back to top
martes, 4 de marzo de 2025
24.9 C
Salto

Acabemos con el doble discurso

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/xgyf

Cuando oímos decir que Uruguay es un país “bananero” (despectivo que se usa para denominar aquellos países dominados por la corrupción y aptos para los “negocios” informales, nos duele en lo más profundo, porque consideramos que pese a nuestro pequeño tamaño las leyes se han establecido en forma adecuada y suficiente como para ser un país respetable y respetado.
Sin embargo tenemos que admitir que el hecho de que tenga leyes, si éstas no se hacen cumplir debidamente por parte de controladores que sean rotados para evitar las “roscas” que suelen enquistarse a poco la corrupción encuentra su precio, el país real y concreto es totalmente diferente al país que muestra orgulloso sus leyes.
Para muestra bastarían dos botones. Por una parte, casi cuatro años atrás se produjo la “desaparición” de algunas pruebas comprometedoras (videos, fotografías y demás) desde la propia Dirección de Investigaciones ubicada en la Jefatura de Policía de Salto.
Entendemos que se trata de un lugar de acceso restringido, donde no deberían ser fáciles estas apropiaciones. Sin embargo han pasado cuatro años y nunca se supo nada de lo que pasó con aquel robo. ¿Será tan difícil saber quien entró y quien salió del lugar a esas horas?
El segundo caso es más reciente y parece fácil de resolver. Sucede que un connotado periodista que llevaba adelante una investigación sobre un caso de incautación de un arsenal de armas y que costó la vida no sólo a quien vivía en la residencia donde fue hallado dicho arsenal, sino también a un oficial de policía, fue perseguido, amedrentado por largo trecho cuando viajaba hacia el Este con su esposa.
En principio se señaló que al pasar uno de los peajes cercanos tendría que haber quedado grabado tanto la matrícula del coche, como el rostro de sus ocupantes. En principio se dijo que el puesto de peaje se había negado a proporcionar a la justicia estas grabaciones. Luego se aseguró que éstas en su totalidad estaban disponibles.
Muchas dudas, Mucha suspicacia y lo que es peor en ambos casos aparecen involucradas instituciones que entendemos deberían de estar totalmente ajenas a estos hechos, pero mientras no se aclare nos da derecho a dudar de su responsabilidad.
No estamos sosteniendo que estas instituciones son comandadas o dirigidas por gente corrupta, pero si decimos y con todas las letras que hay corruptos en ellas. Mientras no lo asumamos y sigamos sosteniendo que “aquí no pasa nada”, seguiremos teniendo un país en la teoría y otro en la realidad.
A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/xgyf