Fue ayer una jornada gris, de lluvia durante casi todo el día. El alivio a las altas temperaturas vino bien. Pero en localidades del interior, nos dicen, se sufrió bastante por el mal estado de varios caminos. Es que la caminería rural y los reclamos que amerita, es un tema que parece no terminarse nunca.
También la lluvia complicó el tránsito en pleno centro de la ciudad. Por ejemplo en calle Artigas casi Lavalleja, donde se está reparando la calle, el barro que se acumuló y los pozos que se profundizaron, provocaron algunos contratiempos.
Habitualmente se escucha decir -y con razón- que ninguna de las entradas a la ciudad está en las condiciones que debieran tener los accesos: buena iluminación, buena limpieza, etc. Pero mirar el estado en que se encuentra actualmente el arroyo Ceibal en la entrada a la ciudad por Gobernador de Viana -es decir a pocos metros del Paseo de Compras o Bagashopping- resulta realmente preocupante.
A la suciedad del agua y el musgo, se le agrega la abundante maleza y la proliferación de mosquitos y otras especies que tienen a maltraer a los vecinos del lugar, sobre todo del barrio Federico Moreira. Además, como imagen en sí, para una «puerta de ingreso», es muy penosa. Sabemos que incluso desde la Junta Departamental se ha solicitado la limpieza en más de una ocasión, pero aún se espera que se actúe.
