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jueves, 6 de marzo de 2025
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Se nos acaba el tiempo

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Muchas veces hemos insistido en la necesidad de cuidar el agua dulce, que además significa cuidar la fauna y la flora acuática. Vale decir uno de los recursos naturales con que ha sido privilegiada la zona y que como tal , porque abunda en la naturaleza, no hemos sabido cuidar y preservar como corresponde.

De muchas maneras hemos insistido en que veíamos como se arruinaba uno de los recursos más vitales con que la naturaleza ha privilegiado al hombre de la región.

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Sin agua no hay vida se ha dicho y parecía una letanía que oímos, pero sin escuchar realmente, sin atender y sin entender demasiado. Como hijos del rigor que somos, sólo cuando comenzó a complicarse el abastecimiento del agua dulce, comenzamos a preocuparnos por el tema.

Antes, todo tipo de residuos iba a parar a la tierra (y luego era arrastrado por la lluvia) o algún curso de agua dulce directamente con aquella máxima de los que no se ve no existe. Así se ha hecho hasta el momento con los residuos plásticos (bolsitas, bandejas, botellas y demás), pero también así se lo ha hecho con lo que es más grave los residuos químicos que luego se depositan en el agua dulce y dan lugar al surgimiento de algas tóxicas con sus graves consecuencias.

Lo que es más grave aún, es el hecho que hemos denunciado días atrás y que la información que tenemos al día de hoy no nos permite saber en detalle cual es la realidad.

Se trata de saber si es cierto que el gobierno habría licitado ya el proyecto “Tambores” a favor de una multlnacional que usaría y por lo tanto arruinaría 600 mil litros de agua dulce por día, del Acuífero Guaraní, para la producción de hidrógeno verde y metanol que sería exportado a Europa.

El acuífero Guaraní se halla debajo de nuestro suelo y da lugar en muchos casos a las aguas termales que dicho sea de paso están sub explotadas o arruinadas.

Como se trata de un recurso “gratuito” nadie le valora y se piensa que es infinito, inacabable y por lo tanto pasible de seguirse arruinando, porque nunca se acabará.

Creer esto es ir hacia una caos seguro. La actual situación nos enseñará que debemos cuidar y preservar no sólo este recurso natural, sino todos. El agua es una de las mayores riquezas de cualquier suelo y tarde o temprano deberemos aprender a cuidarla, porque se nos acaba el tiempo y no queremos que otros sufran por nuestra irresponsabilidad.

A.R.D.

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