Seguramente hay temas en los que es necesario ponerse de acuerdo más allá de las ideologías. A los uruguayos nos gusta hacer hincapié en las virtudes del sistema de gobierno que defendemos y de las coincidencias que nos distinguen.
Siempre hemos dicho y lo reiteramos que las discrepancias y los diferentes enfoques de cada tema resultan bienvenidos, siempre y cuando sepamos darles a cada uno el lugar que corresponde.

Cuando estas líneas escribimos ignoramos qué es lo que ha pasado en la reunión de todos los partidos políticos procurando consenso o al menor las mayorías más amplias posibles en la búsqueda de salidas para el tema de la seguridad nacional.
No es lo que hemos observado en los últimos tiempos, donde seguramente ha habido una politización de este y otros temas que debieran estar más allá de las ideologías partidarias.
Siempre nos pareció y así lo hemos dicho que apostar a los números y hacernos creer que cuando bajan las cifras de delitos está indicando que estamos en el buen camino para el control de esta verdadera “epidemia” es muy errado.
Es lo que han hecho muchos países, o partidos políticos, que han prometido bajar, la cifra de algunos delitos como forma de enfrentar o reducir la delincuencia. El resultado de esto ha sido verdaderamente catastrófico. Es lo que ha sucedido siempre cuando se atacan las consecuencias y no los motivos que causan el delito.
Cuando la propia sociedad es la que promueve la idea que lo importante es “tener” (ya sea dinero o poder) y se minimiza la forma empleada para obtenerlo, estamos cometiendo un error muy grave.
Queremos creer que finalmente se ha entendido esto, no todas las personas que están en la cárcel y que incluso han delinquido, son delincuentes. Muchos de ellos han sido “empujados” a delinquir como forma de “tener” o de ser “alguien” en esta sociedad.
Sociedad que como lo hemos dicho en infinidad de veces, esta “enferma”, ama las apariencias, no repara en lo que es lícito y lo que es usurpado o mal habido. Esto sólo nos puede llevar al caos.
Lo hemos expresado en estas columnas, para nosotros la salida no está en la represión, sino en la prevención. No es castigando con dureza al delito que hallaremos una salida adecuada, sino trabajando y dedicando mucho tiempo a esta salida.
A.R.D.