Siempre lo hemos tenido claro. En situación de Guerra lo primero que se sacrifica es la verdad.
Es lo que sucede en los conflictos actuales, porque al menos nadie habla de ella. Hay que saber que en la guerra entre Ucrania y Rusia, han sido asesinados más de 80 periodistas y nadie se hace responsable.
Ahora se suma a los países que persiguen a los periodistas para que no busquen la verdad, Israel, que mantiene periodistas palestinos encarcelados.
Lejos de justificar estas actitudes, creemos que no ha habido guerra en la cual no se haya perseguido a quienes buscan la verdad.
Los defensores de uno u otro bando han llegado a sostener que la verdad es “secreto de Estado” y por lo tanto manejarla es entrometerse en los intereses de cada nación.
Para nosotros es sencillamente Una muestra más del autoritarismo, donde nadie, ni nada escapa al control del Estado, generalmente en manos militares.
Como decimos los de Israel, decimos también que no justificamos los de Hamas, pero entendemos a una nación que lleva más de 70 años bajo la dominación y el autoritarismo de otra nación.
Bregar porque se sepa la verdad, es inexorablemente estar en contra de toda guerra. Es decirle a quienes se involucran en ellas que la verdadera causa es la ambición humana.
Nadie que pretenda resolver conflictos por la vía pacífica, sin afectar intereses de otros, puede justificar una guerra. Siempre ha sucedido y sigue sucediendo los primeros que pagan el precio de una guerra son los pobladores menos favorecidos, los inocentes indefensos, los mismos que las naciones en guerra se han comprometido a defender.
Sabemos que hay en el mundo situaciones de injusticia, arbitrariedades y demás que de ninguna manera pueden justificarse, pero no es mediante el uso de las armas que se pueden resolver aceptablemente.
Por todo esto, siento orgullo por los periodistas caídos en defensa de la verdad y la justicia. Sus nombres deberían conocerse y difundirse como verdaderos paladines.
Es a ellos a quienes consideramos verdaderos periodistas y los hay en todos lados, como también hay de los otros, de los que se arriman al poder de turno, de los que repiten lo que les dicen o lo que es peor aún, los que se hacen eco de las “informaciones” que publican otros medios sin chequear, sin investigar para asegurarse que sea la verdad.
Lo primero que debería entender una nación, es que tipo de periodismo pretende.
Así lo vemos y así lo entendemos.
A.R.D.
