El milagroso acto de dar a luz, mezcla de dolor y alegría
¿Quién decide y en base a qué?
– En Salud Pública de cada 10 mujeres, a 3 se les debe practicar cesárea.
– Actualmente se procura que el parto sea lo más natural posible
El maravilloso acto de dar a luz reúne una lección vital que se mantiene vigente a lo largo de toda la vida humana. Es la enigmática mezcla de dolor y placer, de sufrimiento y alegría con que llega un niño al mundo. Pero el dolor puede ser al menos atenuado, mediante una intervención quirúrgica llamada “Cesárea”. Esta intervención tiene sus defensores y sus detractores, en cuanto no excluye riesgos y secuelas. Aunque las cifras no son tan precisas en nuestro medio se estima que a nivel de Salud Pública 3 de cada 10 partos son por Cesárea. A nivel del mutualismo privado no hay cifras concretas, pero a nivel país se sabe que hay un incremento importante en esta área e incluso llegan a superar a los partos naturales. Para aproximarnos a la realidad de nuestro medio, tratamos de averiguar y aportamos hoy el presente informe.
Aún ante el indiscutible avance de la ciencia, el hecho de parir sigue siendo un misterio, un maravilloso acto, privilegio de la Mujer, en una experiencia única que mezcla dolor y placer.
Hoy la Medicina “por evidencia” pone en claro que se deben respetar los naturales procesos biológicos y evitar las maniobras invasivas.
La temática que hoy nos convoca es ayudar a dilucidar la interrogante que enfrenta al parto natural y la cesárea, y saber en la realidad a qué forma de parir se le da prioridad, ¿Quién elige y en base a qué?.
Cuando hablamos de parto natural, descubrimos que se evita realizar la episiotomía (corte en el periné que se realizaba con el ánimo de facilitar la salida del bebé) y procurar la posición más cómoda para que la madre pudiera vivir una experiencia feliz, desde el trabajo de parto al alumbramiento.
Lo más importante es brindarle todo el apoyo y contención a la paciente.
Daniela Pacífico
Salto atiende los embarazos de Alto riesgo de toda la región
Daniela Pacífico es obstetra – partera de Salud Pública, que desde hace 15 años asiste a las parturientas en el Hospital Regional Salto. Anteriormente desarrolló su labor en Artigas, en Paysandú y Concepción del Uruguay (Argentina).
Resalta que cada clínica tiene su propio sistema de trabajo.
En un día típico de guarda, las obstetra – parteras trabajan en un turno de 24 horas. A su vez realizan policlínicas periféricas ubicadas en las zonas de los distintos barrios y giras rurales.
PARTERAS COMUNITARIAS – Son las que centran su labor en los barrios de contexto crítico, conocen las carencias del lugar y están al tanto del tipo de embarazo que cursan las pacientes, si son adolescentes, de alto riesgo, madres añosas o que no se controlan durante el período de gestación.
Se compenetran con las necesidades de esos barrios y en trabajo coordinado con las enfermeras de esa policlínica hacen un seguimiento de las pacientes, para evitar los embarazos no controlados.
Otras parteras hacen giras por las zonas rurales y pueblos, hacen ecografías, suministran la medicación, controles y papanicolao a las embarazadas.
“Al ser nuestro hospital de carácter regional, se reciben en él pacientes con problemas de alto riesgo de Paysandú, Artigas y Bella Unión.
Por ejemplo: de Artigas envían a una paciente con parto de riesgo, porque en CTI de allí no tienen cama disponible.
Bella Unión muchas veces no cuenta con pediatra y anestesista y por lo anto también derivan a Salto” informó la profesional.
Hay muchas definiciones para marcar los embarazos pre término; algunos son severos, donde los niños nacen con un peso de 700 ú 800 gramos, que sobreviven apenas unas horas.
CUANDO LA CESÁREA ES PROGRAMADA
De acuerdo a su experiencia, Daniela Pacífico sostiene que existen patologías que pre determinan una cesárea programada; una presentación, podálica, cuando la madre cursa una eclampsia o embarazo con una patología asociada.
Por otra parte, existen casos en que las pacientes eligen voluntariamente la cesárea, pues piensan que así se evitan el proceso doloroso del alumbramiento, pero desconocen que el camino de la recuperación de la intervención quirúrgica es mucho más complicado.
¿CUÁLES SON LOS RIESGOS?
“Los que puede tener cualquier cirugía mayor; los riesgos se incrementan en la madre.
Hoy por hoy la mujer puede elegir como tener a su hijo.
En el área de Maternidad se encuentra disponible un formulario de consentimiento a una cesárea, que debe ser firmado de conformidad por la paciente (denominándose cesárea a demanda).
Cuando consultamos, tomando como base diez mujeres, cuántas pasan por el proceso de la cesárea, la profesional indicó que “de diez mujeres, tres seguramente van a cesárea”, dependiendo de la institución.
Es muy extraño que las propias mujeres opten voluntariamente por tener a sus hijos mediante una cirugía.
Afirma el Dr. Richard Boucq
En el área privada no hay un aumento de las Cesáreas
El Dr. Richard Boucq -Director del Centro de Asistencia Médica de Salto- manifestó que no hay aumento en el número de césareas en la medicina privada. “El objetivo que nos puso el gobierno es disminuir el número de cesáreas a partir del año 2010 en un 10% anual, fomentando en cierta manera el parto natural, que es lo que internacionalmente se considera como más beneficioso para la mujer. La cesárea es una cirugía de necesidad, porque el embarazo tiene algún problema. Muchas veces es de emergencia. El parto natural es un evento que es beneficioso para la mujer y tiene la misma historia que la Humanidad”, señaló.
¿La mujer puede pedir una cesárea?
– Cuando la mujer considera que puede o debe hacerse una ligadura de trompas, que indefectiblemente tiene que hacerse por cirugía, muchas veces solicita que se le haga la cesárea. Aquí hay una policlínica de salud sexual y reproductiva que le informa a la persona de los riesgos y los beneficios que puede tener una cirugía de ese tipo”.
La cesárea a solicitud de la paciente no es un evento que se considere habitualmente, más bien es una excepción. Al menos yo no estoy informado de que se hagan cesáreas de ese tipo. La cesárea siempre es un evento de necesidad.
EL GOBIERNO RECOMIENDA BAJAR EL NÚMERO
No siempre es fácil bajar el número de cesáreas. La tendencia es que el número baje, y el gobierno en particular ha puesto mucho énfasis en el hecho de que haya un número porcentual que las instituciones debemos ir bajando con el paso del tiempo de modo de fomentar cada vez más el parto natural y desestimular el número de cesáreas.
INFORMACIÓN A LA MANO
Está establecido un número de controles de embarazo dentro de las metas prestacionales de las mutualistas. En esos controles se va informando por parte del obstetra en forma personalizada a la futura parturienta las características de determinadas cosas del embarazo. Durante esos controles que son como mínimo seis obligatorios a lo largo del embarazo –preferentemente, si es captada en el primer trimestre, mejor-, no solamente se le pide una serie de análisis clínicos, ecografías, etc., sino que además se le va informando a la mujer cuáles son sus mejores opciones para el parto.
Sin perjuicio de eso, además la institución tiene un entrenamiento sobre parto natural, gratuito, con obstetras, y está la policlínica de salud sexual y reproductiva donde hay ginecólogos, psicólogos y obstetras que asesoran a las mujeres sobre cuáles son sus mejores opciones. Naturalmente siempre se opta por el parto natural.
Boucq agregó que, si bien no tienen ningún dato acerca del índice de mortandad tanto en madres como en bebés en partos naturales o en cesáreas, “en la institución, la mortalidad perinatal es bajísima”.
Psicóloga Lucía Realini
Un buen apoyo psicológico y contención familiar es muy importante
“La paciente con cesárea está en desventaja, pero con buen apoyo psicológico y contención familiar, sale airosa de la situación”, sostiene la psicóloga Lucía Realini.
Otro de los aspectos que no es válido desconocer de esta temática, es el impacto psicológico que puede surgir de esta temática y si influye o no en el apego madre – hijo.
“Si habláramos de un parto natural versus cesárea opcional, no hay discusión, pues en ese caso, la cesárea no debería ser una opción.
Cuando estamos frente a una cesárea por indicación médica, sabemos que esa madre va a estar en una desventaja, por tanto, debe contar con un apoyo psicológico adecuado y la contención familiar”.
La Psicóloga Lucía Realini Amado en su análisis sobre esta realidad hace que nos planteemos parto o cesárea y primeramente hay que aclarar que la cesárea es un acto quirúrgico, que tiene consecuencias para la madre.
“Muchas veces las mujeres cuando vivencian el trabajo de parto, ven a la cesárea como una alternativa que les va a evitar el dolor de parto, pero ninguna piensa o evalúa el post cesárea.
Se ha escuchado más de una vez expresiones tales como a mí me conviene más tenerlo un viernes.
Existen médicos – una minoría – que en función de la conveniencia de calendario dan esta opción, minimizando los efectos que puede tener la cesárea físicamente y ni hablar de la parte psicológica” – apuntó.
Podemos hablar de dos tipos de cesárea, aquella que lleva anestesia general y la que se practica con anestesia parcial o epidural.
“Cuando estamos ante la presencia de la anestesia general, las posibilidades de efectos post traumáticos son mucho menores, porque la persona no está conciente y no percibe el entorno.
Pero cuando se hace una epidural, tenemos un tanto más de posibilidades de tener algunos inconvenientes de índole psicológica.
El efecto post traumático no lo experimenta quien quiere, sino quien tiene un terreno psicológico vulnerable, tendiente a las patologías de ansiedad”.
CESÁREA: CUANDO LA VIDA ESTÁ EN RIESGO
Entonces, definitivamente la cesárea se utilizará cuando esté en riesgo la vida de la madre o del niño.
Frente a la decisión, cualquier patología que pueda venir, es mínima, si estamos hablando de riesgo de vida.
“Por algo existe el trabajo de parto… éste genera en nuestro sistema nervioso central la segregación de determinadas hormonas que preparan a la madre para la recepción de ese hijo y no solamente en lo que es la bajada de la leche, sino que también en la ausencia de hormonas que permiten la impregnación”.
¿Qué es la impregnación?
Es aquel momento en que a la madre se le presenta el bebé, se genera un lazo intangible de afecto que pasa en los momentos que preceden al alumbramiento.
Esta situación se puede vivir cuando la madre está en estado conciente que le permite vivenciar la situación de la llegada de su hijo.
Aclara la profesional que “no significa que una madre que tenga una cesárea sea determinante para que tenga un mal apego o mala interacción con su hijo”.
El apego comienza cuando la madre empieza a especular con la concepción de un hijo o cuando se entera que está embarazada.
Si la mujer hace una adecuada elaboración de la maternidad, aunque tenga una cesárea va a salir airosa de la situación.
Psicóloga Lucía Realini.
Los derechos de la mujer
Toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, tiene los siguientes derechos:
– A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos, de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas.
– Debe ser tratada con respeto, de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales.
– Considerada, en su situación respecto del proceso de nacimiento, como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.
– Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no esté específicamente admitido.
– Que la futura mamá pueda ser acompañada por su pareja o persona a su elección.
Las mujeres cuentan sus experiencias
Gabriela y Andreína, madre e hija, son comerciantes…una comparte su experiencia como madre, mientras que Andreína habla de la experiencia que han atravesado.
Gabriela (40) –
Su primera experiencia fue un tanto traumática, porque a último momento le debieron practicar un “forcep” para que naciera su bebé.
“Pregunté si mi beba estaba bien… me preocupé porque detrás de mí sentí que encendían el oxígeno.
Ya al tener el segundo hijo, las cosas fueron bien, aunque sufrí un desgarro importante”.
Andreína (20) – “Tengo una amiga que dio a luz su bebé a los 15 y le hicieron cesárea.
A la semana tuvo que volver, porque tenía restos de placenta en su interior.
La mayoría de mis compañeras que son madres, han tenido por cesárea, de acuerdo a prescripción médica.”
“ASISTÍ UN PARTO EN EL ÓMNIBUS DE COTTUR”
“Cuando el parto es normal y viene todo bien, no se hace esperar” – declaró Daniela la obstetra partera que lleva 15 años de profesión.
Le tocó asistir un parto con la colaboración de un policía dentro de un ómnibus de COTTUR.
Muchas mujeres no llegan a la sala de partos y dan a luz sus bebés en la habitación o en los lugares menos esperados.
LA EXPERIENCIA DE LOURDES
Su nombre es Lourdes, tiene 39 y ha tenido dos niños: Juan Manuel –ahora de 7 años- nació en parto natural; Pía nació hace 15 días por cesárea.
Ella venía sentada y con doble vuelta de cordón.
Si bien se esperan las 40 semanas, a las 38, Lourdes ya estaba haciendo trabajo de parto.
“Me interné a las 10 y media, a las doce entré al quirófano y 12 y media ya había nacido Pía” dice, con una amplia sonrisa.
Acerca de los controles, señala que se los hizo en la mutualista en forma mensual.
Lourdes habla además de las diferencias entre un parto y otro: “En el parto natural, tenés los dolores previos que son las contracciones. Pero en la cesárea los dolores vienen después y son bastante importantes también. Requiere otros cuidados como no hacer fuerza debido a los puntos.
Además, cuando es cesárea demora más en bajar la leche, a mí me demoró un poquito”.
En su caso, recibió anestesia raquídea. Por dos horas no podía mover las piernas.
Enseguida que nació Pía, su padre la trajo y se la puso en el pecho.
Como no sacaba mucha leche, hubo que darle un complemento de noche para que durmiera.
Lourdes recalca que los tiempos han cambiado y se efectúan muchos más controles que antes.
Algo que vio como muy positivo es que a las embarazadas se les pregunte sobre episodios de violencia doméstica que puedan haber vivido o estén viviendo, el exhaustivo control que se les hace a las embarazadas mediante análisis y exámenes, y el seguimiento cuando ya se han ido al hogar la madre y el pequeño.
LA NATURALEZA ES SABIA
Pudimos informarnos que actualmente no se hacen tantas episiotomías como antes, aún en la primigesta (mujer que pare por primera vez).
La medicina basada en la evidencia puso de manifiesto que el rasurar a la paciente o practicarle el corte en el periné, o realizarle un enema, más que contribuir positivamente, genera molestias y una demora en la recuperación.
El vello púbico es el que se preserva, porque es una barrera natural de protección contra las bacterias.
Siguiendo estas pautas, la parturienta a las dos horas ya se levanta, se higieniza y puede caminar sin problemas.
Los partos se realizan en forma semi vertical, teniendo en cuenta la fuerza de gravedad.
¿EL EMBARAZO ADOLESCENTE CORRE MÁS RIESGOS DE IR A UNA CESÁREA?
“Ya por el hecho de ser adolescentes se incrementa el riesgo un tanto, pero no se dan grandes complicaciones. La contención es fundamental”.
No hay mayor satisfacción que poder lograr un parto lo más natural posible y que el bebé llegue en las mejores condiciones.
Daniela Pacífico tiene 38 años, es madre de dos hijos y desafortunadamente, debido a una afección cardiaca, no pudo tener a sus bebés naturalmente.
“Justamente no me animé a tener más hijos porque no fue fácil pasar por dos cesáreas… la recuperación es muy dolorosa” – manifestó.