Buenas tardes.
Soy padre de dos adolescentes, uno de ellos tiene 16 años y juega en un equipo de la «A» del Consejo Único Juvenil y el otro, es uno más en un equipo de la «B». No menciono nombres, porque después los gurises son los que pagan los platos rotos y los mayores debemos bancar el revanchismo, sin poder hacer nada. Uno de mis hijos juega en un equipo, cuyo partido estaba marcado para la hora 21.30 entre semana y finalmente se suspendió por mal estado de la cancha, o sea que ese partido iba a terminar algunos minutos después de las 23.15′. Si el partido se hubiese jugado, mi hijo salía del club a las 24 horas por lo menos y debía caminar 15 cuadras a pie porque no tiene locomoción.
Yo pregunto: ¿adolescentes de 16 o 17 años terminando un partido de fútbol casi a las 23.30?. Si a él le pasase algo, como a otros jugadores en la mismas condiciones que el mío (no tener locomoción propia), pregunto de quién es la responsabilidad o la culpa.
Pero aprovechando que diario EL PUEBLO me brinda esta ocasión de decir lo que siento, porque sé que estoy representando a muchos padres y madres y piensan lo mismo que yo, pero no se les plantan a los directivos del club y los directivos del club a los neutrales del Consejo Único Juvenil, que de sentido común parece que entienden poco y nada.
La otra situación fue el sábado a la tarde, cuando se fijaron partidos para la tarde, en que todos hablamos del clásico de Peñarol y Nacional, pero parece que a los dirigentes de la Liga les importa un rábano hacerse eco de un partido que nos envuelve a todos. Seguramente que la dirigencia miró el partido,y nuestros hijo no.
Digo que no es la primera vez que en el Consejo Único Juvenil se fijan horarios, con muy poca base de ese sentido común del que hablaba. Nuestros hijos han jugado con 35 grados o terminando partidos casi a medianoche.
Alerto sobre esto que pasó, porque la mayoría del periodismo mira también para otro lado y no marcan hechos que tendrían que hacer pensar a los señores que mandan en el Consejo Único Juvenil y que vayan sabiendo que si algún día pasa algo que no queremos que pase, los responsables serán ellos, con la complicidad de la mayoría de los delegados de los clubes.
Ojalá esta carta llegue a muchas personas y como padre me expliquen lo que yo no puedo entender. Muchas gracias desde ya por leerme y escucharme»
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Nota de redacción: el nombre y documento de identidad del padre de ambos futbolistas, obran en poder de EL PUEBLO. A su expreso pedido, los reservamos en función de lo solicitado y para evitar consecuencias, en tanto el contenido de la carta es capaz de abrir el cauce de la reflexión. Ese pretende ser el fin)
