Hay experiencias de todo tipo, desde quienes se han burlado del virus y las medidas aconsejadas, como el uso del tapabocas, el alcohol, el lavado de manos, hasta quienes han adoptado estricta cuarentena voluntaria, para tratar de reducir la expansión del virus.
De todas formas nadie puede considerar que ha tenido éxito. Con la vacuna se abrió una gran expectativa, pero hay que saber, que como lo hemos repetido varias veces, no necesariamente nos inmunizará y nos pondrá a salvo de contraer la enfermedad, máxime cuando día a día estamos conociendo nuevas mutaciones.
En primer lugar hay que saber que sólo después de recibir la segunda dosis y pasados algunos días, se espera que la vacuna haga efecto y nos permita reducir al menos la gravedad de la pandemia, si es que ésta nos alcanza.
Lo hemos dicho varias veces: no nos gusta la obligatoriedad y por eso compartimos la decisión de exhortar, pero no obligar a vacunarse porque creemos que el mejor camino es la convicción ciudadana y la responsabilidad social, pero en estos casos en que el tiempo apremia y además la expansión de la enfermedad depende en buena medida de nuestra actitud, entendemos y aceptamos que la obligatoriedad también se analice como una opción válida, porque no hay tiempo que perder.
No entendemos que derecho tiene quien opta por no vacunarse, de participar junto a quien si lo ha hecho, de actividades comunitarias o del uso de espacios públicos y demás, debido a que estaría poniendo en riesgo a quien no piensa igual.
Puede ser asintomático. No sentir nada ni verse afectado en nada, pero contagiar a quienes están conmigo y por lo tanto hay aquí una responsabilidad social.
Quien no se vacuna confía (estúpidamente a nuestro entender) que no será alcanzado por la enfermedad y no le interesa saber si contagia o nó a los demás.
Esta es la situación.
Nos cuesta entender por qué le damos derecho a ponernos en riesgo, cuando pensamos muy diferente con respecto a la vacuna y demás medidas.
Esta es la situación y aunque la ley sostenga que mi derecho termina donde comienza el derecho de los demás, nos preguntamos ¿quien controla que esto realmente se cumpla.
¿No será hora de analizarlo?
A.R.D.