Por Jorge Pignataro
Gustó mucho a varios de nuestros lectores un par de breves crónicas sobre París que nos enviara hace pocos días el escritor capitalino Alejandro Michelena y que fueran publicadas en esta página de EL PUEBLO dos domingos atrás.
Motivado también por esa buena repercusión, Michelena ha enviado una crónica más de iguales características:
ANDANDO POR PARÍS…
En general caminaba como lo hago siempre, en cualquier ciudad, e incluso a veces en Montevideo: a lo “flaneur”, sin rumbo fijo, disfrutando fachadas, esquinas, olores, colores; la vibración humana, y el misterio de los rincones.
Luego de deambular por el Barrio Latino y llegar al Jardin de Luxemburg me detuve un buen rato donde vivió Gertrude Stein -gran coleccionista y promotora de Picasso y los cubistas-, donde recibía al joven Ernest Hemingway cualquier tarde, como años antes lo había hecho con Ezra Pound. Luego crucé sin apuro el parque, medité un buen rato junto a la Fuente de los Médicis, y al salir por la puerta cercana a la escultura del fauno danzante me encontré con este paisaje urbano (la foto la tomé no bien verlo, casi al vuelo). Allí se destacaba, por sobre todo, la contundente presencia del Panteón como desafiándome a lo lejos…
Me despertaron interés los edificios que custodian el comienzo de la avenida. Luego supe que en uno de ellos tuvo su atelier parisino Pedro Figari.
A.M.
