back to top
sábado, 8 de marzo de 2025
25.5 C
Salto

No somos mejores que nadie

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/n1j7

No sé si Jorge Batlle fue mejor o peor que nadie. Pero lo que nadie puede negar es su sentido del humor que le llevó incluso a tomar la vida y su función mismo como presidente de la República con mucho humor, así se mandó macanas que en su función pagó caro.
Pero esto no significa que no asumiera responsabilidades y conducción con mucho acierto. Le tocó conducir al país en una de las épocas más difíciles y supo rodearse de gente muy capaz. No es santo de mi devoción, pero debo reconocer que la famosa “infidencia” (información previa a sus amigos de que habría una feroz devaluación), nunca se pudo probar y de ello se vanagloriaba.
Su semanario “Acción”, supo marcar una época y mantenerse frente a duros contrincantes, como “Marcha”.
Porqué esta introducción. Pues porque fue el último político de trascendencia a quien escuché decir “al Uruguay todo llega diez años después”. Y esto dicho de esa manera resulta populista, pero sin duda que es acertado.
Los uruguayos gustamos de creernos mejores, superiores que muchos vecinos y de muchos más en el mundo. Nada más equivocado. Sencillamente que por un tema de dimensiones aquí es lógico que muchas cosas nos llegan después, cuando ya están impuestas en otros lados.
Tanto lo bueno, como lo malo. Es así que aquí el narcotráfico nos llega (y hoy es una realidad en el país), cuando hace ya varias décadas que es una pesadilla en otros países, donde el riesgo de morir, aun tratándose de personas ajenas a todo tipo de delincuencia, es cosa de todos los días.
El lavado de dinero existe, nada más que no lo vemos o no queremos verlo.
La rapiña, el robo a mano armada, que hoy es una realidad en el país, nos llegó cuando ya estaba impuesto en toda la región, pero bastó con que algunos delincuentes de la región huyeran para nuestro país para “asesorar” a nuestros rateros y convertirlos en asesinos, sicarios, rapiñeros, secuestradores.
No somos mejores que nadie, ni más que nadie. Porque mientras nos sigamos manejando estúpidamente como hasta ahora, sólo es cuestión de tiempo. Es más hemos desperdiciado las ventajas que supone conocer las experiencias de otros lados. Saber qué sistemas han sido exitosos y cuáles medidas han fracasado.
Mientras sigamos repitiendo estúpidamente los modelos que han fracasado en otros lugares, es solo cuestión de tiempo, porque no somos ni mejores ni peores que nadie, tampoco muy diferentes, sólo que nos gusta considerarnos mejores.
A.R.D.

Enlace para compartir: https://elpueblodigital.uy/n1j7