back to top
viernes, 14 de marzo de 2025
11 C
Salto

El camino de la droga

- espacio publicitario -
Liliana Castro Automóviles
Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/x7on

Un experto en seguridad de la Argentina acaba de sostener algo que sabemos desde hace mucho tiempo, pero no por eso se le ha prestado la importancia que tiene.
Ha dicho que si Uruguay realmente quiere hacer algo para detener el narcotráfico, que vigile y controle la situación en el departamento de Artigas, donde las avionetas descargan la droga y saben que ante cualquier imprevisto en pocos minutos salen hacia Brasil o Argentina.
Siempre hemos sabido, tanto nosotros como las autoridades, que las fronteras uruguayas, son sumamente “porosas”, término que hemos visto utilizar para no hacer directa referencia al problema real y concreto, que es la corrupción existente en estos casos. Si alguien trae droga, alguien está vinculado para recogerla, entregarla y demás.
Cualquiera sabe que tanto en Rivera, Cerro Largo, Artigas o Bella Unión mismo, la frontera es “tierra de nadie”, se puede cruzar a cualquier hora y casi con cualquier cosa, a menos que no se pague a “alguien”.
Los puestos de control fronterizos son fácilmente superados, porque a menudo se vuelven inexistentes. Más diremos cuando se “apreta” por algún lado se usan los caminos alternativos, que son muchos y variados.
Uruguay figura en la ruta del narcotráfico a todo nivel y mientras nosotros perdemos tiempo discutiendo si sólo es un país de tránsito o si es mercado para los consumidores, el narcotráfico va ganando terreno y se vuelve cada vez más difícil de eliminar.
Los asesinatos en el Uruguay de hoy están a la orden del día y cada vez más nos acostumbramos a considerarlos “normales”. Preferimos llamarlos “ajustes de Cuentas”, luchas por territorio y demás.
En tanto nos enfrascamos por mostrar cifras o estadísticas que nos favorezcan, atribuyendo la situación actual a predecesores o algún otro rival político de turno, el narcotráfico sigue adelante haciendo de las suyas el “sicariato” o asesinatos por encargo es una cosa de todos los días. Sólo una demostración de poder que cada día se ve más.
Nos hemos acostumbrado a que se los designe como “homicidios”, ya no hay más crímenes o asesinatos en el país, sólo “homicidios”. Un crimen siempre es para nosotros un crimen, y no sólo el de los inocentes que puede ser un niño, un trabajador o un consumidor.
Cuando alguien se atribuye el “derecho” de establecer sus leyes y hacer lo que se le antoja, para nosotros es y será siempre un delincuente, un asesino y un criminal.
A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/x7on
- espacio publicitario -