Desde EL PUEBLO, el rescate de esta foto publicada por diario Clarín de Buenos Aires, es una de las tantas síntesis de lo que fue el jueves a la noche, la barbarie en torno al partido que irían a disputar Gimnasia y Esgrima de la Plata. Los incidentes con hinchas registrados en algunos accesos del estadio, que obligaron a la policía a intervenir con gases lacrimógenos y balas de goma.El árbitro Hernán Mastrángelo decidió suspender el encuentro tras una espera de unos 45 minutos en la que el panorama no varió y el ambiente se tornó más tenso por la nube de gases que tomaron la cancha y sus alrededores. Debido a eso, jugadores e hinchas ingresaron al terreno de juego. Con el correr de los minutos, los protagonistas se fueron al vestuario y algunos parciales hicieron lo mismo, mientras otros buscaban desesperadamente salir del recinto, lo que desató conflictos con la policía, que reprimió.
Solo hubo que observar lo vivido, aunque más no sea a través de las imágenes de la TV. Hay que suponer que hay quienes están enloqueciendo. O enloquecieron. La conclusión no es otra. Es esa.
