Tres reclamos puntuales recibimos de nuestros lectores en las últimas horas, respecto a carencias en el servicio de recolección de residuos.
Por un lado vecinos del barrio Los Ingleses nos aseguran que «desde el jueves no pasa el camión», y que la prueba la tiene fácilmente –dicen- quien observe los contenedores desbordados y el mal olor en la zona de Cuareim e Ituzaingó. Otra queja proviene de calle Piedras, entre Rivera y Varela, donde se nos dice que el servicio de barrenderos debería ser más constante, como fue alguna vez.
Y el tercer comentario es el que nos hace una vecina de la cancha de Nacional, en el Cerro. Pero esta vez, la señora habla de una responsabilidad compartida. «El camión pasa, algunos días también usan otra máquina, aunque a veces dejan algunas bolsas pero pasan, el problema es que inmediatamente ya está la gente tirando basura otra vez, esto es horrible, basura desparramada alrededor de toda la cancha, algo hay que hacer…», decía muy enojada.
Una persona esperó nada menos que siete horas y veinte minutos para que llegara el médico a domicilio que había solicitado para su hija. Llegó luego de tres llamadas telefónicas más. «Al doctor se le habrá pasado, pero ya va a llegar», le respondían cada vez que llamaba. Este tipo de situaciones se reiteran casi a diario e involucran tanto al sector público como al privado. ¿Será mucho pedir una pronta solución?
