NIVEL. Mucho se viene hablando en medios y redes sociales sobre el bajo nivel del debate político que existe en Salto, pero si abrimos un poco más la mira, podríamos fácilmente extrapolar este tema a una dimensión nacional. Lo cierto es que no se trata de algo que haya surgido en las últimas semanas.
Se viene observando desde hace algún tiempo como de a poco se ha ido deteriorando el nivel de mensajes dirigidos hacia la ciudadanía. Ya no se debaten ideas, cada cual ya directamente dice estar en contra si alguien propone una idea estando en la vereda de enfrente, por buena que ésta sea. No interesa si se trata de una solución que pueda mejorar la calidad de vida de las personas o que se intente mejorarla como forma de ayudar al pueblo.
DOBLE. Otra forma de rebajar el nivel del debate tiene que ver con dobles discursos. No se entiende, por ejemplo, cómo para la tribuna la oposición diga en Salto que no le votaron el Presupuesto al actual gobierno departamental cuando en realidad terminaron votando el 82% de los artículos del mismo, incluso los más delicados, como lo que tiene que ver con el organigrama (que habilitó el llenado de 157 vacantes por designación directa), sueldos de funcionarios, aumentos de impuestos y tasas municipales.
Claro, cuando tuvo que votarse el proyecto en general que habilitara la discusión artículo por artículo se votó en contra. No se entiende entonces que se esté en contra del algo donde en más de un 80% se está de acuerdo. Eso es rebajar el nivel del debate. Pero hay otras formas en las que también se colabora poco en el fortalecimiento institucional.
DESCALIFICACIÓN. También se ha visto recientemente que ahora se ingresa al terreno de la descalificación personal, faltando el respeto y calificando a los adversarios de esto o de esto otro. El Intendente descalificó a uno de sus adversarios directos de su fuerza política que buscará ganar las próximas elecciones departamentales, y enseguida los damnificados se ofenden y acusan, con razón, al descalificador. Pero…
VANGUARDISTAS. No se trata de algo novedoso. Tampoco es cierto que la política antes era muy distinta a la actual. Uno no puede recurrir a la memoria de los uruguayos porque los hechos que voy a recordar datan de unos 60 a 70 años, cuando Benito Nardone, conocido popularmente por el apodo de “Chicotazo”, usando la radio como efecto multiplicador de su pensamiento dijo cualquier barbaridad del entonces Presidente Luis Batlle Berres, ya no solo hablando de su gestión sino también de su persona, con descalificativos de todo tipo y color. Las comparaciones son odiosas, pero…
Suelen decir que la política es muy dinámica, pero como se ve, hay cosas que aun con el pasar del tiempo nunca cambiarán y que no todo tiempo pasado fue mejor, aunque tampoco el actual.
Hasta la semana que viene…
