En la nochecita del sábado, una señora que caminaba por calle Uruguay sufrió una caída que, sin bien no le ocasionó daños graves, la dejó muy dolorida, sobre todo por raspaduras en los codos. Estaba además enojadísima, igual que su hija que la acompañaba, porque decía que “con las veredas así ¿cómo no nos vamos a caer?”.
Luego, recordando, se trata de un tramo del que ya habíamos hablado hace unos cuantos meses por el mal estado de la vereda: calle Uruguay al 1700, acera norte, unos veinte metros antes de llegar a Bilbao. Son muy pocas las baldosas que aún están y menos aún las que están bien aseguradas al piso. Se nota claramente que las raíces de los árboles han hecho y siguen haciendo estragos.
Quien transita por calle Brasil al Este, cuando llega a Blanes tiene enormes dificultades para ver si viene algún vehículo por esta última, que además tiene preferencia por venir desde la derecha. El motivo es que habitualmente hay camionetas o camiones estacionados muy sobre la esquina. Es decir, no se respeta la distancia que debe dejarse en estos casos. Al menos en esa esquina, ocurre prácticamente a diario.
Ayer, una lectora nos comentaba: “a gente que vende perros, conejos y otros animales, ¿conocerá los decretos que regulan eso?” Dejamos planteado el tema, sería bueno profundizar en cualquier momento.
