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lunes, 2 de junio de 2025
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Políticas de frontera y desarrollo local y regional

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Diario EL PUEBLO digital
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Se cumplieron 4 años de este Gobierno, en un año estará asumiendo uno nuevo, con el ciclo electoral iniciado y todos los candidatos y sectores en campaña, empiezan a aparecer esbozos de propuestas.

Nuestro Frente Amplio ya tiene sus Bases Programáticas definidas por lo que la campaña será en función de desarrollar y profundizar esas propuestas.

Una de ellas tiene que ver con considerar las características que tienen las distintas regiones en el país y se plantea muy claramente la necesidad de establecer políticas diferenciadas y específicas para atenderlas.

No es lo mismo el litoral sur que el litoral norte, no es lo mismo la frontera seca con Brasil que el centro del país, no es lo mismo el área metropolitana de Montevideo que el este marítimo; a veces se presentan notorias diferencias en un mismo departamento, por ejemplo, no es lo mismo el este de Salto con basalto superficial que la zona del río Uruguay, diferencias notorias hasta por la calidad de las rutas.

Las Bases Programáticas establecen que “Un país integrado requiere la consideración de la riqueza de la diversidad territorial y las especificidades de cada territorio como escenario del desarrollo”.

Tendremos que definir políticas para el desarrollo de nuestro Salto, algunas tendrán que ver con las alternativas que se puedan plantear sobre la producción ovina en donde tradicionalmente se produjo por los tipos de suelos pero fundamentalmente porque hay un conocimiento y una cultura que están asociado a criar ovejas

Tendremos que definir políticas para el desarrollo sustentable de nuestro Salto.

Unas tendrán que ver con ajustes y cambios en la producción ovina que tradicionalmente se realizó asociada a los tipos de suelos pero generó una cultura particular vinculada a criar ovejas, y deberíamos fortalecer, como exigen los mercados internacionales, la especialización en lanas ultrafinas o razas carniceras, para que como con el sistema de trazabilidad se generar un diferencial en el valor de la producción uruguaya.

Otras tendrán que ver con la necesidad de incorporar valor a la producción hortícola y citrícola, que permita generar mayor riqueza, que permanezca y se reinvierta en la zona, incorporando más tecnología, mejorando calidades y costos de comercialización, lo que repercutirá en mejores condiciones laborales y aumento de los niveles salariales.

Deberemos potenciar el sector turístico, muy golpeado por la pandemia y la situación de Argentina, generando una política integrada y coordinada en la región, con eje en los diferenciales del departamento, fortaleciendo la zona termal, los lugares con interesantes antecedentes patrimoniales y las propuestas culturales. Actualmente, no hay una política nacional clara y concreta para atender las necesidades generales del sector, menos para las del departamento.

El último programa implementado fue el “Corredor de los Pájaros Pintados”, seguramente con fortalezas y debilidades, pero que en lugar de evaluar y mejorar se resolvió desmantelar dejando un gran vacío.

En cualquiera de los casos será necesario contar con el respaldo que brinda ser una ciudad universitaria, con equipos docentes investigando en múltiples disciplinas. Necesitamos su aporte, no podemos seguir de espalda a la generación de conocimiento, el mundo actual lo requiere.

Pero sin dudas un aspecto relevante para Salto, por su ubicación geográfica y en la última visita de nuestro candidato Mario Bergara a Salto se plantearon con mucha fuerza y profundidad son los temas asociados a las fronteras y la necesidad urgente en definir políticas que atiendan esa realidad específica.

Los historiadores Reyes Abadie, Bruschera y Melogno caracterizaron magistralmente el origen de la Banda Oriental en tres dimensiones: “pradera, frontera y puerto”, dimensiones que siguen muy presentes en el Uruguay contemporáneo. La pradera, tuvo impresionantes cambios en las últimas décadas que la llevaron a aumentar la productividad y fortalecieron el rol de base del sistema productivo. Al puerto lo regalaron por 60 años.

Uruguay debe actuar sobre la frontera.

Necesitamos políticas que defiendan la actividad económica local cuando se dan los desbalances en los precios que nos afectan, pero especialmente políticas de desarrollo que incluyan generación de inversión y empleo. Para sostener niveles mínimos de calidad de vida necesitamos crecimiento económico. No cualquier inversión, las que mejoren los niveles salariales y brinden oportunidades a los jóvenes que estudian y se forman.

Deberemos tener presente los temas ambientales. Los problemas de calidad de aguas del río Uruguay o de la posible contaminación de los peces afectan todo el río y no solo un lado. Habrá que seguir trabajando en el ámbito de la CARU en el monitoreo, pero especialmente en la comunicación de los resultados y que estos impliquen acciones correctivas, de lo contrario no aporta mucho hacerlo. Esto se logra dialogando con el gobierno argentino, no ayuda nada que nuestro gobierno se dedique a criticar y marcar diferencias.

También queremos atender el potencial de complementación que brinda contar con localidades espejo: Salto-Concordia, Paysandú-Colón, Artigas-Quaraí, Rivera-Livramento, etc. que generan la oportunidad de contar con masa crítica suficiente para sostener algunas actividades, por ejemplo los IMAE (Institutos de Medicina Altamente Especializada) que a veces no son posible por falta de escala.

Esto que vale para la salud, también vale para la seguridad y la educación, en especial la terciaria, universitaria y de posgrados donde habría que reforzar algunas experiencias binacionales como la Licenciatura en Turismo y aprovechar los recursos humanos existentes en la zona para potenciarla.

¿Por qué no pensar en políticas compartidas para el desarrollo conjunto del sector turístico o contar con la posibilidad de complementar en algunos sectores de la producción agropecuaria, en especial de alimentos?

Esto nos obliga a dejar de lado la antigua concepción de la frontera como el último confín de los Estados, como un límite lejano, tierra de nadie, pobre y despoblada y asumir definitivamente que se trata de áreas estratégicas donde se construyen acciones de integración regional inspiradas en la cercanía, la contigüidad y las intensas relaciones sociales e incluso familiares transfronterizas de diversa naturaleza desarrolladas de manera espontánea durante años.

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