Recientemente hemos vuelto a escuchar nuevos capítulos de la amenaza nuclear. Que el famoso “botón rojo” que solo puede accionarse por parte de los presidentes de las grandes potencias.
Pero hoy la amenaza nuclear se ha extendido a punto tal que son cada vez más numerosas las potencias que disponen de esta tecnología. Ya no sólo Estados Unidos y Rusia. Sino también Irán, Corea del Norte y Corea del Sur, China y algunos más. Si de algo ha servido es el hecho de que quienes disponen de esta tecnología saben muy bien que el uso de estas armas supondría la destrucción total del planeta en que vivimos.
No se ha descubierto hasta el momento al menos- una sola posibilidad de usar estas armas para ganar una confrontación bélica y a su vez escapar a sus consecuencias, aunque es esto lo que ha detenido la catástrofe hasta el momento.
Miles de millones de dólares se han utilizado para contar con estas armas y sobre todo con la tecnología que suponen. Es lo que no admitimos. Si estos millones de dólares se hubieran usado para combatir el hambre en el mundo, es probable que hoy ya lo habríamos eliminado o visto reducido al menos a su mínima expresión.
En el mismo camino entendemos que se van cuando se usan millones de dólares en tecnología espacial, mientras que aquí en la tierra diariamente mueren miles de niños de hambre, de sed o de enfermedades que podrían ser evitadas.
Seguramente que la amenaza nuclear existe, pero no es lo más preocupante. Lo que verdaderamente nos preocupa en la injusticia de quienes salen a la opinión pública cuando donan miles de millones de dólares a una causa benéfica, pero ni por asomo aceptan desarmar las actividades que están destruyendo el planeta.
Mucho nos tememos que la amenaza nuclear esté convenida entre las grandes potencias, para distraernos, para ocuparnos en otros problemas y no centrarnos en lo que verdaderamente debería preocuparnos.
Sabemos que el futuro será de los países que dispongan de mayor tecnología y sobre todo de quienes sean capaces de neutralizar la amenaza nuclear, principal arma destructiva conocida hasta el momento, pero lo ha sido así siempre y mientras este sistema siga vigente lo seguirá siendo.
Antes fueron espejitos de colores, que cambiamos por el oro, la plata y otros minerales que aquí había. Hoy es la ciencia y la tecnología en las que siempre estaremos relegados, mientras el sistema sea el mismo.
A.R.D.
