HOY POR: DR. ADRIÁN BAEZ
Dra. María Noel Realini
Abogada, docente y referente social en el servicio brindado a la comunidad por la Iglesia Católica, nuestra entrevistada de hoy, reviste una peculiar personalidad, donde reúne la vocación por el enseñar, el ejercicio del derecho, de la mano con la fe.
María Noel Realini, destaca la importancia del servir, entendiéndolo como un fuerte compromiso con la labor reaizada por cada uno, aportando a la sociedad, partiendo de la base de lo que considera «el pilar», la familia.
Compartimos con ustedes el diálogo mantenido para esta nueva entrega de Al Dorso.
Optar por la carrera de Derecho, ¿fue por vocación?.
Precisamente, optar por la carrera de Derecho, fue por vocación. Siempre me gustó, más al darme cuenta que, el Derecho está en todo. Vivís aprendiendo; cuanto más estudiás, te das cuenta que sabés menos y, eso te obliga a seguir formándote. La formación en la vida, siempre, es permanente. Es el conocimiento lo que nos hace verdaderamente libres, a parte de la verdad, claro está.
La aplicación del mismo, ¿va acorde a lo que creía que sería durante sus años de estudiante?.
Los tiempos cambian y te vas adaptando. El Derecho es muy dinámico, siempre salen leyes nuevas, constantemente. La evolución tiene que ver con la época en que nos tocó vivir, con lo social, político y económico, entre otros aspectos.
¿Qué significa para usted la Justicia?.
La Justicia, una chica muy lista. Por algo lleva los ojos vendados. Desde el lugar de cada uno, hay que trabajar por un mundo más justo.
La docencia también forma parte de su actividad, ¿otra pasión?.
Me encanta la docencia. Lo primero que les digo a mis alumnos, entre comillas, yo acá vengo a aprender. Quiero saber, quiero que me enseñen. Si en algo soy ignorante (en mucho, claro), leo, hasta que lo conozco y lo aprendo. No debe haber mayor pobreza que no saber. Y me gusta y me quedo con una frase de Confucio: «Dímelo y lo olvidaré; muéstrame y lo recordaré; involúcrame y aprenderé».
¿Cómo fue encarar el dictado de clases durante este tiempo tan particular?.
Fue un esfuerzo importante. Usando todos los medios electrónicos disponibles. Estás acostumbrado a ir a las clases, hasta ahí todo presencial, de repente explota la pandemia, y con ella los desafíos, y desde ahí, a organizarse y darle para adelante, porque, para atrás, ni para tomar impulso.
La metodología al enseñar, ¿variará a partir de hoy hacia delante?
Lo bueno del método, es que podés utilizar otros medios. La cuestión es siempre llegar a que te entiendan. Hoy, la educación ha demostrado que se cuenta con nuevos métodos, que permiten formar a los alumnos, ya no de una manera tradicional, sino con formas más atractivas y, se los va haciendo desarrollar sus habilidades y conocimientos, de una forma mucho más práctica.
¿Qué lugar ocupa para usted la fe?.
En la vida, todo es una cuestión de fe. Algunos lo van a llamar suerte, y la suerte, es Dios. Si te levantás y mirás a tu alrededor, todo es obra de Dios. No puede haber otro creador.
El servicio social a través de la Iglesia, ¿es una manera de aplicar esa fe de la que hablaba?.
Sí, es muy gratificante. Conocés a muchas personas con realidades que no tenías ni idea de que existían. A veces, una persona en situación de calle, te enseña demasiado, y también, a ser feliz con tan poco. Primero, al levantarte, agradece, luego reza, y siempre, haz algo por alguien, aunque sea chiquitito.
Háblenos de su familia.
La familia es el pilar. Lo principal, lo primero en el orden de prioridades. Si no tenés familia y amigos, no tenés nada.
¿Objetivos pendientes por alcanzar?
Tengo unos cuantos, relacionados con mis actividades y, también, otros artísticos. Pero, en general, el mensaje es: «vive simple, disfruta de la naturaleza, y elige, siempre, a las personas y a los animales, y por último, a las cosas.
