“Eran Miles”
Apenas fue inaugurada la obra en Costanera Norte, las repercusiones fueron de manera masiva, no solamente en Salto sino a nivel País.
En las redes sociales las fotos y los elogios se renuevan cada vez que un visitante llega al lugar.
Famosos conductores de la televisión capitalina junto a otros, han replicado el gran trabajo hecho en la desembocadura del arroyo San Antonio Grande, muy cerquita de donde se registró el éxodo.
En un diálogo muy profundo con el artista salteño logramos meternos dentro de esa obra; junto a Santurio nos fuimos a ese momento de la historia, dónde miles de orientales cruzaron el río; la emancipación quedó de manera perpetua gracias a las manos del artista Salteño.
“Cuando estábamos montando ‘Eran Miles’, sucedió algo increíble; la gente iba, se paraba y se sacaban fotos, nos llamaba mucho la atención, no habíamos terminado y los que frecuentaban iban directo al lugar para hacerse una foto con su celular.
De ahí en más comenzamos a recibir el reconocimiento del ciudadano, sin importar quiénes estaban trabajando ahí. Era muy divertido para nosotros, porque me tenían atrás armando y ni siquiera me registraban (risas). Eso signifcó una satisfacción tan grande, es algo que pasa mucho por ejemplo en la música, la gente tararea sin conocer el autor, sin saber que versiones de la canción hay en la vuelta, logran o llegan al éxito con el calor popular, eso es realmente lo que alguien que compone o en mi caso arma una estructura como ésta con la connotación que tiene en nuestra historia es lo más grande que te puede pasar.”
‘Es el momento más importante de la historia’
“Esta obra tiene un marco, porque nos estamos refiriendo al momento más importante en la historia de nuestro país, nada más y nada menos.
Hacer una representación de ese tipo implicó hacer una mirada con mucho compromiso, con mucho respeto y sobre todo estar a la altura, acá estaba el eje central.
Fue la obra que más sufrí, todo el proceso de construcción fue proporcional al resultado.”
En el diálogo con Santurio nació la conclusión de que estamos frente al mayor desafío asumido por el artista.
Fue el trabajo cargado de sentimientos y de mucho valor desde lo emocional, había que “meterse” y estar ahí, en ese momento en ese lugar.
“Cuando la obra es muy intensa, lleva su tiempo y está cargada de otras cosas, distintas al resto.
Sin desmerecer los otros trabajos creo que estamos hablando del trabajo más importante que me tocó realizar.
Nunca me había visualizado y creo jamás pensé ser como un artista de la patria, suena muy loco decirlo así, pero aún no llego a dimensionar hasta donde llegó este trabajo.
Muchas personas que visitan el lugar dicen estar metidas en ese momento de la historia, y fue justamente lo que buscamos.
En mi lenguaje, en mi arte tenía que lograr ese cometido.
Fue todo un desafío, una obra muy difícil, cuando escucho a la gente hablar me doy cuenta que lo logramos, lo hicimos.
Tuvimos que ir en una relativa abstracción, en las formas y figuras cargarlas de sentimientos, de dolor, de tiempo, de expresiones, cada una de esas piezas tiene una postura diferente; manifiestan y hay un gesto en cada una.
Vos estás viendo un triángulo que significa una persona que por ejemplo está agotada, la que se viene arrastrando.
Hay ‘gente’ que viene erguida, orgullosa de lo que está haciendo, hay inclusive cosas escondidas en esa obra donde nunca llegué a mencionarlas.
Todos esos componentes están atravesados, hay una línea que las une, ese es el sentimiento que los hermana a todos los que van caminando junto al prócer.
Fue la gente que salió atrás del tipo, para él eso era un tremendo lío, un gran compromiso poder administrar y controlar toda esa multitud, en la época que se hizo, el recorrido, fue fascinante todo lo que atraviesa esa parte de nuestra historia.
Que a mí me toque hacer ese trabajo, tenerlo como un legado. Sinceramente trabajando cada día en ese lugar yo me descubrí; nada va igualar esa obra.”
