Pasó ayer otro Día Internacional de la Mujer con múltiples repercusiones. Algo a destacar es que cada año surgen más voces que se resisten a llamarlo como día de «celebración», sino más bien prefieren hablar de día para la «reflexión», la «concientización», etc. Cada persona tendrá su opinión.
Lo cierto es que ayer las mujeres en Salto no pagaron boleto en el transporte urbano ni entrada en Termas del Arapey (las de Daymán estaban cerradas por desinfección, como cada miércoles).
Recibimos el lunes un comentario a propósito de las termas y el servicio de ómnibus. Sucede que todos los domingos de marzo las termas tienen entrada gratuita para las mujeres, y este pasado domingo «el ómnibus iba demasiado repleto, qué lástima no se tuvo en cuenta por parte de la empresa (concesionaria) para poner otra unidad», nos decía una persona que trabaja en un comercio de aquella zona.
Vecinos de barrio Horacio Quiroga nos dicen que desde hace dos meses esperan por la reparación de un pozo muy peligroso, que está exactamente en la intersección de las calles 4 y 6. Es una esquina donde además -nos dicen- pasa el ómnibus. Se hace muy complicado el tránsito.
«Que la gente tenga cuidado con Pascual Harriague en la zona de barrio Artigas, están agarrando ese lugar para picadas de motos», nos decía ayer un lector. Lamentable.
