Germán Milich Escanellas, es un artista salteño que hace casi veinte años está radicado en Belo Horizonte (Brasil) y que está trabajando en varios proyectos, entre ellos una revista bilingüe que lleva por nombre «A lmensa Minoria» (en portugués), que tendrá su base en Salto.

- Lleva casi veinte años en Brasil, ¿cómo es desarrollar el arte en ese país?
- Hoy es difícil, pero soy un profesional del arte, fue lo que Brasil me permitió. Me fui de Uruguay en 2003 cuando trabajaba en teatro, en Falta y Resto y en canal 4 y no me daba para vivir, y eso que me encontraba en los mejores lugares. Pasa que hay como una cultura del artista pobre en Uruguay. Nosotros hablamos mucho de las limosnas concursables, que es el proyecto de fondos concursa bles que son como limosnas, y si vas a ver, nunca hay formalización de artistas, siempre se usa para todo menos para un sueldo. O sea, como que hay una tesis oficial sobre la cultura con la complicidad de la sociedad en la que el artista no tiene derechos, no tiene sueldo ni posibilidades de estar en Caja, en definitiva, no es considerado trabajador, algo que no pasó ni siquiera con los gobiernos progresistas. Cuando me fui no había ganado el Frente Amplio, pero después ganó, estuvo quince años y los artistas ni ahí. Y en Salto, donde supuestamente hoy hay un gobierno frentista, para mí Lima no es del Frente, sea, no representa lo que es el progresismo, y ves que también la teoría oficial es que el artista tiene que ser pobre.
- Cuando llegué a Brasil, en la primavera progresista de Lula, había un proyecto real de distribuir renta a través de la empoderación de artistas, entonces empecé a trabajar. Yo en 2004 ya estaba trabajando con la compañía, teniendo un sueldo por dedicarme a ser actor, eso me posibilitó crecer y tener mi empresa. Pero ahora, cuando empezó todo este retroceso con Bolsonaro, tampoco me desarmó, pero obviamente que estoy con menos trabajo y todo está más difícil. Al mismo tiempo empecé a trabajar en marketing digital, y como que la pandemia me dio más trabajo. Así que terminé teniendo suerte en poder vivir del arte. El artista suele generar sus propios proyectos, ¿en qué anda hoy?
- Hablamos de la revista, donde la novedad es que el epicentro sea Salto, porque todo lo que trabajé lo quiero llevar para ahí, sin tener que ir. Tal vez lo que más me fortalece es estar en Brasil, porque si estuviera en Salto rápidamente sería anulado por el medio al tener alguna discusión con algún edil, me calentaría con Lima, enseguida sería tildado de loco, porque es un poco lo que le pasa al artista, la violencia patrimonial, el machismo, porque el arte es femenino. Entonces, todo el que no se adapta y quiere cuestionar, es el loco. La novedad para mí es lo digital, es la tecnología como una forma de desarrollo social, tanto así que estamos charlando después de casi veinte años que no nos vemos.
- ¿La pandemia acentuó más el desarrollo de esta vida digital?
- Sin duda. Pienso que todo lo que pasó con lo digital es lo que también termina alimentando esa paranoia de las teorías de la conspiración, como lo que vemos acá en Brasil con Bolsonaro, donde las teorías conspirativas están en el poder porque Bolsonaro se nutre de eso. Por otro lado, trabajo en una empresa de marketing digital, que es lo que me da la plata como escritor, y eso también está bueno porque poder trabajar como escritor es interesante. Tengo libertad para escribir, se me paga por la calidad literaria, porque precisan textos literarios, no textos normales o comunes de venta. Entonces, hablo por Quiroga, Dostoyevski, Borges, puedo usar literatura porque mi
jefa es formada en publicidad y literatura. Lo digital ha dado como un espacio para los artistas, porque lo digital y lo mediático necesita mucho de arte, tenés que entretener.
Hay como un preJu1c10 sobre si el arte tiene que entretener o no, es una lucha, pero se trata de un falso dilema. Los artistas no tenemos problemas con eso, sabemos que la función del arte es entretener en primera instancia, no porque sea el objetivo sino para poder captar a la persona. Nunca el objetivo del artista será aburrir a alguien.
Qué es «A lmensa Minoria»?
- Es mi empresa en Belo Horizonte, es una productora que tengo desde 2010 que abrí para prestar servicios a un proyecto ambientalista, del que fui productor cinco años, para la revitalización de un río, que es el que abastece de agua a Belo Horizonte y a 54 municipios. La abrí para poder trabajar. Y la revista es como la estrategia de comunicación. Como nuestro medio está totalmente lleno de norias, lemas, rispideces, la revista tiene como función estratégica generar una red y posibilitar la comunicación sin conflicto, porque el tema con los artistas es que nunca se habla de esas cosas. Si prestás atención, se piensa que un artista politizado es dar su opinión sobre política, y eso está mal, eso no es verdad. Un artista puede ser excelente actor y puede ser pes1mo haciendo una lectura política de la realidad. Uno lo ve, por ejemplo, en un gran artista como (Luis) Brandoni, que luego lo escucho hablar de política y me hace preguntar para qué se pone a hablar de política si uno lo admira tanto. Lo mismo me pasa con Alfredo Casero. Son tipos que me parecen geniales artísticamente pero que luego cuando los ves opinando de política como que no tienen la misma calidad, porque el artista tampoco tiene ciertos elementos, y de política obviamente que todo el mundo pue
de opinar, pero entendámonos, están los que estudian política, los analistas. Y como también hice Ciencia Política cuando estuve en la Facultad, que era Asistente de Cátedra de Ramón Gérez y de Emilio Arredondo, me gusta mucho la cuestión política, pero veo que está mucho ese engaño.
Entonces, la revista cumple la función de encauzar la discusión entre los artistas, evitar que nos aislemos, algo que es muy típico del artista, aislarse y cerrarse, y evitar que la discusión vaya por los carriles que no deben ser, como pasarse a discutir política partidaria, porque para eso hay otros ámbitos. Discutir de política para buscar hacer buen arte. La acción política del artista es hacer arte de calidad, y defender las condiciones para generar arte de calidad. O sea, defender el salario, lo que son las jornadas de trabajo, defender condiciones. Esa es la política desde el punto de vista artístico, no necesariamente opinar de política, aunque la libertad es de todos, obviamente, la libertad será siempre la primera premisa, todo el mundo puede opinar, aunque yo no escucharía tanto a un artista haciendo un análisis de política como tal vez escucharía a un analista. O sea, buscaría información de gente que analiza la política, y al artista lo buscaría para emocionarme.
Por qué eligió Salto como plataforma de lanzamiento latinoamericano de su revista?
- Elegí que sea Salto para ver si podemos modificar el pensamiento en Salto. No es tan difícil transformar la realidad, no precisamos a la Intendencia, aunque estaría bueno que se sume. La Intendencia tendría que tener vergüenza y cumplir su obligación, porque si ves a los agentes con los que uno habla, el único que está obligado es el poder público, el sector empresarial no tiene ninguna obligación, el ciudadano tampoco, no tiene por qué ser artista o generar arte,
es un derecho del ciudadano, no es una obligación. Lo mismo con las empresas, no tienen la obligación de financiar el arte, y los artistas mucho menos, los artistas no tienen por qué ser ellos los que paguen. Pero como es imposible poder tener algún tipo de expectativa respecto al poder público, y hasta que no tengamos la fuerza suficiente y tener un abogado que los haga trabajar, no podemos, estamos muy desarticulados, entonces opté por esta estrategia que fue hacer el epicentro en Salto y tratar de abrir un mercado directo con Belo Horizonte, porque acá hay seis millones de habitantes con la región metropolitana incluida.
Entonces, hay otra dimensión y concepción de arte y de trabajo también. Si conseguimos abrir ese mercado entre Salto y Belo Horizonte, se producirá una emancipación de los artistas que naturalmente obligará a que la Intendencia mejore, porque si los artistas se articulan y ganan plata, ya no será tan fácil pasarlos por arriba. El objetivo entonces es abrir un mercado con Belo Horizonte. La revista tendrá como función generar la antítesis a la tesis oficial sobre cultura que establece que el artista debe ser pobre.
- ¿Cómo puede hacer la gente para encontrarse con su revista?
- La revista es gratuita, puede ser distribuida, yo la comparto por WhatsA PP, y está disponible en el sitio de «Sol y Luna» para bajarla, que me ayudan mucho desde hace más un año, son socios, inclusive hay un artículo de ellos en la revista sobre el arte como recurso pedagógico. Entonces, en el sitio de «Sol y Luna» el martes 15 de febrero estará disponible en forma gratuita a un click. Estamos rompiendo con el paradigma que hay que cobrar por el arte, aunque el arte precisa dinero para ser producido, por eso la versión salteña de la revista la hice con un cofounder, que tuvo mucho éxito.
ué mensaje le dejaría a los artistas salteños?
- Le quería decir a todos mis compañeros artistas que es posible, que no se depriman, que vamos a cambiar, vamos a dar vuelta la pisada, que llegó la hora que el mundo cambie para nosotros. Este movimiento que estamos empezando no es una moda, es un cambio sustancial en nuestra vida, así que les pido a todos mis compañeros artistas que sigan firmes y que nos pongamos las pilas que la vamos a sacar entre todos y vamos a terminar con esta situación ignominiosa que sufren los artistas con esta violencia patrimonial con la complicidad de la sociedad y del poder público.
PERFIL DE GERMÁN MILICH ESCANELLAS
Divorciado, padre de dos hijos.
Es del signo de Escorpio. De chiquito quería ser murguista.
Es hincha de Peñarol y de Ferro Carril.
¿Una Asignatura pendiente? Tener formación en la Escuela de Música. ¿Una comida? Milanesa con papas fritas.
¿Un libro? «El príncipe idiota», de Dostoyevski e «Historia de la eternidad» de Borges.
¿Una película? El Padrino.
¿Un hobby? No tiene.
¿Qué música escucha? Escucho a Mateo y samba.
¿Qué le gusta de la gente? Que se preocupe por los demás.
¿Qué no le gusta de la gente? Que se crea que es especial y que es el centro del universo. Por Leonardo Silva.