A principio de los años 70, Almagro había montado un equipo lujoso en lo técnico, bajo el mando de Enrique «Quique» Bruno. El Almagro de Narciso Velásquez, «Mandrake» Requelme, el «Pichu» Catela, el «Coco» Aplanalp, el «Nene» Lequini, Julio Bruno, el «Garbanzo» Acosta, el «Indio» Sequeira….
La preparación física de aquel Almagro a cuenta de RUBEN ARIEL GIRARD, un bien entendido discípulo del Profesor Harley Lizcano, auténtico revolucionario con su escuelita de Universitario y el nacer futbolístico de Nieto, Santín, Arzaguet…
Ese Almagro derrotó a Universitario, truncando un invicto de casi quince partidos. 1 a 0 en cancha de Nacional, con gol de Miguel Ángel Oliva.
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Antes de finalizar esa década, Enrique «Pirulo» Da Cunha llegó a Gladiador y en la cancha, la maestría de Wilson Alvez Núñez….y la preparación física de Ruben «Chimango» Girard. La dinámica de Gladiador jugando, asociada a la jerarquía del «profe». Inapelablemente fue así.
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Fue Técnico en Lechería. Supo de tiempos en la vieja FACISA, luego en Conaprole. Fortaleció sus conocimientos a través de becas en Chile y Dinamarca. De 25 años a esta parte, radicado en Paysandú, para que despuntara una pasión que se volvió indisimulable: la natación.
A tal punto que representó al Club Remeros de aquella ciudad en torneos nacionales e internacionales, con recompensas a la medida del fin soñado.
El sábado pasado, el fallecimiento de Ruben Ariel Girard (¡el «Chimango»!), no hace menos que producir tantos rescates que aquel tiempo no olvida.
Los rescates infinitos. Plenos. Humanos.
Esos que se prolongarán en cada añoranza…y en cada sentir.
-E.J.S-
