Vende juegos de azar unas 10 horas por día
Marta Rodríguez Cristaldo: “La hostilidad del sol en el verano es cruel”, pero “uno tiene que psicológicamente prepararse”
Esto sí que implica estar bajo el sol toda la tarde y parte de la mañana también: la venta
callejera de juegos de azar que realiza Marta en la famosa “esquina de los cuatro
bancos”, de calle Uruguay y Joaquín Suárez-Lavalleja. De todas maneras, sostiene que
le gusta su trabajo, lo hace con agrado porque se debe a la gente y esta siempre le ha
respondido “divinamente”.
Se llama Marta Delia Rodríguez Cristaldo, vive en la zona de la cancha de Almagro, es
la señora, siempre elegante y dispuesta a conversar amablemente con los transeúntes,
que desde hace 40 años se instala allí, en una de las cuadras con más movimiento del
centro, en su pequeña mesita, primero rodeada de papeles, libretas, y ahora –además de
los muchos papeles- con varias maquinistas (post) y celular.
Para llegar a su puesto de trabajo, “antes usaba el ómnibus, pero ahora todo está más
peligroso y entonces prefiero que me lleven y me traigan todos los días”, comenta.
Hace un par de años, una fractura la obligó a reducir un poco el horario de trabajo. Es
esa de las primeras cosas que cuenta Marta cuando comienza a conversar animadamente
con EL PUEBLO: “Era un miércoles, terminé de trabajar a las 20 horas y me caí en el
cordón de la vereda, ahí aflojé un poco las horas de trabajo. Pero, por el horario
bancario, a eso de las 10 o 10 y cuarto de la mañana ya estoy acá y trabajo de corrido
hasta las 20 horas”.
Y así prosigue la conversación, mantenida en una tórrida tarde de hace dos días atrás:
-Son muchas horas las que pasa acá…
La verdad que sí, que son unas cuantas horas, pero todo es cuestión de disciplina…
-¿Desde cuándo trabaja en este lugar?
Ay, si le digo… (risas)… ¡Hace 40 años ya!
-El sol castiga bastante, ¿verdad? Sí, sí, la hostilidad del sol en el verano es cruel. Uno tiene que psicológicamente
prepararse…
-¿Cómo es eso?
Claro, en primer lugar levantarse con la mejor buena voluntad y decir: hoy va a ser el
mejor día de mi vida. No hay que pensar que va a hacer calor, que voy a transpirar, nada
de eso; yo estoy para atender a mi público, a mi gente.
-¿Y ese público responde bien?
¡Divinamente! Yo, con el horario bancario anterior empezaba a la 1 de la tarde pero
trabajaba mucho con el whatsapp, recibiendo las apuestas en casa. Pero ahora, como el
turno es a la mañana, vengo a la mañana y sigo. Los bancos privados comienzan a las 9
y trabajan hasta las 13 horas, y el Banco República desde las 13 a las 18, entonces eso
hace que haya un cambio de horarios en la ciudad toda… y uno se dedica a esto, y la
gente responde.
-¿Prefiere trabajar en otra estación, cuando hace frío por ejemplo?
Sí, el invierno me gusta, el otoño y el invierno, porque esta oficina que tengo acá (entre
risas acaricia la mesita especialmente construida para su trabajo), que es “la oficina de
los cuatro bancos” como le digo yo, está en esta esquina donde hay viento, hay sol, hay
todo…
-¿De qué manera se cuida del sol?
Hay que usar sombrero, lentes oscuros, hidratarse la piel, y también hidratarse tomando
agua, pero no cuando uno llega acá sino desde antes, antes de salir de casa yo he tomado
ya un litro y medio de agua, o dos litros a veces. Lo que pasa que si no tomo agua, entra
el agotamiento. Así que hay que tener una buena predisposición. Yo me levanto
temprano, a las 6 ya estoy haciendo mi caminata diaria de media hora.
-¿La ha perjudicado el sol puntualmente con alguna afección?
Yo me había agarrado una alergia hace dos meses, cuando empezaron los soles más
fuertes, me quedaron los ojos rojos.
-Estando acá tantos años, ¿puede decir que en los últimos años el sol quema más?
¿Los veranos son más calientes como dicen algunos? Y lo que pasa es que el sol quema más; sí, sí, quema más. Yo en realidad no estoy al sol, estoy al resplandor, y mi piel ya está de color marrón oscuro, antes quedaba dorada.
Acá, en esta zona bancaria, pleno centro, no alcanza la noche para enfriar, estamos
totalmente rodeados de hormigón, los termómetros marcan 46, 50 y han llegado a
marcar hasta 52 grados en pleno hormigón. La verdad que es así, diría que es uno de los
inconvenientes que tiene Salto en la ciudad.
Agradecido de este trabajo, pero también de saber cuidarme
Julio Texeira, instructor en Socorrismo y Rescate: “Somos trabajadores del sol…y es algo hermoso”
Julio Texeira es el funcionario a cargo de la Unidad de Capacitación en Socorrismo y
Rescate, dependiente de la Intendencia de Salto. “Es un proyecto que está funcionando
desde hace dos administraciones; me dedico a lo que se denomina Gestión Integral del
Riesgo”, dice al dialogar con EL PUEBLO, y explica que el objetivo es “tratar de
transmitir a toda la sociedad, en diferentes franjas etarias y profesiones, cómo cuidarse.
Esto implica desde la reanimación cardíaca básica, los primeros auxilios, el
ahogamiento, la náutica, y sobre todo el rescate en el medio acuático”. Sobre lo que
significa trabajar al aire libre, bajo el intenso sol que suele azotar a Salto, conversó Julio
con este diario y estos son algunos pasajes:
“Se trabaja todos los días del año, invierno y verano, y lo más importante es que
trabajamos mucho sobre la prevención, en educación. Se dice que un accidente que se
puede evitar no sucede, además son evitables”, expresa.


–El trabajo de ustedes implica exponerse siempre al sol, ¿cómo se sobrelleva?
Sí, estamos muy expuestos al sol, nosotros trabajamos al aire libre y en náutica así sea
en invierno, la exposición solar más allá de que tiene menos intensidad es la misma, por
lo tanto hay que cuidarse siempre en los horarios que están establecidos. En el horario
de 11 a 16 horas, para los que tenemos que trabajar igual, lo que se difunde es que nos
cuidemos mucho, porque por ejemplo a mi edad, a los 51 años, quedan secuelas, que
son manchas en la piel, lunares que en principio no tienen incidencia pero pueden traer
cosas graves.
–¿Y cómo se enfrenta eso?
Se combate previniendo, con remeras de manga larga que también incentivamos a usar,
hoy tenemos en el mercado remeras económicas, antes eran bastante inaccesibles,
recuerdo que era así cuando comencé en esto hace 30 años atrás, pero hoy las remeras
con protección UV salen lo mismo que cualquier remera, y para quienes trabajamos en
el sol son herramientas indispensables. A nivel internacional, con ayuda de famosos y de modelos internacionales, el color bronceado ya no es quien vende más, y eso ayuda a que nos cuidemos más. Un gorro de ala ancha, o de visera, con cubrenuca, lentes de protección solar, por el reflejo… Por experiencia propia puedo decir que la he pasado
muy mal por comprar lentes de muy baja calidad y costo, sobre todo cuando trabajé en
la costa atlántica, eran casi un plástico, y hoy estoy sufriendo como consecuencia unas
ampollas que hacen que la vista no sea la misma. Bloqueadores con factor más de 30, es
muy importante utilizarlo cada tres o cuatro horas, esa es la recomendación que se tiene
y si se hacen actividades en el medio acuático, si se transpira, si se está ingresando y
saliendo del agua, que sea con más frecuencia.
-¿Se disfruta igualmente un trabajo que requiere tanto cuidado?
Somos trabajadores del sol, porque realizamos nuestra tarea expuestos al sol. Es algo
hermoso, estoy agradecido a la vida de poder realizarlo, pero también agradecido hoy a
la información y difusión que existe sobre cómo cuidarnos, por eso estoy agradecido a
este tipo de notas periodísticas como la que me está haciendo EL PUEBLO, que
informan a la sociedad que es lindo disfrutar pero que hay que hacerlo con
precauciones. Así también, por ejemplo, es hermoso disfrutar del medio acuático pero
hay que prevenir los ahogamientos con cosas básicas, como llevar algo que flote y saber
los lugares donde bañarse.
-¿Es parte de la instrucción que dan, el cuidarse del sol?
Dentro de la actividad en el agua, donde realizamos habitualmente nuestro trabajo, al
aire libre, con talleres por ejemplo que se hacen a cielo abierto y más hoy con pandemia,
el sol siempre pega y justamente lo que tratamos de hacer es comenzar las charlas, sea
la estación del año que sea, comentando estas recomendaciones para cuidarnos con lo
que ya dije: sombrero o gorro, remera manga larga, bloqueador, lentes. Con eso vamos a
minimizar el riesgo.
-Claro, porque las consecuencias pueden ser graves…
Es alarmante la cantidad de uruguayos que padece de determinados tipos de cáncer de
piel, y que tienen problemas en los ojos, como en mi caso. Los ojos se irritan
fácilmente, molesta, además esto de pasar mirando el agua todo el año durante
muchísimos años…Ese reflejo del agua incide bastante y la protección es fundamental.
He visto muchos casos en mi carrera, en mi profesión de socorrista. Hoy ya con varios escalones pasados y dedicado hace más de diez años a la educación, se ven compañeros
que hacen esta tarea en diferentes partes del mundo y que la pasan realmente mal por no
hacer caso, por querer estar siempre con ese colorcito bronceado y entonces sufren las
consecuencias de la exposición excesiva al sol.
Cuidacoches – cuidamotos
Si recorre el microcentro de la ciudad, seguramente se encuentre a algunas de las
personas que tienen por oficio desde hace muchos años el ser cuidador o cuidadora de
motos y coches y con quienes nos encontramos este miércoles a la tarde bajo un calor
bochornoso.
MARIELA DUTRIA
Trabaja cuidando motos y autos desde hace casi 38 años, toda una
vida. En su actual lugar de trabajo la puede encontrar como cada
día de estos últimos 15 años en calle Lavalleja casi Uruguay. Cuando
le preguntamos sobre cómo la trata este verano, no pensó mucho,
“y… hay que estar, no?”, para cuidarse de los rayos solares dice que
se pone un poco de protección solar, pero “el que me cuida es el de
allá arriba”, dice señalando con su dedo índice el cielo, que “es el
que me da la fortaleza para venir todos los días, con calor, con frío,
con lo que sea”.

MIGUEL ÁNGEL MENA
“Mal”, responde rápidamente cuando se le pregunta cómo lo trata
el calor. De todas maneras, dice que la forma de combatirlo es
tomando “bastante agua y buscando algo de sombra, porque habrá
visto que acá ni sombra tenemos, ni de mañana ni de tarde, porque
acá tenemos que andar para arriba y para abajo todo el día”.
Miguel trabaja cuidando motos y autos desde hace 12 años, hoy lo
encuentra junto con Juan Andrés en calle Sarandí entre Uruguay y
Artigas. Antes de despedirnos nos dice orgulloso, “mire que soy
hincha de Nacional”, como si hubiese sido necesario decirlo, al
verlo con su gorrito y camiseta con los colores de su cuadro y una correa que rodea su
cuello con una libreta de la zona azul colgando con la frase escrita “Salto es Bolso”.

JUAN ANDRÉS
Trabaja en calle Sarandí entre Uruguay y Artigas desde hace 24
años, parece más joven de lo que indica su cédula, “soy del 78”,
nos dice enseguida. “Tratamos de ponernos en la sombra tomando
agua. Cada tanto vamos a la Trouville porque la gente de ahí nos
tira con un refresco, y más o menos la vamos llevando tranquilo
nomás”. Tanto Juan Andrés como Miguel Ángel están todo el día
corriendo de un extremo al otro de la cuadra ante el primer
llamado del conductor de un vehículo que necesita pagar el
tarifado de la zona azul.

MARÍA JOSÉ EMED
Trabaja en calle Uruguay a la altura del 900, a mitad de cuadra,
enfrente de un reconocido supermercado local desde hace casi 11
años. Reconoce que el verano la viene llevando “mal, estamos
desde las 7.30 hasta las 6 de la tarde”, dice que para pelear contra
el sol “ponemos sombrilla, pero ahora no porque se me rompió, y
ponemos cartones” sobre los asientos de las motos que se
encuentran aparcadas, “pero cuando hay mucho viento no los
pongo porque se vuelan, entonces te termina dando más trabajo
porque entre el tema del tarifado y las motos, tenemos que andar
corriendo de un extremo al otro”. En lo personal, se cuida del sol poniéndose “protector y
bebiendo mucha agua, dos litros más o menos por día”.

ENRIQUE CASTILLO
Enrique nos cuenta que hace 5 años trabaja en este oficio de
cuidar motos y autos, hoy se lo ve en calle Ossimani casi Uruguay.
Es más categórico que sus colegas cuando se lo consulta por cómo
lo viene tratando el verano, “terrible, mal, mucho calor”, pese a
que justo en ese rinconcito de la ciudad hay un enorme árbol añejo
que protege a esa esquina con la sombra de su copa, pero el calor
igualmente se hace sentir a toda hora, por lo que toma “mucha
agua y cuando hay sombra, ahí nos metemos”. Hace horario
cortado, llega a su trabajo a las 8.30 hasta las 11 y retorna a las 14 horas quedándose allí hasta las 18 horas.

ANTONIO PERTUSATTI
Antonio trabaja desde hace 11 años en la parada de motos de calle
Larrañaga y Uruguay, pero igualmente se lo ve recorriendo toda la
cuadra por el tarifado. De todas las personas con la que charlamos
para este Informe, fue quien relativizó el calor, “nos trata como
siempre, con este hormazo del hormigón. Pero en invierno es lo
mismo con el frío, porque acá no hay resguardo para nada”. Para
combatir el sol dice que lo único que hace es irse a la sombra, “no
me queda otra”, agregando que toma “agua a cada rato”. Se lo
encuentra todos los días desde las 8 hasta las 12 del mediodía,
volviendo a las 14.30 para irse a las 18.30 o 19 horas.

GAJES DEL OFICIO
Tras la charla formal, Antonio nos contó que hacía poquito que había regresado al trabajo
porque estuvo unos días internado por haber sido atropellado por un motonetista
alcoholizado, cuando se disponía a cruzar la calle en su lugar de trabajo tras cobrar el
tarifado de un vehículo. Nos mostró algunos visibles raspones en sus brazos y alguna
hinchazón en su cabeza y espalda, “me tiró contra la vereda, el médico me dijo que tuve
mucha suerte”.
Anabella Bazzano y Ana Manassi
“Mueren dos uruguayos por semana por cáncer de piel”
Para este Informe, EL PUEBLO consultó a dos médicas dermatólogas, las Doctoras
Anabella Bazzano (Sensa Piel) y Ana Manassi, quienes no escatimaron detalles con tips
para que cuidemos de nuestra piel y salud en este verano.
ANABELLA BAZZANO
- ¿Cuáles serían las medidas generales que tendríamos que tener en cuenta a la hora de
cuidarnos del sol? - En primer lugar, lo que estamos recomendando desde la Sociedad de Dermatología es
evitar siempre la exposición solar entre las 10 y las 16 horas, siempre buscar la sombra,
cada vez que estemos al aire libre utilizar ropa adecuada, que ahí sería ropa más bien
oscura, de trama apretada, sombrero de ala ancha, lentes de sol. En el caso de los niños,
usar las remeras con tela que viene con protección ultravioleta. También hay que usar
manga larga, cuidarnos, aunque sean días nublados, porque sabemos que a través de las
nubes pasa la radiación ultravioleta. Siempre hay que usar el protector solar en esas áreas
de piel que quedan expuestas al aire libre, tratando de elegir Factor de protección 30 o
más y que diga UV Alto. Hoy en día tenemos también la ventaja de que tanto en
informativos como en prensa escrita y en la oral, están permanentemente dando el Índice
de Radiación Ultravioleta. Siempre que nos digan que el Índice de Radiación Ultravioleta
es mayor a 3, sabemos que sí o sí tenemos que cuidarnos, buscar la sombra y vestirnos
con la ropa adecuada. Si dice más de 7, tenemos que evitar de todas las maneras estar al
aire libre, porque ahí la radiación es máxima y por más que estemos usando estas
precauciones de protector, de ropa y de sombra, no serían suficientes.

- ¿Por qué es relevante cuidarnos de la exposición del sol?
- Porque está claramente demostrado que la radiación ultravioleta es un factor de riesgo
predominante para el cáncer de piel. Hoy día mueren dos uruguayos por semana por
cáncer de piel. Lamentablemente Uruguay es uno de los países con mayor cifra de cáncer
de piel en América Latina. - ¿Cuáles serían las personas con mayor riesgo frente a la exposición solar?
- Las personas que tienen piel clara, que tienen pecas, que son pelirrojas, que tienen ojos
claros, aquellas personas que cada vez que se exponen al sol quedan rojas y nunca logran
el bronceado, las personas que tienen de nacimiento más de 50 lunares, que tengan
antecedentes de cáncer de piel ya sea propio o en su familia. Que tengan alguna
inmunodepresión, por ejemplo, las personas trasplantadas o que tengan VIH, cualquier
patología que genere que su inmunidad esté más baja tienen más riesgo. Las personas que
tienen Parkinson, y aquellas personas que trabajan o hacen deporte o están muchas horas
expuestas al sol, también quienes utilizan camas solares, claramente tienen más riesgo de
contraer el cáncer de piel.
ANA MANASSI
- En pleno verano, con mucho calor y un sol a pleno, ¿cuáles son los principales aspectos
que debemos cuidar? - Como se dará cuenta, el sol está muy fuerte, y eso lo podemos ver no solo en nosotros
mismos sino también en las plantas. Los principales factores son cuidarse muchísimo, pero
recordemos que el sol también es salud, tampoco hay que tenerle tanto miedo, de todas
maneras, hay que cuidarse muchísimo, sobre todo en los horarios que tengamos
exposición solar. Hay gente que trabaja el año entero expuesto al sol y tiene que cuidarse
el año entero, ni qué hablar en verano. Tenemos que cuidarnos sobre todo en la ropa y
con protectores solares, pensando siempre el horario que nos hace mucho mal que sería
entre las 10 o 10.30 de la mañana hasta las 4 o 5 de la tarde, ese es el peor horario.
Protegiéndose siempre, se puede disfrutar del sol y del aire libre, que también es salud
mental y física, pero hay que respetar los horarios. Recordemos que el cuerpo tiene
memoria, es decir que hay un daño acumulativo desde que somos niños hasta nuestra
edad adulta, nuestra piel no olvida cuando nos pasamos de la raya con el sol. Hay un mito
entre la gente que cree que mientras más bronceados estemos, más nos protegemos, y
eso no es así. Cuanto más bronceado, es más daño que le estamos haciendo a la piel.

- ¿Tenemos que estar bien hidratados como forma de cuidar la piel o es también parte
de un mito? - No es un mito, eso es verdad, hay que estar muy bien hidratados, no solo por la piel sino
por el organismo todo. La hidratación es fundamental para la piel y para nuestro
organismo en general. La hidratación influye muchísimo, ni le digo en verano.