🚫 La ilevantable condena
No hubo de vueltas. Nacional cayó a manos de Porongos jugando de visitante, para hipotecar la chance de permanencia en la Divisional «A» de la Copa del Interior de Clubes.
En un domingo especialmente cargado de grises para el fútbol salteño, el turno de Nacional eliminado, después de haber abrazado una victoria que pareció clave jugando de local y el 2 a 0 a su cuenta.
Los tricolores se embarcaron con esa ventaja, pero además a los 15 minutos del primer tiempo, una situación de hecho que pareció inmejorable: Facundo Moreira establecía el 1 a 0. Por lo tanto, ese 3 a 0 transitorio a favor de Nacional en el conteo total.
El vicecampeón salteño en la temporada pasada no sostuvo la distancia, surgiendo el oficio de Porongos para subir la cuesta, sumar goles, dar vuelta la historia hasta alcanzar el 4 a 2. Con ese resultado, irían a apelar a la ejecución de tiros desde el punto penal, pero a través de Martín Taberne, Porongos hizo canto de lotería y no solo ganó, sino que planteó una diferencia de tres goles, definitiva para el desnivel.
⚠️ DESDE ESE NO PODER
La condena para Nacional se volvió ilevantable. No pudo, entre sus dudas expuestas y más de una polémica encendida desde el árbitro floridense Fernando Martínez. Reclamos por un penal no sancionado y la expulsión de Nicolás Cáceres.
Para Nacional, segundo puñal al corazón. Primero fue la eliminación para avanzar a Cuartos de Final, eliminado por Arsenal, y ahora de última, la pérdida de categoría. Porongos primó desde una búsqueda superior y el gol que no le faltó.
En Nacional se fue apagando el fuego, después de aquel gol de Facundo Moreira, que pareció potenciar la misión de permanencia. El desenlace, fatalmente fue otro. Opuesto a la pretensión. O contrario al fin.
📋 ASÍ PASÓ
Campo de juego: Estadio Juan Antonio Lavalleja de Trinidad
Árbitro central: Fernando Martínez (Liga de Fútbol de Florida)
Partido de vuelta, válido por repechaje de permanencia
PORONGOS de Trinidad (5):
Santiago Amorín, Pablo Alvarez, Carlos Valdez, Jorge Fernández, Matías Etchechury; Santiago Acosta, Mario Terán, César Taján, Mauro Portillo; Diego de Carlos, Esteban Monzón
Director Técnico: Román Torres
Suplentes: Facundo Vidart, Mario Bañisco, Jorge Fernández Sánchez, Luis Verde, Juan Manuel Silva, Federico Ruiz, Martín Taberne
NACIONAL de Salto (2):
Lucas Peruchena; Enzo Suárez, Enzo González, Franco González, Nicolás Cáceres; Valentino Massarino, Thiago Correa, Facundo Moreira, Alan Aranda; Matías Trindade, Nicolás Arbiza
Director Técnico: Héctor Alejandro Torrens
Suplentes: Ignacio Burutaran, José Pedro Gómez, Yefferson Moreira, Bruno Basualdo, Agustín Suárez, Alejandro Cavanna, Rodrigo Pérez, Santiago Reina, Matías Morales, José Martínez
GOLES:
- 15′ Facundo Moreira (N)
- 18′ César Taján (P)
- 24′ Esteban Monzón (P)
- 35′ Nicolás Arbiza (N)
- 40′ César Taján (P)
- ST 10′ Matías Etchechury (P)
- ST 47′ Martín Taberne (P)
Expulsado: ST – Nicolás Cáceres (N)
EL MEJOR DE LA CANCHA: César Taján – Esteban Monzón
EL MEJOR DE NACIONAL: Facundo Moreira
🚨 El mal acechante de los goles en contra
De lo que no hay dudas: la merma de Nacional en materia defensiva.
Ya en el cierre de la primera fase del Campeonato del Interior, los tricolores vencían a Estudiantes de Tacuarembó por 4 a 3 en el Parque Dickinson. A renglón seguido, los juegos ante Arsenal por Octavos de Final. En el primer partido, Arsenal llegó a dos goles y en el desquite un total de tres. Por lo tanto, el registro se elevaba, hasta que sucederían los cruces frente a Porongos de Trinidad, para determinar quién de los dos permanecía en la «A» de la Copa de OFI.
Luego del 2 a 0 en casa, Nacional padeció el mal acechante de los goles en contra y fueron un total de cinco en el Estadio Juan Antonio Lavalleja de Trinidad.
Queda en claro: 13 goles en contra en los últimos 5 partidos afrontados. Habría que suponer bien que la razón del declive defensivo de Nacional actuó en consecuencia frente a la doble eliminación consumada. La herida en Nacional, claramente abierta. Hurgar en el estallido adverso a la hora de defender se torna en vía inevitable: una manera de entender por qué pasó lo que pasó.
