisis del petróleo afectó mucho a la fábrica años después, teniendo que extender su mercado al aceptar como compradores a otros capitales pero con una montaña de dinero en las manos. En 1971, se formó una nueva compañía: Rolls-Royce Motor Cars Ltd. Esto significó la desvinculación con la división de motores para aeronaves. Luego empezaría la crisis económica que la llevó a la quiebra.
A pesar de que la clase y el lujo característicos de la marca no se perdieron, era obvio que ya no podía mantenerse por sí sola. De tener fábricas tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, Rolls-Royce terminó recluyéndose en su fábrica en Crewe. El grupo Vickers, el dueño de la marca a principios de los noventa, no pudo levantar la crisis financiera que estaba por consumir la marca. Así, en los noventa las ventas cayeron en más del 50% y ya muchos pensaban en una cercana bancarrota. La mecánica no había variado mucho en los últimos 40 años y por más lujosos que fueran no podían competir con los coches modernos. A Vickers no le quedó otra que vende la marca para no perderla para siempre.
Así, los imperios automotrices Volkswagen y BMW fueron los interesados. Luego de varias controversias, Rolls-Royce Bentley Motorcars pasó a manos de Volkswagen en 1998; pero con una cláusula muy beneficiosa para BMW que le daba el derecho de reclamar la firma Rolls-Royce para el 2003. De esta manera, con Volkswagen para Bentley y Rolls-Royce para BMW, ambas empresas son separadas luego de 72 años. Aparte, la fábrica de Crewe quedará solo para la construcción de Bentleys, mientras que para la empresa de «los mejores autos del mundo» le espera una moderna planta en Goodwood, al sureste de Inglaterra.
Rolls-Royce ya no corre peligro, y por el contrario, volverá a su época de máximo brillo como constructor de autos exclusivos dignos de los personajes más poderosos del jetset.
ROLLS ROYCE
DE REYES
Los primeros propietarios de Rolls Royce «de reyes» fueron: la propia casa Rolls Royce, en 1950. Se trataba de un prototipo de camioneta utilizada por la fábrica y desmontada en 1963. Isabel II de Gran Bretaña, dos unidades, 1950 y 1954. El Sha de Persia, dos unidades, 1951 y 1956. La primera unidad fue desguazada en 1959. El Emir de Kuwait, tres autos, uno en 1951 y dos en 1955. Duque de Gloucester, 1951. El General Francisco Franco, España, tres coches entregados en 1952. La Duquesa de Kent, 1951. El Rey Faisal II de Irak, 1953. La Princesa Regente de Irak, 1953. El Príncipe Talal, Arabia Saudita, 1952. El Aga Khan, 1952. Margarita II, Inglaterra, 1954; entre otros. En sus mejores épocas, la fábrica Rolls Royce, creada el 18 de enero de 1904, bajo el título de taller automotriz de lujo, llegó a tener casi 1.000 operarios en sus diferentes sectores, moviendo un capital calculado en 300 millones de euros. Los precios que se manejaban sobre cada unidad fueron astronómicos, siendo cambiantes según el modelo, que llegaron a tener hasta grandes cantidades de oro y plata en sus chasis y carrocerías fuera de lo común. Eso, hizo que solamente una élite pudiera tener acceso a las unidades, siendo prácticamente prohibitivo adquirirlas por el público de medianos recursos. Se dice que en el momento de la quiebra, las principales autoridades de RR manifestaron en rueda de prensa que si bien se cobraba una verdadera fortuna por los autos, esos tenían un alto costo de fabricación, no siendo productiva para la empresa la ganancia, teniendo que mantener una fábrica de dimensiones inusitadas, con muchos empleados y millones de impuestos. En éstas condiciones, se fue a la quiebra.
FREDERICK
EL CREADOR
Frederick Henry Royce, el creador de la marca RR nació el 27 de marzo de 1863, en Alwalton, Gran Bretaña, siendo hijo de un modesto molinero. A los 4 años se mudó con su familia a Londres. Cuado tenia 9 años murió se padre; y solamente completó un año de la escuela. De los 10 a los 11 años, vendió diarios para ayudar a su familia con la renta. Después de un año, lo contrataron como telégrafo en Mayfair, hasta la edad de los 14, cuando una tía lo puso como aprendiz de un ferrocarril norteño en Peterborough, donde trabajó en los talleres de locomotoras. En Londres, Royce había comenzado con su educación a largas horas de la noche después de su trabajo. Su interés por la electricidad ya era evidente y obtuvo un trabajo con la Electric Light and Power Company como ayudante y obtuvo un sueldo mejor. Esta compañía lo envió más adelante a una subsidiaria en Liverpool. Sus conocimientos le permitieron fundar una empresa, junto con A. E. Claremont; en 1884, la cual se llamaba F. H. Royce and Company. En 1893 Royce se casó con la hija de Alfred Punt. Después compro una casa en Knutsford cerca de Manchester, donde existía un gran jardín, luego trajo a su madre a vivir con él hasta la muerte de ella; ocurrida en 1904. En 1894, Royce, Claremont y James Whitehead -que aportó capital adicional- convirtieron la empresa a una compañía limitada; la cual llamaron: Royce Limited. La casa extendió sus productos para incluir dínamos más grandes y grúas eléctricas. El negocio prosperó y con el nuevo capital agrandaron la fabrica para hacer frente al aumento de los pedidos. Todo fue bien hasta la gran depresión que combinó con grúas y dinamos más baratos de Alemania y de Estados Unidos, causando pérdidas en las órdenes. Royce rechazó degradar sus productos, y los asuntos financieros se deterioraron. En 1903; Royce se compró un coche francés pequeño, un Decauville, que no era muy fiable. El pasó muchas horas reparando el coche; incluso reajustó piezas que él fue diseñando. En este trabajo utilizó a dos aprendices -Platfor y Haldenby-. Royce, desilusionado con el Decauville; decidio hacer su propio diseño de un coche; y en poco tiempo, realizó el primer Royce. Era un coche de 10 caballos de fuerza y de 2 cilindros. Su primer viaje en ese auto fue de 14 millas el 1 de abril de 1904. Después del cambio de siglo, Charles Stewart Rolls, estaba de negocios en Londres con su socio Claude Johnson; los cuales trataban de vender coches franceses en Inglaterra. Rolls era un motorista pionero y bien formado. En 1900 él gano las mil millas de confiabilidad en un Panhard de 12 caballos de fuerza y en 1903 estableció un récord de velocidad -93 millas por hora- en un Mors de 70 caballos de fuerza. Edmunds era amigo de Rolls y de Claude; y les contó sobre el coche que realizaron en Manchester; y eventualmente los convenció de que fueran a verlo en abril de 1904. Rolls quedó encantado por el coche; y convenció a Royce de que los coches subsiguientes se llamaran «Rolls-Royce». Con la ayuda Edmunds fue elaborado un acuerdo y fue firmado en diciembre de 1904. En 1910; muere Charles Rolls en trágico accidente de aviación. Después de la muerte de Rolls, Royce no fue ocioso. Él trabajó para mejorar los diseños de las nuevas máquinas y talleres. Él decía «no hay manera segura de juzgar cualquier cosa, excepto por el experimento». Royce murió el 22 de abril de 1933 en su casa de West Wittering, a los 70 años. En la industria automotriz, RR está grabada a fuego.
En los años cincuenta, los famosos Rolls-Royce sólo podían ser comprados por los más altos representantes políticos de los países más poderosos sólo por cuestiones de imagen. Y según los entendidos, «el mejor coche del mundo» alcanzó su máxima expresión con el inigualable «Silver Cloud». Pero la crisis del petróleo afectó mucho a la fábrica años después, teniendo que extender su mercado al aceptar como compradores a otros capitales pero con una montaña de dinero en las manos. En 1971, se formó una nueva compañía: Rolls-Royce Motor Cars Ltd. Esto significó la desvinculación con la división de motores para aeronaves. Luego empezaría la crisis económica que la llevó a la quiebra.
A pesar de que la clase y el lujo característicos de la marca no se perdieron, era obvio que ya no podía mantenerse por sí sola. De
tener fábricas tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, Rolls-Royce terminó recluyéndose en su fábrica en Crewe. El grupo Vickers, el dueño de la marca a principios de los noventa, no pudo levantar la crisis financiera que estaba por consumir la marca. Así, en los noventa las ventas cayeron en más del 50% y ya muchos pensaban en una cercana bancarrota. La mecánica no había variado mucho en los últimos 40 años y por más lujosos que fueran no podían competir con los coches modernos. A Vickers no le quedó otra que vende la marca para no perderla para siempre.
Así, los imperios automotrices Volkswagen y BMW fueron los interesados. Luego de varias controversias, Rolls-Royce Bentley Motorcars pasó a manos de Volkswagen en 1998; pero con una cláusula muy beneficiosa para BMW que le daba el derecho de reclamar la firma Rolls-Royce para el 2003. De esta manera, con Volkswagen para Bentley y Rolls-Royce para BMW, ambas empresas son separadas luego de 72 años. Aparte, la fábrica de Crewe quedará solo para la construcción de Bentleys, mientras que para la empresa de «los mejores autos del mundo» le espera una moderna planta en Goodwood, al sureste de Inglaterra.
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Rolls-Royce ya no corre peligro, y por el contrario, volverá a su época de máximo brillo como constructor de autos exclusivos dignos de los personajes más poderosos del jetset.
ROLLS ROYCE DE REYES
Los primeros propietarios de Rolls Royce «de reyes» fueron: la propia casa Rolls Royce, en 1950. Se trataba de un prototipo de camioneta utilizada por la fábrica y desmontada en 1963. Isabel II de Gran Bretaña, dos unidades, 1950 y 1954. El Sha de Persia, dos unidades, 1951 y 1956. La primera unidad fue desguazada en 1959. El Emir de Kuwait, tres autos, uno en 1951 y dos en 1955. Duque de Gloucester, 1951. El General Francisco Franco, España, tres coches entregados en 1952. La Duquesa de Kent, 1951. El Rey Faisal II de Irak, 1953. La Princesa Regente de Irak, 1953. El Príncipe Talal, Arabia Saudita, 1952. El Aga Khan, 1952. Margarita II, Inglaterra, 1954; entre otros. En sus mejores épocas, la fábrica Rolls Royce, creada el 18 de enero de 1904, bajo el título de taller automotriz de lujo, llegó a tener casi 1.000 operarios en sus diferentes sectores, moviendo un capital calculado en 300 millones de euros. Los precios que se manejaban sobre cada unidad fueron astronómicos, siendo cambiantes según el modelo, que llegaron a tener hasta grandes cantidades de oro y plata en sus chasis y carrocerías fuera de lo común. Eso, hizo que solamente una élite pudiera tener acceso a las unidades, siendo prácticamente prohibitivo adquirirlas por el público de medianos recursos. Se dice que en el momento de la quiebra, las principales autoridades de RR manifestaron en rueda de prensa que si bien se cobraba una verdadera fortuna por los autos, esos tenían un alto costo de fabricación, no siendo productiva para la empresa la ganancia, teniendo que mantener una fábrica de dimensiones inusitadas, con muchos empleados y millones de impuestos. En éstas condiciones, se fue a la quiebra.
FREDERICK EL CREADOR
Frederick Henry Royce, el creador de la marca RR nació el 27 de marzo de 1863, en Alwalton, Gran Bretaña, siendo hijo de un modesto molinero. A los 4 años se mudó con su familia a Londres. Cuado tenia 9 años murió se padre; y solamente completó un año de la escuela. De los 10 a los 11 años, vendió diarios para ayudar a su familia con la renta. Después de un año, lo contrataron como telégrafo en Mayfair, hasta la edad de los 14, cuando una tía lo puso como aprendiz de un ferrocarril norteño en Peterborough, donde trabajó en los talleres de locomotoras. En Londres, Royce había comenzado con su educación a largas horas de la noche después de su trabajo. Su interés por la electricidad ya era evidente y obtuvo un trabajo con la Electric Light and Power Company como ayudante y obtuvo un sueldo mejor. Esta compañía lo envió más adelante a una subsidiaria en Liverpool. Sus conocimientos le permitieron fundar una empresa, junto con A. E. Claremont; en 1884, la cual se llamaba F. H. Royce and Company. En 1893 Royce se casó con la hija de Alfred Punt. Después compro una casa en Knutsford cerca de Manchester, donde existía un gran jardín, luego trajo a su madre a vivir con él hasta la muerte de ella; ocurrida en 1904. En 1894, Royce, Claremont y James Whitehead -que aportó capital adicional- convirtieron la empresa a una compañía limitada; la cual llamaron: Royce Limited. La casa extendió sus productos para incluir dínamos más grandes y grúas eléctricas. El negocio prosperó y con el nuevo capital agrandaron la fabrica para hacer frente al aumento de los pedidos. Todo fue bien hasta la gran depresión que combinó con grúas y dinamos más baratos de Alemania y de Estados Unidos, causando pérdidas en las órdenes. Royce rechazó degradar sus productos, y los asuntos financieros se deterioraron. En 1903; Royce se compró un coche francés pequeño, un Decauville, que no era muy fiable. El pasó muchas horas reparando el coche; incluso reajustó piezas que él fue diseñando. En este trabajo utilizó a dos aprendices -Platfor y Haldenby-. Royce, desilusionado con el Decauville; decidio hacer su propio diseño de un coche; y en poco tiempo, realizó el primer Royce. Era un coche de 10 caballos de fuerza y de 2 cilindros. Su primer viaje en ese auto fue de 14 millas el 1 de abril de 1904. Después del cambio de siglo, Charles Stewart Rolls, estaba de negocios en Londres con su socio Claude Johnson; los cuales trataban de vender coches franceses en Inglaterra. Rolls era un motorista pionero y bien formado. En 1900 él gano las mil millas de confiabilidad en un Panhard de 12 caballos de fuerza y en 1903 estableció un récord de velocidad -93 millas por hora- en un Mors de 70 caballos de fuerza. Edmunds era amigo de Rolls y de Claude; y les contó sobre el coche que realizaron en Manchester; y eventualmente los convenció de que fueran a verlo en abril de 1904. Rolls quedó encantado por el coche; y convenció a Royce de que los coches subsiguientes se llamaran «Rolls-Royce». Con la ayuda Edmunds fue elaborado un acuerdo y fue firmado en diciembre de 1904. En 1910; muere Charles Rolls en trágico accidente de aviación. Después de la muerte de Rolls, Royce no fue ocioso. Él trabajó para mejorar los diseños de las nuevas máquinas y talleres. Él decía «no hay manera segura de juzgar cualquier cosa, excepto por el experimento». Royce murió el 22 de abril de 1933 en su casa de West Wittering, a los 70 años. En la industria automotriz, RR está grabada a fuego.
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