En la historia de los medios de comunicación del interior del país, Diario El Pueblo de Salto ocupa un lugar de privilegio. No solo por su antigüedad y permanencia, sino por la profunda conexión que ha mantenido con la comunidad salteña a lo largo de las décadas. Hoy, con la llegada de su tercera época editorial, es momento de detenernos a rendir homenaje a una etapa que marcó profundamente el periodismo local: la segunda época de El Pueblo, bajo la conducción de la familia Martínez – de Brum.
Con pasión, compromiso y un fuerte sentido de pertenencia, la dirección encabezada por esta familia logró sostener el diario en tiempos complejos, apostando siempre por la calidad informativa, el respeto por el lector y la defensa de los valores democráticos. La segunda época no solo consolidó el prestigio del medio, sino que también supo adaptarse a los desafíos de la modernidad sin perder su esencia: ser un diario cercano, humano y profundamente salteño.
Desde la cobertura de hechos locales fundamentales hasta la apertura a las voces del arte, la cultura, la educación y la sociedad civil, El Pueblo supo construir un puente entre la actualidad y la identidad del departamento. Ese legado, tejido día a día con esfuerzo silencioso y dedicación, es motivo de orgullo para Salto entero.
En este nuevo comienzo, solo resta agradecer profundamente a dicha familia (Adriana, Directora y encargada de Redacción; Julio, incansable sostén e inigualable guardián del funcionamiento técnico y estructural; Belén y Matías, jóvenes que supieron apuntalar y acompañar a sus padres en la enorme patriada), cuyo liderazgo deja una marca imborrable, y desear el mayor de los éxitos a los nuevos dueños y a la dirección entrante (Gustavo Boksar a la cabeza), confiando en que sabrán honrar la historia construida y aportar nuevos aires a este querido bastión del periodismo salteño. Porque El Pueblo no es solo un diario: es parte del alma de Salto.