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viernes, 14 de marzo de 2025
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“Soy Cuentista por el atrevimiento propio de adjetivar el alma y vestirlo con verbos”

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Daniel Campodónico : Escritor, Guionista y Dramaturgo

Daniel Campodónico es Escritor, Guionista y Dramaturgo capitalino nacido en Montevideo . Ha escrito varias obras de teatro y dicta talleres en forma presencial y remota acerca del oficio.
A modo de autorretrato, nos comparte: “Éste pequeño pescador artesanal, navegante, lleva desde el año noventa y tres parchando redes y tirando botellitas al mar.
He aquí uno de los puertos que me ha dado resguardo. Si estás dispuesto a hacerte a la mar, ata tu bote al mío: Juntos, el viaje será más ameno, recuerda que enfrentaremos tormentas y monstruos de mar; juntos, será más difícil naufragar”.

Sus obras han obtenido diversos reconocimientos… entre los cuales figuran el los premios: Paco Espínola 2008 (Uruguay) – Legados 2009 (España) Argenta 2010 (Argentina)- Voces 2011 (España).
¿Qué proyectos lleva adelante en la actualidad?
-“Soy dramaturgo de una compañía de teatro…. estoy vinculado a dos murgas para este carnaval y también soy guionista de tres productoras audiovisuales. También sigo escribiendo cuentos, abrí mi propio taller y dirijo este equipo de guionistas.
Reflexiones…
“Cuando confundimos la realidad con nuestra imaginación, algo que nos ocurre con mucha más frecuencia de lo que estamos dispuestos a admitir, es cuando nos pasa esto de extrañar lo que nunca tuvimos.
Así que sí, es posible y acontece muy seguido.
Muchos piensan, que todo en esta vida tiene solución, los más realistas saben, que algunas cosas ya no tiene vuelta atrás; la verdad es que nada lo tiene.
Cada segundo que pasa… cada cosa que hacemos, ni el más mínimo detalle tiene vuelta atrás.
Esa es la maldición de la vida, aprender hasta morir.
Y ante la duda de que si la maldición, es aprender o es morir, les diré que yo abandoné los estudios apenas pude y si no abandoné la vida, todavía, es solo porque las tres veces que me dispararon le erraron y la puñalada en el cuello no fue lo bastante profunda. Nunca intenté suicidarme.
Han pasado 45 años y sigo acá por la misma razón por la que vine: es un regalo. ¿Vos porqué estás?”
¿Qué debo enviarle a un productor para que me tenga en cuenta?
-“Definitivamente, no el guion completo, tampoco el fastidioso currículum tradicional, ya que con él, solo le estarás demostrando lo aburrido que puedes ser a la hora de escribir. Y si tienes algunos títulos de estudio, o diplomas y estatuillas de concursos y festivales, ni te molestes en mencionarlo; mejor hacé como yo y regaláselos a tu mamá para que ella se los muestre a sus amigas y se sienta orgullosa de ti; es para lo único que te van a servir”.
MIS YOES
“Lo estoy esperando agazapado tras este muro, porque sé que va a pasar por acá. Lo sé porque lo estuve siguiendo y allí viene: Viste como yo, camina como yo, habla como yo; pero no soy yo.
Aunque nadie nos distinga, ése no soy yo y apenas pasa junto al muro me pongo de pie y lo encaro.
Él no puede creer lo que ve, intenta decir algo, pero no le doy tiempo, de inmediato clavo la afilada hoja en su cuello y corro asustado, ya que, por un momento, creí sentir esa puñalada en mi propio cuello y mientras corro, lo espeso de la sangre baja por mi garganta; toso; y solo para cerciorarme toqué mi yugular: estoy sano. Tiro el cuchillo en un basurero y sigo a pie hasta llegar a casa.
Allí entré en silencio, no quería molestarla. Fui hasta su cuarto y la vi, sentada en su silla mirando nada; de espaldas a mí.
—¡Papi papi… volviste! (Si yo no hablé… ¿Cómo supo que era yo?, habrá sido por mi olor… el sonido de mis pasos; tanto así me conoce) —y corrió a abrazarme.
—¿Me trajiste los dulces que me prometiste?
—No, Disculpame, con tanto apuro se me olvidó —le dije mientras pensaba:(Ese desgraciado le prometió dulces, ¿qué más le habrá prometido? Espero que no haya sido como el otro, aquel otro, el primero que he matado de una larga lista. Aquel la lastimaba, era el peor de todos y por eso, lo arrastré con rabia hasta el bote y lo arrojé allá… en medio de aquel lago profundo; con mucho peso y aún vivo, para que sufra).
Sí… el primero fue por venganza y el resto, sólo por perfeccionamiento.
Recuerdo el sabor del agua salada entrando por mis narices, recuerdo la desesperación y todo a mi alrededor… se puso negro; casi muero en el bote aquel día, pero yo sobreviví, y el no.
Al llegar a casa, mojado aún, la encontré como era habitual: escuchando la radio y al correr hacia mí, pobrecita, pechó un mueble que aquel mal hombre había dejado en el camino, yo corrí hacia ella y la tomé en brazos, la alcé, la puse contra mi pecho y viendo lo blanco de sus ojos le dije:
—Otra vez me olvidé de traerte los dulces, pero ya voy a buscarlos, vuelvo en seguida.
Y salgo tan rápido de casa, tan apurado voy, que no me doy cuenta de que alguien me está siguiendo; pero sí noto el plomo entrando por mis espaldas, y al escuchar el segundo disparo, caigo de rodillas y logro girar, para ver a mi asesino corriendo, dando grandes ancadas casi sin mover los brazos… tal y como lo hago yo. (Tal vez sea mejor así), pensé, (tal vez él recuerde llevarle dulces, a mí pobre niña ciega).

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